
“Si algo puede salir mal, saldrá mal”. Esta Ley de Murphy es bandera (?) en Racing Club. Pero hubo un día en el que la lógica del “todo lo malo que le puede pasar a Racing, le pasará” no se cumplió. Una noche, mejor dicho.
Fue el 3 de septiembre de 2012. La Academia recibía a San Martín de San Juan, y la cosa pintaba para fiesta: hattrick de Luciano Vietto, los pibes de las inferiores como figuras, el equipo peleaba el campeonato.
Pero todo pareció venirse abajo a los 42 minutos del segundo tiempo, cuando Jorge De Olivera le cometió penal a Claudio Riaño, se fue expulsado y su lugar lo ocupó Agustín Pelletieri. A pesar de la victoria parcial por 3 a 1, todo el mundo sabía lo que iba a pasar: el Santo descontaría y lo terminaría empatando en el descuento. Eso es Racing.
Sin embargo, ocurrió el milagro: Gastón Caprari pateó suave, a la derecha del improvisado arquero, que voló al mismo sector y se terminó quedando con la pelota. Delirio total en Avellaneda. El resultado no se movió y Pelle fue sacado en andas. Esa noche, Racing le ganó a su propio destino.
El sueño de cualquiera.. ser jugador de campo, ir al arco en un penal en el minuto final y atajarlo.. SUEÑO CUMPLIDO !!!.. ahora el de San Juan que muertooooooo..
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El gol de SMSJ lo hizo Riaño. ❤
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Los relatores de FPT siempre parejitos relata el penal después de que Pelle ya lo atajó, un lujo siempre esas trasmisiones.
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Por algo Caprari lo echaron de Patronato…
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Mamma mia la ropa de ra*ing para ese partido. Ahora el penal fue un de pedo de vieja, recontra sobrado, recontra mal pateado.
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