Un equipo que consiguió algo único y prácticamente irrepetible: irse al descenso con un promedio que incluía una campaña de campeón. Lo del Taladro fue tan malo que, a pesar de haber dado la vuelta olímpica en el Apertura 2009, apenas dos años y medio después se aseguró su lugar en el Nacional B.
El desastre se produjo en su última temporada en Primera División, que arrancó con Banfield en una cómoda posición con respecto a otros equipos más comprometidos. Los del sur del GBA aspiraban a otros objetivos, por eso se reforzaron con nombres como Walter Acevedo, Juan Eluchans y Rodrigo López, entre otros. Además, regresaron al club hombres campeones como Cristian Lucchetti, Ariel Broggi y Maximiliano Laso.
El comienzo del Apertura 2011 no podría haber sido peor: 5 derrotas seguidas le pusieron fin al ciclo de Sebastián Méndez y al interinato de Raúl Wensel. Sin embargo, se viviría un renovado aire de optimismo con la llegada del nuevo DT: Ricardo La Volpe.

Lo del Bigotón estuvo lejos de ser bueno. No solo por los flojos resultados (Banfield terminó último ese torneo), sino también por la tirante relación que tuvo con el plantel.
Como no podía ser de otra manera, se fue criticando a dirigentes y jugadores, especialmente a Ezequiel Carboni, quién había dicho que no era un técnico motivador y no tenía la mejor forma de hablarle a los jóvenes. El entrenador le respondió con uno de sus habituales dardos: «no me falta energía para motivar, les preguntaría a varios si saben lo que es jugar una Eliminatoria, un Mundial… el verso siempre existe cuando el jugador es mediocre».

El paso del Kelly por el club también terminó de manera abrupta. Aunque nunca escondió ser hincha de Banfield, en diciembre de 2011 fue fotografiado comprando camisetas de Lanús para sus hijos. Esto desencadenaría en su desvinculación y posterior retiro del fútbol. Años más tarde, confesó: «yo quería que, además de jugar ahí, ellos fueran hinchas del Granate».
Para 2012, hubo un cambio en la indumentaria: se fue Mitre y llegó Kappa. Arribaron Agustín Alayes y Roberto Brum. ¿El encargado de formar al equipo? Jorge Da Silva. ¿Cuánto duró? Sólo 3 partidos. La curiosidad es que dejó el cargo tras su única victoria, ya que decidió aceptar una propuesta de Peñarol.

Un nuevo interinato de Wensel le allanó el camino a otro uruguayo: Eduardo Acevedo, quien no podría evitar una pésima performance. Apenas 1 triunfo, 4 empates y 9 derrotas dejaron al equipo otra vez en el fondo de la tabla, concretándose el descenso con una derrota 3 a 0 ante Colón.
La crisis no solo fue futbolística. En medio del caos político, institucional y económico, el presidente Carlos Portell presentó la renuncia, dejando una deuda millonaria. Y una campaña de campeón que no pudo evitar la debacle.