Especiales: los baldoseros de Gallardo

La salida de Marcelo Gallardo de River luego de 8 años de gestión, deja en el recuerdo un buen número de éxitos. Además de los títulos conseguidos, se puede mencionar una amplia cantidad de jugadores que debutaron con el Muñeco y lograron consolidarse.

Sin embargo, como no podía ser de otra manera, también hubo de los otros. Los que no se ganaron la confianza del DT, jugaron poco, no rindieron tan bien o debieron buscar un rumbo no tan prestigioso.

A continuación, una breve mención de algunos de estos casos. El tiempo dirá si remontan o vuelven a aparecer en este sitio con una biografía más completa.

Nacido para triunfar

Un capricho del DT. Y casualmente, con su mismo apellido. Se trata de Nahuel Gallardo, su hijo, que disputó 7 partidos entre 2017 y 2019. Suficientes para formar parte de los planteles que ganaron cinco títulos. Luego jugó en Defensa y Justicia, donde sumó dos vueltas olímpicas más. Pasó por Colón y actualmente está en Once Caldas (Colombia).

Solamente una vez

Un solo partido, 90 minutos como máximo. Y todo gracias al Muñeco. En esta categoría (?) se pueden enumerar a Claudio Salto (2015), Lautaro Arellano (2015), Maximiliano Velazco (2017) y Zacarías Morán Correa (2017).

“Yo jugué en River”, podrán contar. Y, aunque parezca imposible de comprobar, es cierto.

Se quedaron en promesas

Para cualquier chico de la cantera Millonaria, es difícil afianzarse. Por las pocas oportunidades, y por la competencia en el puesto, están obligados a demostrar rápidamente sus habilidades. De lo contrario, «muchas gracias y buena suerte».

Algunos apellidos olvidados que pasaron por esta situación fueron Alan Marcel Picazzo (2 partidos), Santiago Vera (2 partidos), Franco López (3 partidos), Kevin Sibille (4 partidos), Matías Moya (4 partidos) y Pablo Carreras (5 partidos).

El Pogba ecuatoriano

En 2015, con solo 17 años, Abel Casquete se convirtió en el extranjero más joven en debutar con la camiseta de River. En aquel torneo, se ganó la exagerada comparación con el mediocampista francés y rapiñó minutos en un par de juegos más.

Sin embargo, perdió terreno en la consideración del Muñeco, quedó relegado y tuvo que buscar nuevos horizontes. A los 25 años, ya pasó por ocho clubes. ¿Va por el récord de Abreu?

La faltó madurar

Sería injusto mencionar solo a los que tuvieron pocas chances de mostrarse. También se puede baldosear habiendo jugado más de 1000 minutos, como el caso de Tomás Andrade. A pesar de ser volante ofensivo o delantero, no convirtió goles.

No estaba preparado mentalmente para jugar en River”, reconoció más adelante. Este año defendió los colores de Audax Italiano (Chile).

Gracias al Covid

La última camada de jóvenes que siguen esperando repuntar, aparecieron por emergencia en 2021. Por culpa de un brote de Coronavirus en el plantel del Millonario, hubo que apurar el debut de varios pibes ni más ni menos que en un clásico frente a Boca.

Alan Díaz, Daniel Lucero, Agustín Gómez y Felipe Peña Biafore fueron algunos de los convocados de urgencia en aquella ocasión. Su futuro es una incógnita, aunque no sorprendería que vuelvan a aparecer por acá.

Especiales: descensos patrocinados

Desde que las marcas se volvieron una habitual presencia en las camisetas de fútbol, todos los gerentes comerciales sueñan con ver el nombre de su empresa en la foto del campeón. Sin embargo, son muchos más los casos en los que ocurre lo contrario, y terminan auspiciando a un rejunte de voluntades que pierden la categoría. Esto es una cuestión lógica, ya que el que da la vuelta olímpica es uno solo, y los que descienden suelen ser más, dependiendo de la voluntad de la AFA.

Sin embargo, como suele decirse que “no hay mala publicidad, solo publicidad”, son muchas las firmas que se animaron a poner unos pesos en la vestimenta de conjuntos que solo aspiraban a mantenerse el Primera División… y no lo lograron.

Desde que en 1982 Sarmiento tuvo el privilegio de ser el primer descendido con una marca en su pecho (Junín TV Canal 2), la mayoría de los equipos que dejaron de pertenecer a la elite lo hicieron en compañía de un sponsor.

A continuación, el repaso de algunos casos que merecen destacarse.

Al Nacional B, pero asegurados

Si hay un rubro que se pone al frente en cuanto a la estadística de descensos, es el de los seguros. Y, como no podía ser de otra manera, La Nueva acumula una buena cantidad: tiene 5 antecedentes. ¿Los perjudicados? Nueva Chicago (2007 y 2015), Chacarita (2010 y 2018) y Huracán (2011).

También es muy meritorio lo de Liderar, que suma 4 caídas. Son los casos de Nueva Chicago (2004), Almagro (2005), Gimnasia (2011) y Argentinos Juniors (2014).

Siempre estuvimos en las malas

Existen casos que merecen ser resaltados por la fidelidad a una misma camiseta. Son aquellos sponsors que, aunque experimentaron la amarga sensación del descenso, insistieron con dejar su estampa bajo el mismo escudo.

El caso emblemático es el de Bingo Bahía, presente las 4 veces que Olimpo fue condenado por el promedio (2006, 2008, 2012 y 2018).

