Es, por supuesto, el tanto más recordado por los hinchas de cada equipo campeón. Es ese grito que te hace poner la piel de gallina cada vez que lo recordás o lo encontrás en televisión. Un momento de alegría que funciona como bálsamo ante cualquier depresión. Un lugar adonde irse a vivir eternamente. ¿Por qué? Por que de cada posible sueño recurrente ellos son la infinita confirmación.
El gol del campeonato puede ser el que definió matemáticamente un torneo, pero muchas veces no lo es. Lo que es seguro es que no necesariamente son los que ocurrieron en los clásicos, por más que, tal vez, esos tantos guarden un lugar más privilegiado en el corazón de todos.
Por lo general, el gol del campeonato es el que se inmortaliza por que emerge cuando el miedo y la angustia paralizan a hinchas y a protagonistas. Funcionaron y funcionan como descargo y desahogo. Y, desde su concepción, cobran el estatus de “objeto”. Están almacenados en el disco rígido y no se borran. Una coreografía interminable con héroes, antihéroes y baldoseros. Aquí el recuerdo para algunos de ellos.
Aldo Soria a Talleres de Córdoba (Clausura 1992)
Newell´s Old Boys estaba deprimido: apenas siete días atrás había perdido por penales la final de la Copa Libertadores frente al San Pablo. Y a pesar de haberle prometido a Marcelo Bielsa que iban a ganar sí o sí aquel campeonato, los jugadores no daban pie con bola contra Talleres en el partido que tenían postergado.
Peor aún, cuando en el primer tiempo Javier Zeoli le atajó un penal a Eduardo Berizzo, quien también había errado su ejecución frente a los brasileros. El Coloso del Parque se llenó de fantasmas. La solución, como siempre en la historia del fútbol rosarino, estuvo en recurrir a la cantera. Y El Loco se la jugó por dos pibes que venían asomando: Marcelo El Pichi Escudero y Aldo Soria.
Y fueron ellos dos, en ese orden, quienes marcaron los tantos de la victoria a los 82 y 84 minutos para mantener la diferencia en la tabla frente a Boca. Y fue precisamente después de este último gol que el pueblo Leproso sintió que el campeonato no se iba a escapar. Y no se escapó. Un par de semanas después solo se podía decir una cosa: “!Ñubel! ¡Ñubel, Carajo!”.
Claudio Benetti a San Martín de Tucumán (Apertura 1992)
Imposible obviarlo. Boca acumulaba once años de frustraciones y llegaba a la jornada final de aquel campeonato con poca nafta y con River comiéndole los talones. Ricardo Solbes abrió el marcador para los tucumanos y el silencio se apoderó de La Bombonera, por el temor cagazo a perder el torneo frente al rival más odiado.
Y ahí apareció él, Claudio Edgar Benetti, con su eterno tiro cruzado. “Los rivales se abrieron”. “pedito de vieja”, “estaba arreglado”, “amenazaron a los tucumanos”. Todo eso es verdad, todo eso es mentira y todo eso ya es un mito.
El héroe con 15 minutos de fama por antonomasia de nuestro fútbol ya estaba instalado y el telón de aquel torneo cayó con la tónica de aquel final de campeonato: con el alambrado sobre la jeta de los ganadores…
Enzo Francescoli a Talleres de Córdoba (Apertura 1994)
Decimoséptima jornada. El River de Américo Gallego estaba invicto e iba con paso firme hacía la conquista de un nuevo campeonato. Con 26 puntos, al momento de iniciarse su encuentro le llevaba solo uno de diferencia a San Lorenzo, quien ya había vencido por 3 a 1 a Vélez. Recuerden: todavía se entregaban dos puntos por victoria.
Antes de finalizar la primera etapa, Enzo Francescoli abrió el marcador gracias a un penal de dudosa procedencia (?). Además, el inexperto árbitro, Horacio Elizondo, había expulsado a Ariel Boldrini del Matador sin motivo evidente. En apariencias, todo cocinado para los de Núñez.
Sin embargo, a los tres minutos del segundo tiempo apareció Adrián Fornero, quien inesperadamente igualó el marcador. Y fue ahí, con el apresurado transcurrir de los segundos, cuando la incertidumbre se apoderó de los Millonarios ¿Por qué? Por que en las últimas dos jornadas debía enfrentar nada menos que a Boca Juniors y luego al Vélez campeón del mundo. En tanto, San Lorenzo debía medirse contra el irregular Lanús y luego frente a sus amigos de Rosario Central. Todo se había puesto raro.
