
Además de los duendes rabiosos, la limadura de Colin Farell y el siempre sospechoso altruismo de Bono Vox de U2, la existencia de la República de Irlanda es conocida y conmemorada cada vez que se menciona, y por sobretodo se bebe, a la típica y renombrada cerveza Guinness.
Establecida como la birra del tipo Porter (negra) más representativa de la galaxia, es fácilmente identificable por su textura “gruesa” y cremosa; como así también por un destacado color, que oscila, según cada quien, entre el negro, el azul marino o hasta, para algunos, cierta vertiente del marrón.
Muy cerca de Irlanda, en el mismísimo Reino Unido, se encuentra una de sus díscolas primas ebrias: Escocia, una nación cuya Selección también es fácilmente identificable por el color de su camiseta, que a lo largo de la historia ha oscilado entre el negro, el azul marino y cierta vertiente del marrón. Insistimos, según la visión de cada quien…
Pero además de eso, tanto hinchas como jugadores y hasta técnicos de esa nacionalidad son famosos por su dependencia y adoración por la cerveza, teniendo a la Guinness como la favorita entre las favoritas. Y llevando esta birra tanto en la mano como en el estómago, es como la pintoresca barra de seguidores escoceses –conocidos como la “Tartam Army”– se hizo famosa a lo largo y ancho del planeta. Bueno, la cerveza y también esas polleritas que dejan ver rojizos culos gordos y pichulas (?).
No conforme de ser el elixir que regocija los corazones de los británicos, Guinness también es sinónimo del exclusivo “Libro de los Récords”, el cual nació de las entrañas de la propia cervecería. Y claro, si hablamos de escores, la última Selección de Escocia que vimos en una alta competencia –Francia ´98- poseía algunos difíciles de quebrantar. El primero, ser la escuadra con el promedio de edad más elevado en una cita mundialista hasta ese momento. El segundo, incluir la mayor cantidad de jugadores desdentados que se haya visto en la historia…
Tipos como Jim Leighton (39), Tom Boyd (32), Colin Calderwood (32), Tosh McKinlay (33) ó Gordon Durie (32) subían el promedio de edad del plantel hasta límites exorbitantes. Y, por supuesto, se encontraba un incisivo, un canino o un molar cada cinco minutos (?). Sin embargo, de todos ellos, el más recordado es el mediapunta Craig Burley, autor del tanto del empate frente a Noruega, quien, al igual que sus compañeros antes mencionados, también perdió el comedor en peleas de pubs, abombado por exceso de malta y lúpulo…
Tras un derrotero que después incluyó al Derby County, al Dundee de su país y al Preston North End, el querido Craig Burley finalizó su carrera en el año 2004 defendiendo la divisa del Walsall del profundo ascenso inglés.
Luego de un par de años desaparecido del mapa y siendo sindicado como un borrachín perdido en la cerveza Guinness, el antiguo internacional reapareció en el año 2010 – presuntamente sobrio y con una preciosa dentadura nueva- como comentarista de la cadena ESPN.
Sin embargo, ciertos comentarios desacertados y un visible encono irónico hacía el Celtic Glasgow, hicieron a varios hinchas dudar de su sobriedad. De hecho, si tienen la voluntad de buscar verán que, en cada foro partidario de dicho equipo escocés, cada mención sobre Craig Burley viene acompañada de la frase “This motherfucker drunk guy”, entre miles etílicos elogios (?). ¡Que tipos malos!
Dolido por las hirientes dudas sobre su rehabilitación, Burley juró antes las cámaras que sus días como consumidor de cerveza Guinness, peleador de pubs y protagonista de hechos sinsentido habían quedado atrás. Acto seguido y para que no quedasen dudas sobre recuperación manifestó que la vuelta de Fernando Torres al Atlético de Madrid sería un fiasco y que él se tatuaría la cara del español en caso que El Niño le convirtiese algún tanto al Real Madrid en el re-debut del delantero por los Octavos de Final de la Copa del Rey 2014/15.