Ahí nomás se queda Quilmes, que, publicitando al equipo de esa ciudad, pasó por lo mismo en 2007, 2011 y 2017.

Otras marcas que repitieron la costumbre, además de los casos de La Nueva mencionados anteriormente, fueron San Juan Minero (con San Martín en 2008 y 2013), Sancor (con Atlético Rafaela en 2004 y 2017) y Flecha Bus (con Unión en 2003 y 2013).

Mención especial para Tersuave y Banco de Córdoba, que compartieron el pecho de la casaca de Belgrano en 2007 y 2019.

Más allá de los colores

El caso opuesto es el de los sponsors que descendieron más de una vez, pero con clubes diferentes.

En este sentido se destaca lo de Flecha Bus, con 4 caídas en tres camisetas diferentes: Unión en 2003 y 2013, Atlético Tucumán en 2010 y Colón en 2014.

También merece ser resaltado lo de Secco, que tiene el récord de haber metido un par de descensos en el mismo campeonato. Esto lo logró con Arsenal y Temperley en 2018. Además, sumo uno más al acompañar a San Martín de Tucumán en 2019.

Otros ejemplos de estos casos fueron Rosamente (con Chaco For Ever en 1991 y Crucero del Norte en 2015), Lotería Correntina (con Mandiyú en 1995 y Huracán de Corrientes en 1997), Esco (con Belgrano en 1996 y Patronato en 2022), Amanco (con Huracán en 1999 y Argentinos en 2002), Tarjeta Cordobesa (con Talleres en 2004 e Instituto en 2006) y Macro (con Gimnasia de Jujuy en 2009 y Tigre en 2019).

Cantidad no es calidad

Desde que se descubrió que al frente de una prenda cabía más de una inscripción, varios equipos aprovecharon para convertir su vestimenta en un auto de carreras. Menos estética, más ingresos. Aunque esto no asegurara la permanencia.

Hasta ahora, los que se fueron al descenso con tres main sponsors son Crucero del Norte (2015), Temperley (2018) y Patronato (2022). Sin embargo, la tendencia indica que esta lista se puede incrementar.

Por otro lado, los que lucieron su camiseta sin publicidades al momento de perder la categoría, fueron Racing (1983), Atlanta (1984), Rosario Central (1984), Temperley (1987), San Martín de Tucumán (1989), Argentinos (1996), Deportivo Español (1998) e Instituto (2000).

La tabla histórica (1982 – 2022)

1º – Sin sponsor: 8

2º – La Nueva Seguros: 5

3º – Bingo Bahía, Flecha Bus, Liderar: 4

6º – Quilmes, Secco: 3

8º – Amanco, Banco de Córdoba, Cordobesa, Esco, Lotería Correntina, Macro, Rosamonte, San Juan Minero, Sancor, Tersuave: 2

18º – Adial, Afisa, Autocrédito, Banco del Noroeste, Bingo Lomas, Blister Pack, Castell, CATA, CETEC, Cerveza Salta, Cerveza San Carlos, Ciudad Ribera Ingeconser, Climafin, Colorín, Comodín, Crown Mustang, Dapsa, Decker, El Cronista Comercial, El Delfín Turismo, Emilio Luque, Erwin, Esso, Fiat, Fides, Gilera, HC Personal, Ingenio San Juan, Junín TV Canal 2, La Perseverancia Seguros, Lácteos Barraza, La Pequeña Familia, Lotería de Santa Fe, Lotería de Tucumán, Lotto, Lurocard, Mendoza, Mitre, Motomel, Municipalidad de Lomas de Zamora, Naldo, OSPAT, Palmar, Parmalat, PC Box, Petrobras, San Juan, Segubank, Seguros Omega, Special Gas, TCL, TKL, TSU cosméticos, Uthgra Sasso, Video Visión, Viva Jujuy: 1

Especiales: Maradona es un caballo

¿Cómo se va a morir Maradona? Esa pregunta que nos hicimos en este post y que nos venimos haciendo desde el 26 de noviembre (el 25 todavía teníamos la esperanza de que todo fuera mentira), nos golpea al menos una vez al día y nos obliga a buscar algún video de él, alguna anécdota, algún homenaje, lo que sea que nos haga llorar un ratito y nos reconcilie con ese año de mierda que fue el 2020, aunque sea por haberlo transformado en mito.

En enero salió una nota de Carlos Delfino llamada «La década ganada» que hablaba de la relación de Diego con las carreras de caballos, así que no hablaremos del vínculo directo del Dié con el turf, sino que recordaremos a todos los pingos (y no tanto) que llevaron como nombre el apellido más conocido del planeta.

El total de caballos llamados «Maradona» que pudimos rastrear asciende a 20, a esos tenemos que sumarles los 13 que incluyen la palabra Maradona en su nombre y los 5 ejemplares argentinos que lo referencian directamente. De los treinta y nueve (39) equinos maradoneanos, 34 son pura sangre, 3 son de trote, 1 cuarto de milla y otro árabe. De esos pura sangre, 7 son nacidos en Japón y otros 7 son nacidos en Argentina, los países que encabezan el ranking de Maradonismo Burrero. No incluimos en el listado a Diegol, el mejor caballo que tuvo Armando en el Stud La Bombonera. Diegol fue el ganador del clásico Joaquìn V. González (Grupo 2) del año 1997 en el Hipódromo de La Plata.

