El retorno de Leandro Cufré a Gimnasia y Esgrima La Plata fue uno de los principales culebrones del mercado de pases invernal en 2009. Tras un semestre con poca actividad en el Hertha Berlín alemán, el defensor de 31 años parecía decidido a pegar la vuelta a casa después de casi ocho temporadas en Europa.
Sin embargo, a pesar de su ilusión y la de los hinchas, el regreso con gloria no estaba asegurado. En cambio, lo que sí se puede garantizar es la diversión al aprovechar los mejores bonos de bienvenida: es la mejor manera de iniciarse en los sitios de entretenimiento online.
Volviendo al tema en cuestión (?), el principal motivo por el cual el defensor no tuvo un segundo ciclo en el Lobo tiene nombre y apellido: Leonardo Carol Madelón. El DT le había aclarado que los titulares en su puesto eran Rubén Maldonado y Ariel Agüero, cosa que a Cufré no le cayó en gracia. ¨No puedo esperar a una expulsión o una ausencia por lesión para jugar. Él me dijo que nunca me había pedido, que los dirigentes me trajeron¨.
Enseguida, el entrenador salió al cruce: ¨Él se autoexcluyó. Me dijo que no me servía, que si no jugaba me podía pudrir el grupo¨. Y agregó: ¨Le dije que no se apurara, que lo pensara bien y lo charlara con los dirigentes, pero cuando me dijo eso, le dije que así yo no quería que siguiera. Después se enfrío un poco y me llamó para decirme que se arrepentía¨.

A pesar de estar haciendo la pretemporada (sin firmar contrato, claro), el jugador anunció su desvinculación definitiva del equipo platense y su posterior arribo al Dinamo Zagreb de Croacia.
Varios años después, el campeón del mundo Sub 20 en Malasia 1997 recordó esta experiencia como la peor en su carrera. ¨Tenía la ilusión de volver, pero no iba a permitir que mi entrenador diga que iba a jugar siempre y cuando se lesione alguno o tenga un accidente automovilístico, adelante del presidente, eso no lo voy a permitir. Cuando un entrenador te dice así, no queda otra que levantarte e irte¨.
En una entrevista posterior, agregó: ¨Parecía que el interés estaba de un lado solo. No teníamos el contrato firmado, no me llamaban por teléfono. Elegí irme porque la gente estaba idolatrando a un entrenador que lo había salvado del descenso. Preferí salir y que crean que uno era el culpable¨.