Zinho

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Elías Ferreira de Souza (Zinho)
Más de un desprevenido hincha cervecero habrá pensado que el Zinho que llegó a Quilmes en febrero de 2007 era la sombra de aquel que se consagrara campeón del mundial de Estados Unidos en 1994 con la selección brasileña. Otros habrán temido la vuelta del crack que desparramara talento en Rosario Central y Gimnasia de Jujuy, allá a fines de los noventas. Pero no.
El encargado de seguir la dinastía de los Zinhos, no contaba con los pergaminos del original, y seguramente no conocía al honómino que pisó Arroyito. Apenas acumulaba un pasado en las divisiones inferiores del Coritiba, en su Paraná natal.
A los 22 años, un llamado de un compatriota que tenía una escuela de idiomas en Uruguay, lo hizo trasladarse hasta el paisito para realizar una prueba en Bella Vista.
En una demostración de lo que viene siendo el nivel del fútbol charrúa hace una década, Zinho la rompió y quedó fichado. Desde entonces se dedicó a conocer la Suiza del Sur de punta a punta. Paseó su fútbol y sus goles por Sudamerica (2001/2002), Montevideo Wanderers (2003), Deportivo Colonia (2004) y Rentistas (2005 y 2006).
Se sacó la grande a comienzos de 2006 cuando Peñarol, sumergido en una de las peores rachas de los últimos tiempos, puso los ojos en él. Dirigido por el Gordo Garisto y acompañando a Serafín García y el ex River Luiz Nunes, disputó el torneo Clausura con la camiseta del Manya, en un fracaso colectivo que derivó en la campaña más magra de la historia del mirasol.
A mediados de año volvió a Rentistas y en enero de 2007 se sumó a Rampla Juniors.
En febrero, un llamado desde el otro lado del río lo hizo acercarse a Quilmes. Ante el primer micrófono que vio no dudó en decir: «Estuve muchos años en el fútbol uruguayo, es verdad. Pero por fin he llegado acá. Ahora quiero mostrarme en este país, cuyo fútbol es tan reconocido en el mundo entero». Minutos después completamente desinhibido arrancó con todo: «¿Mis características? Soy un delantero de área. Siempre estoy ahí, pescando. Y tengo mucha movilidad para crear opciones y convertir. Estoy al tanto de la situación adversa. Por eso, con más razón, tengo que andar bien y hacer goles».
Es nuestra obligación admitir que nos quedamos con las ganas de ver cómo ensuciaba (o no) la blanquita (fue al banco de suplentes contra Gimnasia y Esgrima La Plata pero no entró), aunque más nos hubiese gustado compartir una noche de parranda con él, el chileno Pablo Galdames y el japonés Takeshi Kagawa (no es joda, se llama así).
Lleno de cerveza, después de haber probado los alfajores Capitán del Espacio y con varios kilos de más, Zinho agarró sus bártulos para retornar a su país adoptivo. Así, en el último semestre de 2007 fue compañero del inoxidable Karim Adippe en Miramar Misiones y desde este año hace lo que puede en Cerro.
Una mentira viviente del fútbol. Otra de las tantas que se gana la vida acá cerquita, en un país llamado Uruguay, donde en medio de papeleras, los diputados se agarran a trompadas en pleno parlamento al grito de «oligarca puto«.

KeyserSoze

15 respuestas a “Zinho

  1. no es mal jugador..en sud america fue goleador de la b, en rentistas fue goleador de un campeonato y en peñarol creo q jugo 4 partidos e hizo de 3 goles pero desaparecio de la oncena casi seguro x problemas diciplinarios. JUGO EN EL PEOR PEÑAROL DE LA HISTORIA(ultimo en en torneo mas a alla de una quita de puntos)

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  2. Peor lo de ustedes que se cagan a trompadas en las manifestaciones!! Porteño chupa guasca!
    Si el jugador es un perro y por suerte le robo plata a penadoy.

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  3. ¡jajajaja! Cuquito oligarca puto… bueno che, acuérdense de Ménem, completamente en pedo, anunciando el cohete estratosférico que viajaba en 15 minutos desde Argentina a Japón.

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  4. Nunca llegó un brazuca decente acá… Llegan los ladris y baldoseros como éste, Baiano, Luiz Alberto, Silbonei o Roberval, o el que está ahora en Estudiantes pero no juega Diogo Silvestre. El único más o menos normal que pasó fue Pedro Iarley…

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