El primer caballo bautizado Maradona nació en Estados Unidos en 1978 y no tiene campaña de pistas destacada. El último Maradona conocido (2018) es un japonés que en su debut le ganó a la ambulancia por medio cuerpo. Todavía quedan dos Maradona sin debutar, un australiano que nació en 2017 y otro estadounidense nacido en 2018.

La gran mayoría de estos caballos son prófugos del arado, por eso mismo vamos a destacar a los que pudieron lucirse en la pista mientras dejamos a los otros en su merecido anonimato.

Como uruguayo tengo el deber de recordarles (?) que el mejor cantante de tangos de la historia nació en Uruguay, pero como acá no andamos con chiquitas, también tenemos el orgullo de proclamar a los cuatro vientos que el mejor Maradona fue uruguayo: nos referimos al tordillo (un Maradona blanco, sueño de todos los gorilas) que en 1983 ganó el Gran Premio Nacional (Grupo 1), consagrándose como el mejor potrillo de su generación. Fue llevado a la victoria por el jockey Walter Báez, el Maradona del turf uruguayo, que aún tiene el récord de carreras ganadas como jockey y como entrenador. Dos potencias se saludan.

Walter Báez y Maradona luego de ganar el Derby uruguayo en 1983.

Muchos escalones mas abajo viene Messi el Maradona turco, que nació en 2009 y ganó 5 de las 18 carreras que corrió, incluso probó suerte en un Grupo 1 pero entró anteúltimo. En Turquía también tuvimos al Maradona raza árabe, que tiene el nada envidiable récord de 37 carreras corridas y una sola victoria.

Una de las victorias del Maradona turco en el hipódromo de Izmir

El Maradona peruano nació en 2015 y logró ganar una carrera en el difícil hipódromo de Monterrico, también se les animó a los mejores de su generación llegando mas lejos que si no hubiera corrido. Su mejor actuación sin contar la victoria fue un tercer puesto en un clásico Grupo 3 a los dos años.

Maradona y su único triunfo en Perú

El Maradona neocelandés ganó una sola de once que corrió y llegó a su pico de rendimiento a los 3 años cuando arribó tercero del crack Jimmy Choux, en las Hawke’s Bay Guineas (Grupo 2) . Después de esa carrera, su campaña en pistas fue el gif hinchadevelezrodando; si a eso le sumamos que es hermano de un ganador de Grupo 1 podemos aventurar que está mas cerca de homenajear a Lalo que al Diego.

La argentina Maradoniana Inc (2012) conoció el podio 3 veces en 14 intentos y terminó su campaña con 4 segundos puestos, vaticinando lo que sería la campaña del Dié como DT del ascenso internacional. La también argentina Maradoniana (2007) no corrió nunca, pero dio a luz a Maradoo Maradoo en el año 2015. El potrillo corrió 2 veces cosechando 2 últimas colocaciones y un pase libre para el frigorífico mas cercano. En Pakistán también hay hipódromo y aunque su calidad esté lejos de ser destacable, tienen su propio Maradona. Lo mas loco de este Diego (?) es que no se sabe ni su año de nacimiento ni su pedigree, andá a saber queé tapado les metieron a los pakistaníes que vieron como este caballo misterioso ganó dos veces en el 2019.

Los japoneses como ya mencionamos lideran el ranking de países con caballos maradoneanos pero 5 de los 7 tienen a Maradona como apellido (?): Happy Maradona (1985), Halley Maradona (1985), Wind Maradona (1990), Bamboo Maradona (2002) y Kashino Maradona (2012). El mejor de todos ellos fue Halley Maradona, que ostenta (?) un récord de 1 victoria en 17 presentaciones, los otros corrían muy lindo pero muy despacito.

En total tenemos caballos de carrera (machos y hembras) llamados Maradona en: Argentina (7), Japón (7), Estados Unidos (4), Brasil (3), Perú (2), Australia (2), Turquía (2), Uruguay, Colombia, Venezuela, México, Jamaica, Trinidad y Tobago, Barbados, Nueva Zelanda, Croacia, Bélgica, Holanda y Pakistán (1). Acá les dejamos la lista para que alguien de otro medio levante, haga una infografía con un mapamundi y quede como un crack.

Click en la imagen para ampliar

Fuentes: Pedigree Query, Sebastián Báez, Umanity.jp.

La primera Superliga Europea

En momentos donde todo el mundo habla de la inexistente Superliga Europea, nosotros les traemos la Superliga que si existió y que, como todo lo creado para lavar guita bueno, duró poco y nada.

Ustedes, queridos lectores baldoseros que quizás tengas cierta afición por los fierros: ¿se acuerdan de la Superleague Fórmula? Fue un proyecto autorizado por la FIA en el 2005, pero que recién tuvo su primera temporada tres años más tarde. La idea de fusionar clubes de fútbol con el automovilismo era rupturista (?), pero no había nacido ahí. Era la continuación de un fracaso llamado Premier 1 Grand Prix, presentado en el 2001, que nunca consiguió los auspiciantes necesarios para que los (muchos) clubes que se habían interesado lo vieran como algo rentable.

Un tipo llamado Robin Webb le tenía una fe bárbara a esta idea y la reflotó en el 2005, sabiendo que tenía que conseguir guita para que no le pasara lo mismo que en el 2001, así que contactó a algunos inversores españoles (en esa época de bonanza, los gallegos gastaban hasta en condones usados) y gracias a ese apoyo económico pudo dar el puntapié inicial.

