No hace tanto tiempo, el fútbol argentino clase B se vio renovado por la aparición de un futbolista con carasterísticas singulares: 9 de área, corpulento, con buen juego aéreo, colorado y con un alto promedio de gol: 17 tantos en 21 partidos con All Boys. Así la mayoría conoció a Germán Lesman en 2016.

Claro que otro empujoncito para su popularidad, se lo dio su apodo: “El Rooney argentino”, gracias su parecido físico con el delantero inglés. De yapa, su compañero Ricardo Blanco le hacía la segunda haciéndose pasar por el Pocho Lavezzi.
Ese buen año de Lesman (fue goleador de la B Nacional), que venía de romperla en Defensores de Villa Ramallo y antes había pasado sin tanta fortuna por Colón, Rangers de Chile y varios equipos de nuestro ascenso, le valió el interés de clubes de Argentina y del exterior, algo que All Boys finalmente no pudo capitalizar porque el futbolista reclamó su libertad de acción por falta de pago.
#AllBoys German Lesman no esta en la practica xq no le arranco el auto
— arysaryanovich (@arysaryanovich) July 4, 2016
Tras ausentarse de los entrenamientos en Floresta por motivos más que entendibles, el jugador empezó a ser mencionado por los medios colombianos como refuerzo de Millonarios, primero; y por último de Junior de Barranquilla. Incluso su representante, Luciano Krikorián, lo dio por hecho: “La gente de Junior hizo un ofrecimiento, nosotros hicimos una contra propuesta y parece que se va a cerrar. Estoy esperando el ok, que me digan que está todo perfecto. El jugador quiere ir. El negocio está para cerrarse ya. Es más, yo creería que ya está hecho”.
Luego de varias idas y vueltas, que incluyeron una operación por una hernia, el hombre nacido en Esperanza (Santa Fe) le dijo adiós a All Boys y se sumó a Huracán, donde jugó 3 partidos y no hizo goles, algo parecido a lo que le sucedió en 2017 en Instituto, donde disputó 4 encuentros y no la metió.

Después de haberse sacado la mufa en Brown de Adrogué, actualmente defiende la camiseta de Villa Dálmine. Y sigue siendo el Rooney argentino.