En este contexto histórico que vive la República Argentina, en el que la Honorable Cámara de Diputados dio su media sanción para la, llamada popularmente, Ley de Aborto Legal, Seguro y Gratuito, y en donde en medio de la eufórica ebullición de quienes soñaron, militaron y pusieron el cuerpo para la concepción de dicho resultado, justo les arrancó un Mundial; vamos a recordar a aquellas noticias que la Copa del Mundo FIFA relegó totalmente de plano.
Con esto no queremos decir que la causa de les verdes contra les celestes haya quedado en el ostracismo ni que durante el Mundial no se pueda pensar más que en pegarle a Martín Arévalo. Nadie es tan cabeza de tacho, ni de un lado ni del otro… Bah, no sé con el temita de Arévalo…
Sin embargo, en el inconsciente colectivo popular siempre se instaló que, ni bien arranca a rodar la pelota, nuestros gobernantes nos meten la falange bien en el ano… “¿Juegan Suecia – Escocia? Nos aumentaron los impuestos un 50%”; “¿Arrancó Arabia – Sudáfrica? Largaron a 50 genocidas”; “¡Nada me importa más que este Portugal – Irán! El dólar se fue a 5000 pesos”. Y así con cada situación cotidiana catástrofe a los ojos de Doña Rosa.
Como punto de partida vamos a tomar el Mundial de 1998; así que si recuerdan alguna situación, posterior o ulterior, que en apariencias el fútbol tapó para siempre, ahí están los comentarios. Mientras, por supuesto, esperamos que el Senado dé su media sanción positiva para hacer realidad la esperada Ley de Aborto Legal, Seguro y Gratuito.
Francia ’98, los eliminados por un asesino de sangre fría
Nueve de junio de 1998. Ese deplorable ser llamado Jorge Rafael Videla –presidente de facto entre 1976 y 1981- se encontraba plácidamente en su casa de Belgrano en la Capital Federal dispuesto a encarar una nueva jornada de su activa vida social. Indultado de múltiples causas de lesa humanidad en diciembre de 1990 por el entonces presidente Carlos Saúl M*n*m, se movía entre la gente con la impunidad de quien sabe que nunca jamás podrán tocarle el orto. Peeeeeeroooo…
Sorpresivamente por no estar en la agenda periodística mediata, el Juez Federal de San Isidro, Roberto Marquevich, ordenó la detención del Militar por ser sospechoso de la apropiación ilegal de cinco bebes nacidos en cautiverio y eso movilizó a diversos organismos de derechos humanos, medios informativos y también a miembros de la Justicia; ya que a la postre nos enteraríamos que Marquevich no tenía competencia para tomar dicha decisión y todo se trataba de una maniobra política.
Como sea, fue en ese momento, con gran parte de la población feliz por ver a éste carcamán tras las rejas y con la sensación que esta vez sí habría justicia, cuando de repente TU INSTINTO NATURAL VENCER A TU RIVAL/ TIENES QUE PELEAR POR UNA ESTRELLA / CONSIGUE CON HONOR LA COPA DEL AMOR / PARA SOBREVIVIR Y LUCHAR POR ELLA / LUCHAR POR ELLA / LUCHAR POR ELLA / DO YOU REALLY WANT IT? (YEAH!) / DO YOU REALLY WANT IT? (YEAH!)
TARAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA
TARAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA
TARAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA TAN TAN
Una vez Didier Deschamps levantó la Copa del Mundo volvimos a la oscura realidad para caer en cuenta que Jorge Rafael Videla estuvo preso tan solo 38 días y luego, amparado en su edad, dispuso de prisión domiciliaria; beneficio que gozó hasta 2008 cuando fue trasladado a Campo de Mayo y luego a la cárcel de Marcos Paz.
Allí recibió otra condena de prisión perpetua por fusilamientos (2010) y otros 50 años por sustracción, retención y apropiamiento de niños y neonatos (2012). Murió en 2013, sentado en el inodoro, con los pantalones bajos y salpicado de mierda. La justicia poética en su máxima expresión.