La temporada inaugural terminó con 18 equipos participantes: Milan, AS Roma, Galatasaray, PSV Eindhoven, Anderletch, Olimpyacos, Basilea, Borussia Dortmund, Atlético de Madrid, Sevilla, Porto, Glasgow Rangers, Tottenham y Liverpool representando a Europa; Corinthians y Flamengo bancando los trapos sudamericanos, mientras que Al Ain y Beijing Guoan luchaban por el honor asiático.

Se disputaron seis fechas dobles en Inglaterra, Alemania, Bélgica, Portugal, Italia y España, la primera fue el 31 de agosto y la última el 23 de noviembre y la novedad que tenían estas carreras con respecto a otras de similar categoría era que la segunda carrera de la fecha se largaba con parrilla totalmente invertida para darle un poco de color.

Si bien los equipos de fútbol eran el estandarte de la competencia, los que ponían el conocimiento eran estructuras existentes dentro del automovilismo. Por ejemplo, el Beijing Guoan fue el campeón de ese 2008 pero no estaba el kinesiólogo poniendo a punto la suspensión, sino que el equipo ex F1 Zakspeed se encargaba de todo lo relacionado al auto.

Estas estructuras eran como el DT del equipo. El ejemplo más claro es el del FC Porto, que disconforme con los resultados conseguidos bajo el mando del Alan Docking Racing, se cambió para el taller de Hitech Junior Racing en la fecha 5, logrando su primera victoria de forma inmediata. Mecánico que debuta, no pierde.

La temporada 2009 fue el punto mas alto de la categoría. A los equipos existentes, se sumaron el Sporting Lisboa, FC Midtjylland y el Olympique de Lyon, un jueguito para PC y la petrolera angoleña Sonangol que iba a poner la moneda (10 millones de euros por año) y el combustible para todos los equipos. Estas no fueron las únicas novedades, ya que cambió radicalmente la forma de disputa de la clasificación y se sumó una carrera más a cada fecha.

La clasificación se disputaba en grupos, luego los 8 mejores clasificaban a cuartos de final y de ahí eran eliminaciones mano a mano hasta que el ganador de la final se quedaba con la pole. Las dos carreras principales mantuvieron el formato anterior pero se agregó una tercera carrera a cinco vueltas entre los mejores seis autos del fin de semana. Un quilombo divino.

Este año participó el argentino Esteban Guerrieri, corriendo una fecha para Al Ain, otra fecha para Sevilla y tres fechas para el Olympiacos; logrando una victoria para los árabes y otra para los griegos. El campeón fue el Liverpool, que aventajó por apenas 30 puntos al Tottenham (412 a 382), el único cambio de técnico fue entre Roma y Flamengo, que intercambiaron las estructuras entre ellos luego de la tercera fecha.

La tercera temporada debería haber sido la del despegue, pero fue la de la caída. Los gordos de traje le abrieron la puerta a las selecciones y al final de la temporada prendieron las luces del boliche y empezaron a verse las caras: no había guita, la empresa Superleague Fórmula S.A. tenía pérdidas millonarias, los inversionistas españoles se las tomaron y los que quedaron rebautizaron la empresa como Global Reach S.A. Esta empresa desapareció en 2018, dejando una deuda de 1 palo euro en España y estuvo bajo investigación por blanqueo de capitales y venta de armas a Angola, país de la empresa Sonangol, principal sponsor de la categoría. Qué sorpresa, nadie se lo hubiera imaginado.

En la cancha (?), el campeón fue Anderletch de Bélgica, pero a esta altura ya no le importaba a nadie. Para el año 2011, se borraron casi todos los equipos, los pocos autos que habían eran en su mayoría selecciones, sin los angoleños no había un sope y luego de las dos primeras fechas se canceló el campeonato poniendo fin a esta locura hermosa.

Bonus Track: les dejamos para que ustedes amplíen en los comentarios y después podamos robar con otro post el recuerdo de la temporada 2005 del Top Race V6 con los autos pintados con los colores de los equipos de fútbol, con Guillermo Ortelli cantando «Dale Booo» adentro del casco y con el Flaco Traverso presentando su auto en el Monumental.

Del vestuario al camión: ¿Qué fue de Quique Seccafien?

¿Cómo es retirarse con apenas 33 años y cambiar de rubro, después de una vida dedicada al fútbol? La cuarentena nos dio tiempo para charlar con Enrique Quique Seccafien, aquel volante creativo de Morón, Rosario Central y Aldosivi, entre otros, que hoy se gana la vida como camionero.

“Me costaba ir a entrenar, físicamente no estaba de la mejor forma, y anímicamente tampoco porque estaba atravesando momentos familiares duros, como la muerte de mi mamá. Entonces, no dudé mucho. Aunque me querían ofrecer a otros clubes, no estaba motivado”, recuerda Quique, de último paso por Barracas Central en la B Metro.

A mediados de 2018, dejó de ser jugador para transformarse en chofer profesional de camiones y así continuar con el legado de su papá Juan Carlos, con quien hoy comparte el oficio. “Mi viejo tiene ya 75 años y estuvo con algunos temas de salud, al principio no quería que subiera al camión porque él me tenía idealizado como el jugador de fútbol, después lo aceptó porque ya no le quedó otra”, dice Secaffien, que actualmente tiene 35 años .

Las primeras experiencias no fueron las más agradables arriba del camión: desde chocar en la ruta 29, hasta mandarse por la avenida Luis María Campos de Buenos Aires, sin reparar en la altura máxima permitida para transitar y poner en peligro el acoplado.

