Desprolijo, todo muy desprolijo lo que hizo Juan Antonio Pizzi a finales de 2013. Apenas 5 días después de haber conquistado el Torneo Inicial con San Lorenzo y cuando los dirigentes planeaban armar el equipo para ganar la Copa Libertadores, el DT pegó el portazo y los dejó a todos en banda, aduciendo que el ciclo ya estaba terminado. Sólo había dirigido 54 partidos al Ciclón.
¿El motivo de su huída? Una oferta del Valencia, endeudado y navegando en la mitad de tabla de la Liga española. Hacia allí fue el santafesino, que en su presentación en el estadio Mestalla, siguió demostrando por qué era el rey de la desprolijidad.
Puede que traje negro con camisa celeste rayada, corbata violeta y zapatos marrones no sea la combinación más elegante. Pero bueno, la cancha también tiene butacas naranjas (?).
Lo que sí es inadmisible, es que el técnico le haya pifiado por 3 talles al traje. Evidentemente, no sólo el banco le quedaba grande.