Desde aquí, el recuerdo a algo que, ya sea por edad o displicencia, nos importó cero, amparados en la obligación patriótica de seguir a la Selección de Passarella. A casi todos nosotros, excepto claro, a las víctimas del terrorismo de Estado y a sus familiares. A ellos hace rato les habían cortado las piernas…
Corea – Japón 2002, el uruguayo que le chingó
El país en medio de una crisis feroz, las instituciones degradadas como nunca antes y El Gráfico que dejaba de ser una publicación semanal. En medio de tantas pálidas, solo teníamos al Mundial como única vía de escape. Y no porque lo que acontecía a nivel nacional nos chupase un huevo, sino que eran tantos los vaivenes que era casi imposible adentrarse en la realidad y reconocer o recordar a todos los actores políticos.
Con la esperanza en alto luego de derrotar por 1 a 0 a Nigeria en el primer encuentro del torneo, una noticia de ribetes chaplinescos nos pasó por el costado: el entonces presidente uruguayo, Jorge Batlle, atendía a los argentinos –a todos los argentinos- con declaraciones que, en cierta medida, hablaba de como gran parte de los uruguayos veían a los nacidos de este lado del charco; confirmando aquella vieja máxima que reza “nosotros los queremos más a ellos que lo que ellos nos quieren a nosotros”.
En una entrevista para la cadena Bloomberg, el primer mandatario charrúa dejaba una catarata de frases grabadas para la posteridad: «¡Qué enfermedad tienen estos tipos! ¿Qué tengo que ver yo con la Argentina?». «…estimado amigo (refiriéndose al periodista), en el 2001 la situación argentina, con los problemas argentinos. ¡Una manga de ladrones del primero al último! ¿Entiende? (…) Ahora, no compare Argentina con Uruguay, ¿o usted es ignorante?». «¿Pero cómo le voy a plantear a Duhalde (presidente argentino) nada, querido? No tiene fuerza política, no tiene respaldo, no sabe a dónde va».
Aquellas declaraciones un poco molestaron, pero tampoco para tanto. Tal vez por la poca autoestima que teníamos como nación en aquel momento o tal vez porque algunos sentíamos que el presidente del paisito algo de razón tenía. O tal vez porque estábamos en medio de una Copa del Mundo y nada nos podía distraer. Como sea, algunos cuantos optimistas juraron la venganza en el Mundial; ya que se iba a dar el cruce si Argentina ganaba el Grupo A y Uruguay se consagraba escolta del Grupo B. Algo totalmente posible, claro. Pero…
Si bien Uruguay empató a puro coraje un encuentro contra Senegal que iba perdiendo por 3 a 0, el resultado no le alcanzó y quedó eliminado en Primera Ronda, para alegría de algunos cuantos rencorosos argentinos. Además, todos recordamos el cabezazo que El Chengue Morales erró en el último instante del partido y que, de haber sido gol, los habría metido en Octavos de Final. “¡Qué le vas a hacer, Batlle! ¡Metete las declaraciones en el orto, papá”.
Veinticuatro horas después, los eliminados éramos nosotros… Y otra vez a mirar La Cornisa.
Alemania 2006, la última función de un talento irrepetible
Para los futboleros mayores de 30 años, el último gran equipo argentino que mereció ganar un Mundial fue el que concurrió a Estados Unidos. Los menores a esa edad, sin embargo y sin que los más viejos lo compartamos, tienen otra visión. Para ellos, el último Seleccionado Nacional en ver frustrado su sueño de campeón no fue el de USA ’94 ni el que perdió la final en Brasil 2014, sino el que nos representó en Alemania 2006. ¿Habrá sido para tanto?
Dirigidos por José Pekerman, en ese equipo había una conjunción de talento como casi nunca se vio antes: Juan Román Riquelme, Javier Saviola, Pablo Aimar, Hernán Crespo, Roberto Ayala, Juan Pablo Sorin, Javier Mascherano y un niño llamado Lionel Messi, entre otros.
En rigor de verdad, jugaron de manera sobresaliente frente a Serbia y Montenegro, y le ganaron con lo justo a Costa de Marfil y a México, amén del soporífero empate con Holanda. Así llegaron a Cuartos de final para enfrentar a Alemania.
Un día antes del crucial encuentro frente a los teutones una noticia pasó desapercibida para el gran público en general, excepto los cinéfilos: el director Fabián Bielinsky fue encontrado muerto en una habitación de hotel en Río de Janeiro a causa de un infarto de miocardio. Con dos auténticas obras de arte en su haber como única producción (Nueve Reinas y El Aura), a los amantes del cine les quedó para siempre la frustrante sensación de pérdida por películas en teoría geniales que ya nunca iríamos a ver. Un confuso espiral hacia la nada misma, como siempre que muere un gran artista.