Al margen de esas anécdotas, el oriundo de Morón destaca la solidaridad que existe entre los compañeros de ruta y remarca la diferencia entre el camión y el fútbol: “No te aburrís. Acá, no tengo horarios, podés salir por un viaje a las 2 de la tarde de un día y volvés a las 5 de la madrugada del siguiente”.

Después de dejar el fútbol, a contramano de lo que suele suceder, pudo salir de la depresión y cambiar el ánimo: “Muchos amigos y familiares me dicen que me ven mucho mejor que en mis últimos tiempos de jugador”.

Su momento futbolístico

“Recuerdo que en la época en que nos dirigió Darío Franco en Aldosivi, veníamos muy mal peleando el descenso en la B Nacional, pudimos salvarnos y terminamos jugando muy bien. El entrenador sacó lo mejor de mí, porque me hacía jugar pero también marcaba, porque veía que todos los hacían. Nos exigía atacar y defender a los 11. Esa temporada recuerdo que marqué un lindo gol, puse el pie a lo Riquelme, contra Almirante Brown en Mar del Plata”.

La pandemia

“El futbol es parte de la burbuja en la que estábamos antes de que pasara todo esto. Lo que vemos en las primeras categorías del fútbol mundial es el negocio en su máxima expresión. Que a un jugador lo paguen 200 millones de dólares es un despropósito. Antes los deportistas tenían cierta rebeldía ante los dirigentes, se le plantaban, pero ahora ya no y eso es por la plata. Hoy, son una parte más del circo. El negocio es por los jugadores, la TV y la publicidad, pero en un mundo en el que hay muchas necesidades, es una locura que se manejen estos números”.

Respecto a la situación de ex compañeros de clubes de ascenso, Seccafien remarca que los jugadores están a la buena de Dios. “Hay jugadores que no cobran sueldos desde diciembre. Es delicada la situación, tal vez con la solidaridad de algunos jugadores que cobran buenas sumas y están al día, se podrían pagar sueldos de algunos planteles del ascenso que están atrasados”.

Martín Zelaya

Especiales: Franco Robledo, el alcanzapelotas colorado de San Lorenzo

Franco Robledo

Hay momentos de la vida en los que no queda otra que aferrarse desesperadamente a cualquier cosa que sea. Y vaya si una pandemia pelear el descenso no es uno de ellos.

Ricardo Caruso Lombardi, partícipe más que necesario de esta historia, asumió la dirección técnica de San Lorenzo de Almagro el 4 de abril de 2012, cuando todavía quedaban 11 fechas para el final de la temporada. El Ciclón tenía la soga al cuello: estaba antepenúltimo en la tabla de posiciones, apenas por encima de Lanús y Olimpo de Bahía Blanca, otro candidatazo en la lucha por mantener la categoría.

Luego del empate ante Racing Club, el Cuervo debía enfrentar como local a Godoy Cruz de Mendoza por la décima jornada del torneo Clausura. Pero el temporal que azotó a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires a principios de abril de aquel año había causado estragos en las tribunas del Pedro Bidegain, por lo que el encuentro debió mudarse a La Bombonera.

Fue en ese partido que Caruso Lombardi descubrió a Franco Robledo, un chico de 16 años que jugaba como lateral por izquierda en las divisiones inferiores de San Lorenzo y solía desempeñarse como alcanzapelotas los fines de semana. Esa tarde, el Ciclón goleó al Tomba por 3 a 0 con goles del Puma Emmanuel Gigliotti y el Negro Cristian Chávez. Empezaba la levantada.

El laburo silencioso de Robledo comenzó a tomar protagonismo en la fecha 12, cuando el cuadro de Boedo recibió a Arsenal de Sarandí en el Bajo Flores. Aquel día, el Colo dio una clase magistral de cómo hacer tiempo que sacó de quicio a Cristian Campestrini, que terminó al borde de la expulsión. Los de Caruso volvieron a sumar de a 3, gracias a los tantos del uruguayo Juan Manuel Salgueiro y Gigliotti. “El Colo toca la pelota, la bautiza y se la tira a los arqueros. Es creer o reventar, pero metió dos victorias en dos partidos y estamos a un paso de salir de la Promoción”, se ilusionaban puertas para adentro.

Contra Olimpo de Bahía, dos semanas más tarde, se jugaban mucho más que 3 puntos. El gol de Martín Rolle, promediando el primer tiempo, parecía que iba a arruinar todo. Pero sobre la hora, Franquito la acomodó en el córner y Gigliotti, después de un pinball en el área, marcó el empate agónico. Había que seguir creyendo.

La masterpiece del Colorado, sin embargo, fue ante Newell’s Old Boys de Rosario, por la fecha 16. La Lepra ganaba 2 a 0 con goles de Pablo Pérez y Fabián Muñoz, pero en el segundo tiempo San Lorenzo lo dio vuelta gracias al doblete de Gigliotti y un tanto del yorugua Carlos Bueno.

En la previa, el ballboy, a esta altura ya toda una celebridad, se había abrazado con Sebastián Peratta, el uno de los rosarinos: «Lo fui a saludar y le dije «suerte», le di la mano, vino y me abrazó. Vino y me tocó la cabeza, me dio un beso en la cabeza y se fue», contó después del partido.

A pesar de hilvanar una serie de resultados positivos, San Lorenzo llegó en zona de descenso directo a la última fecha. Para aspirar a jugar la Promoción, debía ganarle a San Martín de San Juan, también comprometido con el promedio, y esperar a lo que pasara con Banfield, Atlético Rafaela, Tigre y Unión de Santa Fe, los demás complicados.

