Luis Caserio
Delantero o mediapunta que en su momento fue gran promesa de Boca Juniors pero que terminó desapareciendo al igual que la mayoría de los juveniles de ese club.
En 1995 comenzó a tomar notoriedad al marcar un gol frente a Costa Rica con la selección Argentina en el mundial Sub 17 de Ecuador. Allí, ya se codeó con Bruno Calabria, Daniel Islas, Diego Trotta, Sebastián Martino, Facundo Elfand, Leandro Ávila, Fernando Gatti, Mariano Curieses, Alfredo Torres y Sergio Caruso.
Sin embargo, a pesar de todo lo demostrado en inferiores y en reserva, inclusive haciendo buena dupla con Aróstegui, no logró ni le dejaron dar el salto. Por ello, a partir de las buenas relaciones entre Bianchi y Piazza, a punto estuvo de pasar en 1998 a Universitario de Perú como parte de pago del «Chino» José Pereda. Finalmente fue cedido a préstamo al Badajoz (1999-2000) junto a Sebastián Battaglia, Héctor Bracamonte, Diego Herrera y Guillermo Valdez.
Retornado al xeneize, quedó libre al igual que Orcellet, Orlando, Amadei y Gigante.
Cucu
En Una Baldosa 
esta robando en Italia en el fulbo amateur
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Esta robando en Las Rosas – Santa Fe
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Si después de Boca no metió club algo raro paso
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«Soy de pocas palabras», es una de las frases que lo pinta tal cual es. Con su italiano mezclado con castellano, Luis Daniel Caserio (37) accedió a una entrevista. Claro, a más de uno que vive el fútbol con pasión y que peina canas, le sonará el nombre de este delantero o media punta mendocino que se hizo conocido por jugar en Boca Juniors (no trascendió) y en el seleccionado argentino sub 17, donde marcó un gol en el Mundial de la categoría de Ecuador, en 1995.
«El Sub 17 fue el premio a todo el esfuerzo y las ganas de llegar», dijo.
El futbolista que se inició en la Municipalidad de Luján, pasó por Andes Talleres y la selección mendocina (de la mano del Coli Cornejo), recordó cuando fue convocado al equipo nacional juvenil. «Jugamos contra la selección argentina sub 17, me vieron y después me llamó (José) Pekerman». Y soltó: «A él le agradezco por la oportunidad que me dio de estar en una Selección. No hablaba mucho con él, era muy cerrado», dijo desde el Piamonte (allí vive con su esposa Anna y sus hijos), la región que está ubicada en el noroeste de Italia.
Caserio realizará la pretemporada a partir del próximo 1 de agosto en el ASD Olmo 84, un equipo que está en el ascenso de Italia.
Lleva 16 años en Europa. «Llevo muchos años en el fútbol de ascenso y he ganado 5 campeonatos. Por suerte pude jugar por toda Italia, de sur a norte», expresó.
«He marcado una media de 10 a 12 goles por año», respondió quien además pasó por Luján, Arges (Rumania) y Badajoz (España).
Su periplo futbolístico en Italia incluye los clubes Reggina (2001), Casarano (2002) -con Mario Kempes como DT- Aosta Sarre (2003), Charvensod (2004-2005), Saluzzo (2006), Favria (2007), Pinerolo (2008), Settimo Torinese (2009-2010), Asti (2011), Sciolze (2012) y Saluzzo (2013-2016).
– ¿Te quedó un gusto amargo por no triunfar en Boca?
–Me quedó un gusto amargo porque hubo muchas promesas de algún dirigente que después no cumplió.
–¿Como te trató Carlos Bianchi?
–Carlos me trató muy bien y él me aconsejó de ir al Badajoz de España a préstamo.
–¿Y en Rumania cómo te fue? ¿Volviste porque no aguantaban estar ahí con tu mujer?
–Rumania no era un lugar donde se podía estar bien en aquellos años, ya que estaba gobernado por los militares.
–¿Cómo fue tu paso por la Asociación Atlética Luján de Cuyo?
–En mi paso por Luján en los primeros tiempos con Tamagnone y Domingo Pascual Arce estuvo todo bien. Con Ragusa fue un desastre.
–¿Tuviste ídolos?
–Mi ídolo fue mi abuelo Francisco Fernández, un gran delantero del fútbol mendocino.
–¿Hay algo de lo que tengas que arrepentirte en tu carrera? ¿Podrías haber llegado más lejos?
–Estoy conforme con mi carrera. Para llegar más lejos tendría que haber llorado, pero como no me gusta llorar, estoy mejor así.
–¿Qué podés decir de Kempes?
–Fue un gran entrenador, aprendí mucho de él y puedo decir que no vi a ninguno como él por cómo defendía a sus jugadores.
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