Lo que fue Maradona para la Selección Argentina en 1986. Lo que significó Kempes en el Mundial 1978. Lo que representó Messi en cada título ganado por Argentina el Barcelona. Algún punto de comparación con estos sucesos puede adjudicarse Sebastián Cobelli en lo que fue su corto pero fructífero paso por Temperley. Desde su llegada a mediados de 2010, el delantero se transformó en un jugador tan conflictivo como necesario. Y sino, que lo digan los números.
El primer partido del campeonato 2010/11 marcó lo duro que sería esa temporada para el Gasolero, cuando cayó ante Sarmiento con un insólito gol provocado por un error del arquero Alejandro Medina. Además, en el inicio del torneo el equipo no tenía sponsor, por lo que en el pecho de la camiseta lucía la leyenda “Yo me hice socio del Cele”.
La cosa parecía enderezarse a partir de la 5ª fecha, cuando había que visitar a Los Andes. Fue victoria por 3 a 0 en Lomas de Zamora, con doblete de Cobelli y dedicatoria incluida para un plateista que lo había insultado toda la tarde: “había uno en la platea indignado conmigo… se ve que me habré acostado con su mujer. Le pido que me disculpe porque eso ocurrió en un momento donde estaba soltero y la señora de él golpeó a mi puerta, y le tuve que meter fichas“.
Aquel histórico triunfo terminó siendo un espejismo. El equipo siguió alternando buenos y malos resultados, con el blondo delantero como protagonista. A la hora de jugar, era figura y goleador. Afuera de la cancha, también era noticia. Por ejemplo, en octubre de 2010 infringió una norma del plantel: no hablar con la prensa partidaria, por lo que debió pagar una multa. ¿Efectivo? No, algo peor (?): comida. Se tuvo que poner con 150 empanadas y así poder entrenar a la par de sus compañeros.
Los conflictos de verdad llegaron en el verano. Primero, el marido de Fernanda Vives recibió una jugosa propuesta de Estudiantes de Buenos Aires, pero los dirigentes se negaron a negociar y lo obligaron a cumplir su contrato. A esto se le sumaron los reclamos por el atraso en el pago del aguinaldo y las malas condiciones en las que el equipo llevaba a cabo la pretemporada en Chapadmalal. “Habitaciones sin enchufe, sin baño, donde vive gente subvencionada por el Estado. Por ahorrarse unos pesos ya la estamos pasando muy mal. Obviamente, los dirigentes, después nada podrán exigir. Por ahorrarse unos pesos ya la estamos pasando muy mal. Encima, hasta nos quitan los celulares», denunció a través de su Facebook. “Esto es Fort Boyard abandonado, parece donde filmaron Tumberos“, completó.
El campeonato se reanudó, aunque los directivos ya tenían en la mira a “la manzana podrida.” Por la 25ª fecha, Temperley recibía a Acassuso. El director técnico Ricardo Dabrowski puso a Cobelli de enganche… y en el primer tiempo se fueron 3 a 0 abajo. El Gordo fue remplazado junto al baldosero Ezequiel Andreoli en el entretiempo. Obviamente, el entrenador no se la iba a llevar de arriba: “me llevo una sensación de poco hombre al sacarnos del equipo cuando el culpable es él. Cambió el 60% del equipo, pero no sabe llevar el grupo ni dar una charla técnica. El ex ayudante de campo era el que armaba el equipo”. ¿Qué respondió Dabrowski? “No quiero opinar del tema como hacen otros a través de Facebook porque prefiero hablar cara a cara.”
En resumen: el delantero no volvió a jugar en el conjunto del sur del GBA. Y el equipo se fue a pique. Temperley pasó de pelear por un lugar en el reducido a quedar comprometido con los promedios para el siguiente año. Luego de la salida de Cobelli, quedaban 17 partidos para terminar el torneo. Sin su goleador, el Gasolero convirtió solo en 6 encuentros. Las caídas se hicieron habituales. Tanto, que ese equipo quedó en la historia como el que sufrió la mayor cantidad de derrotas en la historia del club: fueron 22 en todo el torneo.
Claro que hubo otros nombres que colaboraron para que esto sucediera. Entre los más célebres, se pueden destacar a Damián Cebolla Giménez, Lucas Alessandria, Leonardo De Bórtoli, Luis López y Lucas Hure. Este último también terminó en conflicto con los dirigentes, que lo marginaron antes del final del torneo. “Estuve viviendo en un garage, ellos me prometieron que me conseguían un departamento para estar mejor. Que no se me valore, me da por las pelotas“, expresó. ¿Qué respondió el presidente? “Más allá de los años que tiene en el fútbol, Hure no ha avanzado en su vida”. Que lindo que la gente se quiera tanto.
Los años han pasado y pese a que Temperley logró volver a tener su momento en Primera División, otras cosas no han cambiado: Cobelli terminó entangado.