Pero claro, nadie contaba con la astucia de Elizondo quien, mostrando ganas que su nombre sea conocido en todo el país, adicionó cinco minutos cuando el tiempo reglamentario había expirado ¿Algo más? Si, también expulsó a Silvio Carrario y a Daniel Kesman del visitante… es un loquito… es un loquito…
Una vez cumplidos los cinco minutos, el árbitro adicionó tres minutos más como corresponde (?). Tiempo suficiente para que Enzo Francescoli -de cabeza- marcase un gol inmortal que quedó como la ratificación de la merecida conquista de ese campeonato, más allá de la actuación del árbitro, quien era perseguido por los pocos cordobeses que aún quedaban en la cancha.
Un par de días después, el equipo del Tolo venció por 3 a 0 a Boca. Sin embargo, no pudo dar la vuelta olímpica en el Camilo chiquero Cichero a la espera del partido de San Lorenzo, quien finalmente empató 2 a 2 con Lanús. Así es, aquel River salió campeón mirando la televisión.
Roberto Trotta a Newell´s (Clausura 1997)
A mediados de los noventa, la sociedad argentina tenía una sola certeza: ningún humano amaba a Roberto Trotta (?). Odiado en menos de doce meses por los hinchas de Vélez, por los tifosis de la Roma de Italia y también por Ramón Díaz; la estabilidad emocional del Cabezón estaba siempre en la mira. Además, el jugador encontraba en los periodistas a los cómplices ideales para dejar en claro por que el planeta estaba equivocado menos él. “No tengo pelos en la lengua”, se enorgullecía…
Y así, convertido en un paria emocional, Trotta fue el lógico suplente de Celso Ayala durante el Clausura 1997; extraño torneo donde el lugar de escolta de River osciló entre Colón, Lanús, Independiente y Newell´s. Ninguno era tan sólido como el Millonario, que sin embargo sufrió derrotas vergonzosas frente a los Sabaleros y a Estudiantes. Cualquier cosa podía pasar…
Por la jornada 17, ahí nomás del final, River recibió en su estadio a su competidor directo Newell´s en un partido que se tornó duro y demasiado peleado, ante la juventud y la ambición de los rosarinos. Todo parejo hasta que en el último minuto apareció Roberto Trotta con una media chilena para marcar el 1 a 0 definitivo, que además posicionó a River como seguro ganador del torneo ante la pérdida de puntos de todos sus rivales.
“Cuando lo ví entrar en el segundo tiempo con la camiseta 13 le dije que iba a hacer el gol del campeonato” dijo Ramón Díaz como dando a entender que el defensor le había gritado el gol en la cara como dedicatoria, cuando en realidad lo que Trotta tenía era ganas de bajarle la dentadura, sin (?).
River salió campeón en la siguiente fecha, cuando venció por 2 a 0 a Vélez con goles de Enzo. Por su parte, Trotta se fue a préstamo a Racing, Sporting Gijón y Unión de Santa Fe y recién dos años después recibió algo de afecto. Igual, hizo “el gol” de aquel campeonato…
Matías Arce a Estudiantes (Apertura 2000)
Tras volver de Japón con la Intercontinental en brazos y luego vencer a San Lorenzo, Boca cayó ante Chacarita por la anteúltima fecha del Apertura y el sueño de lograr un tercer título en aquel año comenzó a desmoronarse. Eso, hasta que dos horas después apareció en escena el paraguayo Derlis Soto de Huracán, quien le empató el partido a River en El Monumental, devolviéndole el alma al cuerpo a Los Xeneizes.
En la última fecha y entremedio de un partido chato y aburrido frente a Estudiantes, La Hiena Arce dejó su lugar en el banco de suplentes para meterse en la historia con un derechazo defectuoso que hizo rememorar, en el acto, a la gracia histórica de Claudio Benetti.
Y así, Matias Arce acabó con la impaciencia de los hinchas que habían abarrotado La Bombonera, se robó las portadas de los diarios y se convirtió en la cara inmortal de la obtención del Apertura 2000. Igual, nunca nadie reparó en un detalle: antes del gol de La Hiena, el escolta River Plate ya había perdido por 3 a 2 contra Lanús. Con o sin gol, Boca ya había ganado el campeonato…






Falta el de Pusineri a boca
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«PARTE 1» hijo de puta. Leé
GAMBOA HACETE ORTEAR !!!!!!!!!!!!!!!!
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grandes definiciones (salvo la de Arce que ya venía definida)
párrafo aparte para la platea del Liberti en el de Enzo a Talleres
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La próxima el del Malingas Jimenez en el 2007 para Lanús
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Si, me acuerdo de ese gol que peleó con 2 defensores pinchas, quedo mano a mano con el arquero y se la empalmó por arriba al arquero. Pero fue en la fecha 10 ese gol, faltaba todavia
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Todo hincha granate te va a decir que con ese gol nació la idea del campeonato.