El ultrasudado 3 a 1 (doblete de Carlos Bueno y uno de Walter Kannemann, tras arrancar perdiendo) le dio una vida extra al Cuervo y, gracias a una combinación de resultados, también a los sanjuaninos. Ambos debían revalidar su condición de equipos de Primera División ante Instituto y Rosario Central, respectivamente. El Taladro, de inexplicable pésima campaña, se fue a la B sin escalas junto con Olimpo de Bahía Blanca.

Los libros de historia de fútbol dirán que el Ciclón ganó 2 a 0 en Córdoba (otro doblete de Bueno) y que empató 1 a 1 en el Bajo Flores (Néstor Ortigoza, de penal) y que todo terminó como correspondía: con Franco Robledo, el amuleto de la suerte, paseando en andas de Ricardo Caruso Lombardi.

Casi un año más tarde, cuando Newell’s volvió al Nuevo Gasómetro, Robledo fue a saludar a Peratta, pero la historia terminó de otra manera: «Lo fui a saludar porque la otra vez tuvimos buena onda. Y no sé qué pasó, pero me escupió. Era para agradecerle la buena onda que me había tirado en el partido anterior», explicó el chico. Dicho sea de paso, los de Rosario ganaron 1 a 0, con gol de Maximiliano Rodríguez.

Poco después, los días de fama del Colorado se diluyeron y, tras un breve paso por las inferiores de General Lamadrid, colgó los botines: “Tuve muchas lesiones en el camino. Me corté el tendón de cuádriceps y después tuve una lesión jodida en los meniscos. Hoy en día tengo los pies hechos pelota y sólo tengo 23 años. El fútbol te hace percha”, decía a fines del año pasado en una entrevista al diario Olé, que le daba respuesta a una pregunta que nos hacíamos todos: ¿qué habría sido de su vida?

Por estos tiempos, Franco Robledo es uno de los choferes que trasladan a los juveniles de San Lorenzo, siguiendo el negocio familiar tras el fallecimiento de su padre: “Mi viejo manejó el transporte escolar durante 35 años. Hoy me encargo con mis hermanos de llevar al colegio a los pibes que juegan en San Lorenzo y después los llevo hasta el club”, contaba sin ponerse colorado.

El clan Robledo

Facundo Robledo (Locurri)

El mayor de la dinastía Robledo (categoría ’91, y el único no colorado) jugaba como delantero, también en San Lorenzo, y llegó a actuar en la Reserva, bajo la dirección técnica de José María Martínez, a mediados de 2011. Sin embargo, nunca pudo afianzarse y quedó libre a principios de 2012.

«Hice todas las inferiores en San Lorenzo. Arranqué en septiembre del 99, cuando tenía 8 años, y jugué hasta febrero de este año, cuando me dejaron libre, sin margen de tiempo para ir a probarme a otro club», repetía a fines de ese año. «Yo en junio cumplía mi ciclo como jugador amateur y debía firmar contrato o quedar libre. El año pasado tuve la suerte de formar parte del plantel de Primera, cuando estaba el Turco Asad, donde debuté en Reserva de la mano de él, Pacha Cardozo y mi querido Negro Martinez, que en paz descanse».

En paralelo a su carrera en cancha de 11, desarrolló una interesante trayectoria en el futsal, primero en Juventud de Tapiales, el club donde también jugaron todos sus hermanos, y luego en Jorge Newbery y Atlanta, entre otros.

Lucas Robledo (El Colo)

Los que lo vieron jugar de chico en la categoría ’94 aseguran que este volante por derecha era crack en serio. A los 14 años, el Torino se lo quiso llevar por la patria potestad y poco tiempo después llamó la atención del Real Madrid, Catania y Milan. En simultáneo, daba sus primeros pasos en la Selección con la Sub 15, en compañía de Juan Musso, Alexis Zárate, Federico Andrada, Lucas Ocampos, Leandro Paredes, Francesco Celeste y Gaspar Iñíguez, entre otros.

En 2010, cuando actuaba en la séptima división, San Lorenzo le hizo contrato por 3 años. Por esos días estaba en la cresta de la ola. Si hasta Francisco, el hijo de Marcelo Tinelli, lo tenía como jugador fetiche y convenció al Cabezón de que tenía que verlo con sus propios ojos: “Tanto a mí como a mis compañeros nos sorprende lo que pasó. Es que hay tantos jugadores para ver y que Marcelo y su hijo elijan ir a ver a mi equipo y a mí es fuerte, más que nada por todo lo que él significa”, contaba.

En 2013 quedó libre y se fue a buscar suerte a Europa, pero regresó rápido. En 2014, bajo la atenta mirada de Bernardo Romeo, volvió a firmar como juvenil en San Lorenzo, aunque en uno de los primeros partidos en Cuarta sufrió una fractura de peroné que lo marginó durante varios meses. Así y todo, formó parte del plantel campeón de su categoría.

En 2015 sumó algunos minutos en la Reserva dirigida por el Pampa Claudio Biaggio que se quedó con el título, al lado de Gonzalo Prósperi, Marcos Senesi, el Chimy Ezequiel Ávila, Robertino Insúa, Facundo Quignon, Alan Ruiz, Juan Ignacio Cavallaro, Bautista Merlini, Tomás Conechny, Germán Berterame y Nicolás Reniero, entre otros.

Lejos del Ciclón, continuó su carrera con escasísima suerte en el ascenso, con los colores de Laferrere (2019).