¿Y qué pasó? El Niño marcó dos tantos –el primero al minuto de juego- para que Craig Burley le hiciera honor a una promesa de borracho aunque, eso sí, en total estado de sobriedad. Claaarooooo….
Y así, casi 20 años después, la vieja y querida Selección de Escocia del 98 puede sumar otro hito difícil de empardar al Libro de los récords Guinness: ex jugador alcohólico, ahora sobrio, que sin embargo rinde promesas de borracho. Y todo, gracias al compañero de copas Craig Burley… ¡Salud!
Qué es peor? que te falten un par de sillas en el comedor o tener tatuado al niño Torres?
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claramente lo 2do…tatuarse la cara de un jugador de fulbo , sea quien sea es de traga leche
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y capaz que un par de fanaticos muy fanaticos del Atl lo tengan tatuado al niño…un genio craig!
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en el año 90 yo vi en la tele con mis pequeños 8 años una propaganda de un preservativo, le rpegunte a mi viejo:
papi, para que es eso?
– para que el hombre se lo ponga en la pichula- …fue su respuesta
nunca mas habia escuchado o leido ese termino hasta hoy…
para mi que el tatuaje que tiene Burley, en realidad es el Capitan Dirk Courage, de Zona Espiral…que se yo
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A este más que un par de sillas le falta el comedor entero
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el color de Scotland es el color de la flor del cardo (thistle). Es de un azul tirando al púrpura, hermosa, que después de algunos (pocos) lavados se vuelve amarronada y fea.
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Termo versión Europea a full, además de las sillas le faltan un par de patitos al muchacho.
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Este tipo esta de loco, al menos le quedó bien el comedor.
¿existirá algún escocés no colorado?.
P.D.: rica cerveza la Guinness.
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Escocia como Gales, a nivel fútbol 2 selecciones pedorras, son de las q mejores casacas aportan a los coleccionistas.
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No olvidemos a Joe Jordan, alto cabeceador, propenso a las peleas y carente rde piezas dentarias
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Craig Burley en el Fifa 99 la rompía con el Celtic.
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Este cara de mesita de luz que le han sacado el cajón es un fenómeno… Porque tuvo pelotas para salir así a la cancha (algo impensado en estos días de tanta metrosexualidad) pero además para, no conforme con tatuarse eso, le clavó abajo algo asi como «niño»…Qué de última (de querer corregir ese acto fallido), lo podría haber tapado con la máscara de batman versión «Christian Bale»
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De Edimburgo vengooooo, ay que pedo tengooo, a la cancha voooy…
Así como Churchill sentenció que «dios hizo el whisky para que los irlandeses no gobiernen el mundo» bien podría yo hacer extensivo que «el barba inventó la carveza negra para que los escoceses no ganen un mundial de fútbol»
Igual, opino con fundada erudición la Castle sudafricana es mucho más áspera y realmente una birra para vesícula de macho. Más que cerveza es un whisky con espuma….
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Interesante tu teoría del etanol como un freno para lograr grandes cosas (?)
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mira lo que es esa trucha !!! hermoso espècimen para salir de farra este scottish, lastima que transò y se tapò el buraco, ojo…., seguro la re pensò….»me arreglo los tedièn, salgo lindo en ESPN , y tengo màs guita para el jarabe», grosso
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¿Un irlandés borracho? ¡Cuándo se va visto! (?).
Hay reconocerlo que pese a todo lo pata dura que son para el «fúbol», a la hora de las tanganas no arrugan casi nunca.
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Pará, pará, pará. Vos decís que sería más interesante una tangana en un Escocia-Uruguay que ver la pelea de Maywheater con el irlandés ese?
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no sabia que Escocia tenia un promedio de edad tan alto en el Mundial de 1998, desde entonces no han vuelto. http://www.mochilerofutbolero.com
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Cómo decía el ruso verea la selección de escocia son 11 mineros bien entrenados….igual al muñeco este en mi equipo lo quiero
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Después del post sobre Trainspotting ahora uno sobre Craig Burley.
¿Cuánto falta para que al entrar a este sitio nos reciba un sonido de gaitas?
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