Dura la vida del futbolista recién retirado. Se apagan las luces, se terminan las ovaciones, escasean los reconocimientos, los autógrafos le van dejando cada vez más espacio al dolor de ya no ser y otros lugares comunes sobre los que se ha escrito mil veces, aunque no dejan de ser ciertos.
Para contrarrestar ese vacío y continuar con esa vida de viajes, prácticas y concentraciones, muchos se convierten en entrenadores o cumplen roles secundarios dentro de un cuerpo técnico. Otros, en cambio, no soportan la desolación de estar del otro lado de la línea de cal y vuelven al ruedo con los cortos después de un buen tiempo, sin medir los costos de poner en juego el apellido y regalar prestigio.
Aunque claro, pocos tuvieron en cuenta la gran Klinsmann: seguir jugando con otro nombre.
No hace falta ahondar demasiado en la carrera de Jürgen Klinsmann. Implacable goleador del Sttutgart alemán, revalidó sus condiciones en equipos del extranjero y también con su Selección. Anotó 11 goles en los Mundiales, repartidos entre Italia ’90, USA ’94 y Francia ’98. Levantó una Copa del Mundo y una Eurocopa, aunque sólo pudo conseguir una liga de clubes, con el Bayern Múnich en 1997, cuando ya divisaba su retiro.
Después de disputar su último partido oficial con el Tottenham, en 1998 jugó su último Mundial con Alemania y entonces sí, al año siguiente lo despidieron con papelitos en el estadio del Sttutgart, entonces denominado Gottlieb-Daimler y antiguamente llamado Adolf-Hitler-Kampfbahn. Pero lo historia no se cerró ahí…
Con los botines ya colgados, Jürgen tomó una decisión de vida: alejarse del ambiente del fútbol. Quería ser un anónimo, poder caminar por la calle y que nadie lo reconociera. Eso era imposible en su país y en cualquier otro lugar con una fuerte cultura futbolera. Por eso eligió irse a vivir a los Estados Unidos, los pagos de su esposa Debbie.
Ya instalado en la pacífica Huntington Beach (California), Klinsmann logró lo que buscaba: tranquilidad y armonía familiar en un contexto donde no existía el fútbol ni la exposición pública. Parecía una situación ideal, pero después de unos años comenzaría a aburrirse…
En 2003, el ex atacante del Inter comenzó a dar señales cuando entrenó con Los Angeles Galaxy de la MLS, aunque sólo de manera recreativa. Decía que sólo quería estar en forma, aunque negaba la posibilidad de volver a entrar a una cancha de manera oficial.
Unos meses después, sin embargo, unos amigos con los que jugaba de vez en cuando le propusieron que vistiera la camiseta del Orange County Blue Star de Irvine, un equipo californiano que participaba de la Premier Development League, la cuarta división de los Estados Unidos. Jürgen, con 39 años, aceptó el desafío y puso una condición: no utilizar su verdadero nombre.
Antes de que el goleador se arrepintiera, sus compañeros lo anotaron bajo la identidad de Jay Goppingen, en homenaje a la inicial de su nombre y al pueblito alemán donde nació. Jay, agradecido, devolvió favores con lo que mejor había hecho en su vida pasada.
Con 5 goles en 8 partidos, colaboró para el equipo se metiera en los playoff por el ascenso. Se divertía y encima nadie lo reconocía. Todo era tan perfecto, que alguien tuvo que arruinarlo: en un partido ante el Southern California Seahorses, un rival se percató de que a ese rubio lo tenía visto de algún lado. Fue entonces que le avisó a un periodista amigo, que investigando googleando llegó a la conclusión: el famosísimo Klinsmann estaba jugando con otra identidad. Suficiente para que el 9 no volviera a aparecer.
Al día de hoy, los pocos simpatizantes del Orange County Blue Star se preguntan: ¿qué habrá sido de la vida de Jay Goppingen?
En Una Baldosa 
La cara del nenito de la foto es mortal! Onda que no quería saber nada ni le interesaba el soccer. Leerán sobre Jay Goporinga en la web » in one tile ?
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un groso, en la foto que està con la jermu tiene el buzo que le regalò el Doctor Huxtable (?)
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Un grande don Jurgen, fue a parar justo al lugar de formación de Avenged Sevenfold
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Renegar durante 5 de quién sos y qué hiciste en este mundo es un poco extraño, ¿no les parece? ¿Jurgen habrá padecido ataques de pánico? Ya en 2004 superaría su trauma psicológico y agarraría la selección alemana. El resto es historia conocida.
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Batistuta se fua a vivir a Australia
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No sabía que el gran Jurgen (O Jay) se había casado con Tia Carrere!!!!!!!!
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Un malvestiti ya para el pullover de Jurgen, que rápido se ayankiso (?) el tipo, solo un gringo puede usar algo así en navidad o acción de gracias.
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En el medio tuvo un rol destacado como humorista en el programa de Marcelo Tinelli
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Jurgen querido !! te manda saludos monzon , dice que le devuelvas los tapones que te dejo en la tibia derecha
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Tecnicamente no es ilegal hacer eso?? digo, te deben pedir el DNI o pasaporte para tomarte los datos en el fichaje de un club, y mas si sos extranjero, al final estos yankees son mas truchos que nosotros
Si este tipo con 40 años hizo 5 goles en 8 partidos, como habran sido de malos el resto de jovenes-jugadores!!!
Es como si el Diego se haga llamar Dario Fiorito en algun equipo de la C de Sudan
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que habran pensado los simpatizantes del orange county blue star cuando goppingen se hizo cargo de la seleccion yanki ?.
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genio total, desconocìa esta historia.
Tipos raros del ambiente, como èl, como Guti, Bassedas…
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Terrible crack Klinsmann en el 94 manejaba solo la selección hasta que se topó con los forajidos bulgaros
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es verdadc esta historia¿
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Estaba en el programa de proteccion de testigos por denunciar la corruptela de don julio en fifa.
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Siempre me gustó pero con esta historia lo banco a muerte. Con la selección alemana de los 90 (equipazo) la rompía pero a nivel clubes no tuvo tanto éxito. Al Inter llegó para reemplazar a Ramón Díaz que venía de ser campeón y si bien hizo unos cuantos goles muchos viejos interistas afirman que se perdió con el cambio. Años después, ya de veterano, jugó un año en Sampdoria, no estoy seguro si el mismo año que dirigió Menotti y ya se imaginarán cómo le fue…
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Sí, Menotti dirigió a Klinsmann en algunos partidos de la Sampdoria durante gran parte de la 96′-97′. A partir de ahí forjaron una relación que prosigue hasta hoy; tengo entendido que Jurgen consultó a César sobre su Alemania versión 2006, y «El Flaco» le dio consejos tácticos.
Ahora bien, coincido con vos en que Jurgen fue un goleador irregular en clubes, y extraño como jugador. A veces parecía un crack, a veces simplemente un delantero veloz y oportunista.
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Jürgen (Jay): muy linda la patrona, lindos pechitos… pero el pulover ése, la concha de tu madre…
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Juaaa
Zarpado crack el Jurgen.
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