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BENNETI CAPO ! ELIZONDO HIJO DE UN CONTAINER LLENO DE PUTAS !
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Muy buen post, el del gallego González a Central fue épico sobretodo por el festejo del bambi con el recordado «Vamos Pampa» (?) pero ese gol no sería nada sin el d e Mazzoni
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Genial, este tema da para muchísimas secuelas. Lo que me parece que lo terminaría de redondear, sería poner los videos de los respectivos goles.
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el gol de Pipino a Racing con Demichelis en el arco, asistencia de Rojitas, en la hora…pero lo mejor la cara ultra-paraguaya que puso cuando festejò.
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El de loeschbor a Vélez es otro inolvidable. Los de buonanotte a olimpo. Y… El de Chávez a central por la copa argentina (?) para la segunda parte
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«Buonanotte a olimpo» OK
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El del Gallego a Central es inolvidable, pero el que más grité en mi vida fue el del Perro Arbarello a Boca un par de fechas antes de la final en Rosario en ese mismo torneo del 95, el segundo del partido (el primero lo hizo el Pampa).
Ese gol del Perro no sé por qué, me hizo saltar la térmica como loco: estaba en la cancha, seguían jugando de nuevo y yo seguía gritando.
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Te acordarás seguro el del Gallego a Belgrano el día después de que había muerto el viejo, en un partido chivisimo, fue muy emotivo ese, yo estaba en la cancha con mi abuelo (aunque no soy de CASLA) y la verdad se vino la tribuna abajo
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Pufffffff, ni hablar. No me acuerdo de por que no fui ese día, ya que en ese torneo tuve asistencia casi perfecta, pero me acuerdo perfecto de la situación, la historia, etc. 21 años eternos, interminables: parecía imposible que pudiéramos ponerla, pero se dio gracias a Dios.
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Muy buen post.. y como ya dijeron, da para muchas secuelas. Una consulta que me vino al leer.. a Arce no le decían la «araña», lo de la hiena es nuevo para mi, es correcto o se confundieron de animalito? Respecto de su gol, creo que los dos partidos eran en simultaneo, aunque River terminó unos minutos antes su partido que Boca. Lo que no me acuerdo es si terminó antes o después del gol de Arce, vagamente creo que fue unos minutos antes. Las gallinas después se quejaban de Elizondo porque en un clásico le había expulsado a Astradita, que flojos de memoria que eran por entonces, más regalito que el de 1994. Por poco no expulsa a todo el equipo y adiciona 10 minutos para que el Enzo convierta. El de Bedoya a River (Racing 2001) creo que fue más gol del campeonato que el de Loeschbor. El que más odié, pero nobleza obliga, fue importantísimo, el de Pusineri a Boca (Independiente 2002). Uno de Pocho Insua a Olimpo (Boca 2005) que le cagó el campeonato a Gimnasia (cuando no). El de Maxi Moralez, Brazenas mediante, de Velez a Huracán 2009. El de Palermo a Talleres (Boca 1998). El de Caruzzo a Independiente en el minuto 92 (Argentinos 2010)
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Independiente le ganaba a Argentinos 3 a 1. Después Argentinos lo dio vuelta fue un partidazo me acuerdo. También jugaba Estudiantes-Rosario Central en simultaneo, con el pincha con chances de campeonar
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El de la Chancha Mazzoni es el gol del NO campeonato más importante de la historia.
El de Choy González el gol más pajero y estúpidamente celebrado y laureado de la humanidad y el de Chiquito Bossio se va a recordar tanto o más que el de Pepe Sosa en la final con Boca con los años. No solo porque Bossio hizo un gol, sino porque el centro lo tiró Marcelo Couceiro (???!!!!)…
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Podría sugerir también el de Alayes a Arsenal en el 2006. No fue estrictamente un gol de campeonato pero gracias a eso se le abrió el partido al pincha para forzar aquel desempate. El resto es historia conocida.
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Seeee. Aunque ese día los protagonistas fueron los euros que la Bruja generosamente desembuchó y viajaron a Lanús Este en el bolsito de Bossio. El Grana parecía Hungría del ’54 en la Bombonera jejjjjjjj
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«¿Eso es sarcasmo, maestro?», dirían en Los Simpson.
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El de Perotti a Ferro en el campeonato del 81
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El Gallego (pre detonación facial) en la primera foto tiene un aire a Sebastián Domínguez…Sin embargo ese día el Bamba lo «candelmizó» al grito de: «Gracias Pampa!!!!» (###???’)
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