Tejeda y Figueroa, dos mexicanos sueltos en La Plata

A mediados de 2010, Gimnasia y Esgrima La Plata, dirigido por aquel entonces por Diego Cocca, realizó una misteriosa pretemporada en Cancún (México), en la que enfrentó a Santos Laguna, Atlante y Toluca. A la vuelta, a las típicas chucherías que se consiguen en recovecos de las tierras aztecas como Mercado 28 se le sumaron dos chamacos de dudoso prontuario que venían a ver qué onda de este lado del mapa. Repasemos qué fue de Omar Tejeda y Marco Antonio Figueroa.

Omar Alejandro Tejeda López (Pacho / El Gordo)

Volante ofensivo de profesión, no era la primera vez que este chico nacido en Veracruz en agosto de 1988 sonaba para un equipo argentino. Unos años antes, había estado en el radar de Colón de Santa Fe, más precisamente cuando el Sabalero era comandado por un viejo conocedor del fútbol mexicano, Antonio Mohamed. Es que el Turco había sido el responsable de hacerlo debutar en la A con los Tiburones Rojos de Veracruz (3 partidos en 2007), luego de haber pasado por Linces de Xalapa y la filial de Tiburones Rojos de Coatzacoalcos (2006).

Desde entonces y hasta su llegada a La Plata, alternó entre segunda y tercera, pasando por Tiburones Rojos de Córdoba (2008, 2009 y 2010), Tiburones Rojos de Coatzacoalcos (2008), Tampico Madero (2009) y Tiburones Rojos de Veracruz (2009/10).

“Estoy contento de ya haber firmado y ya más tranquilo. Fue un tanto complicado porque teníamos la incertidumbre de si nos íbamos a quedar o no, pero se cerraron bien las negociaciones. A nosotros nos tocó hacer nuestra parte en el campo y nos fue bien en los partidos. Eso fue muy importante para ser parte de esta plantilla”, repetía el azteca, que se había destacado en un amistoso ante Defensa y Justicia en el que reemplazó al uruguayo Álvaro Navarro.

“No he hablado con el técnico, apenas se firmó ayer y ya vamos a platicar con él para ver qué es lo que piensa y lo que necesita para trabajar en ello. Somos los primeros mexicanos en Gimnasia y vamos a tratar de hacer las cosas bien, mostrarnos y jugar lo más que se pueda”, se ilusionaba el Gordo. “Necesitamos el pase desde México y yo creo que hasta la próxima fecha estaríamos habilitados para jugar acá”.

Si bien Cocca decidió su fichaje en el marco de un acuerdo de colaboración entre el Lobo y los Tiburones Rojos, Tejeda y Figueroa nunca pudieron debutar en Primera ni Reserva porque no contaban con la visa de trabajo. Apenas tuvieron que conformarse con ir al banco de suplentes de la Reserva del Indio Ortiz, por ejemplo, contra Tigre.

La rápida despedida de Cocca tras el pésimo arranque de Gimnasia -derrota en el clásico incluida-, y el posterior desinterés de Pablo Morant se encargaron de marcarles el camino de salida a los mexicanos, que siguieron entrenando sin chances hasta mediados de noviembre.

De nuevo en México, sumó algunos minutos en la B con la camiseta del Veracruz (2011) y luego se transformó en uno de los máximos referentes del Lobos BUAP (2011 a 2018), contribuyendo en 2017 para su primer ascenso a la A en 50 años de historia.

Con poca acción en la Liga MX, a comienzos de 2018 se fue a préstamo al Melgar de Perú, donde fue figura. En la mitad de la temporada, a pedido del técnico Paco Palencia, regresó a Lobos BUAP, aunque no contó con muchas chances.

Desde 2019 el Gordo es uno de los titulares indiscutidos de los Correcaminos de la Universidad Autónoma de Tamaulipas de la Liga de Ascenso.

Marco Antonio Figueroa Valle

El +1 del combo. Después de batallar largo y tendido en la tercera división con las camisetas de Guerreros de Tabasco (2007/08), Soccer Manzanillo (2008) y Tiburones Rojos de Córdoba (2009/10), el lateral derecho Marco Antonio Figueroa llegó a segunda en 2010, con la casaca de los Tiburones Rojos de Veracruz. Fueron apenas 3 partidos ante Cruz Azul Hidalgo, Atlante UTN y Dorados de Sinaloa, pero le bastaron para tomar el envión necesario para probar suerte en Argentina.

Casi un año y medio más joven y de perfil más bajo que Tejeda, el oriundo de Ayutla (en el estado de Jalisco) también actuó en aquel amistoso ante Defensa y Justicia, en el que reemplazó a Ariel Agüero, sin demasiado para destacar.

En el poco tiempo que permaneció en el Lobo, a diferencia de su compatriota, prácticamente no participó de entrenamientos con los profesionales. Apenas se lo recuerda integrando el banco de suplentes de la Reserva frente a Tigre, con el dorsal número 13, al lado del arquero Yair Bonnin, Jorge Vidal, Franco Mussis y Tejeda.

Lejos de la ciudad de las diagonales, y siempre en su país, jugó en La Piedad (2011), Tecamachalco (2011/12), Cuautitlán (2012/13), Alebrijes de Oaxaca (2013 y 2014), Teca Universidad Tecnológica de Nezahualcóyotl (2014) y Potros de la Universidad Autónoma del Estado de México (2014 a 2017). Se desconoce a qué se dedica actualmente.

