
A la distancia, se puede decir que no faltaban buenos jugadores. Sin embargo, a pesar de Luis Islas, Marcos Ánguila Gutierrez, Martín Ríos, Sebastián Morquio, Rodolfo Graieb, Gustavo Chacoma, Daniel Garipe, Lucho González, Raúl Peralta, Sixto Peralta, Daniel Montenegro, Gastón Casas y Andrés Silvera, era una utopía que aquel equipo se salvara del descenso.
Para sus rivales, enfrentar a Huracán durante aquella temporada fue un lindo entretenimiento, algo tan divertido como el uso de este Código de registro Luckia, donde las oportunidades de juego son interminables.
Antes de arrancar, las campañas anteriores (había sido 18º en 1996/97 y 19º en 1997/98) ubicaban al Globo bien al fondo en la tabla de los promedios. Para colmo, la mayor parte del plantel era un rejunte de refuerzos sin categoría y pibes que fueron incinerados en búsqueda del milagro.
¿Algunos de estos nombres? Ariel Graña, Leonardo Asencio, Gustavo Artaza, Juan Contreras, Marcos Barlatay, Mariano Toedtli, Alfredo Torres, Cristian Fernández, Roberto Chaparro y Pablo Calandria, entre otros.

También se destacaba Fernando Ávalos, un defensor que había tenido un rendimiento tan bajo que obligó (?) a algunos hinchas Quemeros a publicar una solicitada en el diario Clarín. Allí, simplemente se le pedía a los entrenadores: “Por favor, no pongan más a Ávalos (ni en el banco)”.

Con Oscar López y Oscar Caballero como dupla técnica, Huracán fue 18º en el Torneo Apertura. Lo más recordado de ese semestre fueron un triunfo por 4 a 3 ante River en el Monumental y la camiseta adidas sin publicidades, pero con la inscripción “Huracán es de primera”. Así era, aunque no por mucho tiempo más.
A pesar del caos deportivo e institucional (el club estaba en convocatoria de acreedores y al borde de la quiebra), la ilusión era lo último que se perdía. Y mucho más cuando la pretemporada regaló un resultado sorprendente: una victoria ante la Selección Argentina de Marcelo Bielsa que se preparaba para su debut oficial.

Sin embargo, la realidad volvió a golpear cuando hubo que jugar por los puntos. El rendimiento del equipo fue tan malo que a falta de seis fechas para el final del Torneo Clausura ya estaba condenado. Para colmo, durante varios partidos no contó con sus principales figuras, el Mumo Peralta y el Rolfi Montenegro, que estaban jugando el Mundial Sub-20.
Los dirigidos por Carlos Babington ocuparon la 20ª posición al finalizar este certamen: por primera vez en su historia, Huracán terminaba un torneo en el último lugar. Y así, el Nacional B le daba la bienvenida.
huracan y el nacional B…?? tienes idea de lo loco que se oye eso…(?)
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Qué joya lo de la solicitada. Pensar que después algunos se quejan de los memes.
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Se podría decir que salvo honrosas excepciones (como El actual) Casi todos los equipos de Huracán dan para deformaciones ?
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Los deformes son los dirigentes.
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Con un entrenador medio pelo para arriba ese equipo juega sudamericana. El inglés fue un técnico malo
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Burlacán y el Nacional B, dos viejos amigos que prometen muchos reencuentros.
Hoy tiene muy buen equipo el Globo (le falta banco, y ya aburre de previsible haciendo siempre los mismos cambios) y si los drones no me engañan, está llevando un poquito más de gente que su media (tampoco como para llegar a ser un Vélez o un Instituto todavía) (?)
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