Un día después de la, para algunos sectores, anónima muerte de Bielinsky, la Selección Argentina era eliminada por Alemania, inaugurando una dolorosa e ininterrumpida trilogía. Y eso llevo, claro, a que una generación entera se pregunte, para siempre, que hubiera pasado si seguía en la cancha Juan Román Riquelme, que hubiera pasado si entraba Lionel Messi y que hubiera pasado si teníamos mejor puntería en los penales. Un confuso espiral hacía la nada misma, como siempre que queda eliminada una gran generación de futbolistas.
Sudáfrica 2010, un juego suicida
Ya lo sabemos todos, Maradona se resfría y el planeta estornuda. Maradona hace magia y el planeta queda obnubilado. Maradona le pega a Rocío Oliva y el planeta mira hacia otro costado. Como sea, todo lo que hace Diego Armando Maradona conlleva nuestra atención. Y la Copa del Mundo del 2010 no fue la excepción.
Con su histórico magnético atractivo a cuestas más las inolvidables declaraciones que había dejado durante las Eliminatorias, ninguno podía más que solo prestar atención a las desventuras del Diegote en la tierra de Mandela, más allá que en el equipo también se encontraban Lionel Messi y Martín Palermo.
Tal es así que nadie reparó que en la provincia de Salta, más precisamente en la ciudad de Rosario de La Frontera, se estaba registrando un sucesión de suicidios adolescentes como nunca antes habían acontecido en la historia de esta nación.
Durante el transcurso del Mundial, se habían suicidado ocho jóvenes -tanto varones como mujeres- y al menos quince habían fallado en el intento. Por esta razón fue detenido un joven de 18 años acusado de ser el instigador y el proveedor de un juego de internet que tenía el acto de quitarse la vida como ultima “misión”.
El detenido, luego absuelto por falta de evidencias físicas, fue señalado como una especie de gurú magnético que lograba que las masas hicieran lo que a él le venía en ganas. Que loco todo ¿No?
El último suicidio data del día previo a que Diego Maradona ponga ese planteo fatal con el que Alemania nos despachó del Mundial por 4 a 0. Tristes historias que nadie quisiera recordar…
Brasil 2014, salir a tocar
Antes del Mundial en tierras cariocas, la confianza del público argentino sobre su seleccionado estaba en alza a raíz de las buenas anque confiables producciones del cuarteto de ataque: Messi, Di María, Higuaín y Agüero despertaban la ilusión y sembraban la expectativa de brindar un concierto de fútbol. Toque, toque, toque y gol. El fútbol que le gusta a la gente, papá…
Sin embargo, tras una victoria no del todo cómoda frente a Bosnia y luego de una sucesión de lesiones y contratiempos, el equipo de Alejandro Sabella mutó de “los cuatro fantásticos” a “Mascherano y diez más”. De esa manera fue como se llegó a la Final. Así que nada de caras largas, acá lo que importa es el resultado, viejo.
El día anterior a la gran final frente a Alemania, una noticia de alto impacto conmocionó a… nadie. ¡Facundo Arana dejaba de lado la actuación y nos mostraba su faceta de músico rockero! Si, así como escuchan. Esto pasó, fue verdad. No se boleteen…
Y fue así que en todos los medios salieron sucesivas notas al blondo bonachón contándonos sus novedades musicales: estrenaba un disco llamado “Salir a Tocar” versionando clásicos del rock, prometía una gira nacional y afirmaba sorprenderse tanto por sus grandes dotes vocales como por su innata habilidad ejecutando el saxo. ¡Sacá del medio, Kenny G!
Si bien a los ojos de muchos Argentina jugó su mejor partido frente a Alemania, cayó derrotada con aquel tanto del “cara de mandarina” Mario Goetze y así perdió la primera de sus tres finales consecutivas. Es más, hasta el día de hoy –junio de 2018- jamás volvió a enamorar al público ni a ser sinónimo del buen futbol de toque.
Para tocar, de buena manera, mejor llamalo a Facundo Arana…