Especiales: Sponsors campeones

Hace un poco más de tres décadas,  empezamos a naturalizar que los equipos del fútbol argentino tuvieran publicidad en sus camisetas. De ahí, a tenerle algo de cariño a una marca por haber estado en algún momento feliz de nuestra institución, hay un solo paso.

Con el reciente título de Racing en la Superliga, la cuenta llega a 60 equipos campeones que, al momento de sumar estrella por un título de Primera División, tuvieron su camiseta manchada. Así que acá están, estos son, los sponsors del campeón.

Borrachos de alegría

La cerveza y el fútbol, una rendidora combinación. Si se hace un ranking de marcas ganadoras, las de birra lideran con comodidad. El premio mayor se lo lleva Quilmes, con 10 vueltas olímpicas: entre 1996 y 2000 estuvo presente ininterrumpidamente en los festejos de Vélez, River y Boca. También fue protagonista de varios descensos del club de su ciudad de origen, pero eso es otra historia. No fue la única firma del rubro que se consagró: Budweiser sumó 3 títulos con el Millonario (2002, 2003 y 2004) y Bieckert lo hizo con Estudiantes (2006).

Campeones en dos ruedas

Otro segmento de mercado que ha tenido éxito en el balompié nacional es el de las motocicletas, aún con la desventaja de no apoyar a los equipos más poderosos. Además, supo celebrar en diferentes épocas: desde Zanella con Rosario Central en 1987, hasta Yamaha con Lanús en 2016. En el medio, se suma también Yamaha con Newell’s (1991 y 1992), Mondial con Vélez (2009 y 2011) y Motomel, con la Lepra en 2013 y Huracán en 2009.

Yo te banco

En los últimos años, las entidades financieras pisaron fuerte y sumaron varios títulos. BBVA lo hizo con Boca (2015, 2017 y 2018) y River (2014), Banco Ciudad con San Lorenzo (2013) y Banco Hipotecario con Racing (2014). Este último se destacó por una particularidad: el nombre de la compañía estaba en la espalda de la camiseta, y al frente se leía el eslogan “Dueños de una pasión”.

En las buenas y en las malas

Hay casos especiales, en donde una publicidad es recordada tanto por un momento de felicidad como por uno de tristeza. Son los casos de Petrobras, Liderar y Bingo Lomas. Estas marcas fueron campeonas y años más tarde descendieron con el mismo equipo: los artífices de semejantes logros fueron respectivamante River, Argentinos Juniors y Banfield. El Taladro tiene una curiosidad más: es la única institución que ganó un título con dos sponsors al frente de su camiseta. El otro era Megacrédito, que ya no estaba al momento de la caída al Nacional B.

Pesos al costado

El primer ganador de un torneo con una casaca con publicidad fue Argentinos Juniors, vencedor en el Metropolitano 1984 y en el Nacional 1985, con 7up. River lo siguió en 1986, consagrando también a Fate. El detalle es sus logos aparecían de manera reducida y no a la altura de la panza, sino que ocupaban el lugar del escudo. Esta tendencia se repitió con Lotería Santa Fe en la pilcha de Newell’s (1988), Peugeot y Credencial, ambas con River (1990 y 1991). A partir de ese momento, todos los sponsors que acompañaron al campeón estuvieron en el centro de las prendas, dejando de ser un actor de reparto en la indumentaria.

In Memoriam

Una empresa que ya no está entre nosotros y Racing. Dos cosas diferentes, aunque no parezca (?). La referencia es a Sky TV, el acompañante de la Academia en su inolvidable desahogo mientras el país se caía a pedazos en 2001. La jodita le iba a salir cara a esta operadora de televisión satelital: apenas unos meses más tarde cerró sus oficinas en Argentina, para nunca más volver. Algo que solo podía ser provocado por Racing campeón una profunda crisis económica.

¿Friendly sponsor? ¿Qué es eso?

Tantas veces protagonista de luchas por la permanencia, en 2012 La Nueva Seguros tuvo su momento de gloria. Fue gracias a Don Julio Arsenal, cuando festejó en aquel Torneo Clausura. Sin dudas, este es el caso de camiseta arruinada por una publicidad más notoria entre todos los campeones. El emblema amarillo y violeta sobre una prenda celeste y roja no dejan margen para discusiones.

El logo no se mancha

Aunque ni siquiera los más poderosos están a salvo de los caprichos de los que ponen el dinero. Por ejemplo, Boca fue campeón con una camiseta con rojo y blanco. Aunque un poco sacada de contexto, esta frase no deja de tener algo de cierta: el Xeneize celebró el Apertura 2011 llevando el distintivo de LG con sus colores originales.

Y los demás…

Para ir terminando con el repaso, la hacemos fácil: agarramos los casos aún no mencionados y los metemos a todos dentro de una misma bolsa. Ojo, se puede decir que tienen algo en común: son publicidades que no molestaban en la camiseta, y hasta la hacían más linda, o más reconocible. Por orden cronológico, ellos son: Mita con Independiente (1989), Parmalat con Boca (1992), Sanyo con River (1993 y 1994), Samsung con Vélez (1993 y 2012), Ades con Independiente (1994), CableVisión con San Lorenzo (1995 y 2001), Mazola con Vélez (1995), Taranto con Independiente (2002), Pepsi con Boca (2003), Transatlantica con Newell’s (2004), Pirelli con Vélez (2005), Megatone con Boca (2005, 2006 y 2008), Walmart con San Lorenzo (2007), Bingo Lanús con Lanús (2007) y RCA con Estudiantes (2010) y Racing (2019).

La tabla historica (1984-2019)


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