Mal Pase: Ramírez a Boca e Independiente (2012)

La novela comenzó en octubre de 2011, cuando la lesión de Lucas Viatri habilitó a Boca a buscarle un reemplazante. Rubén Ramírez, de gran desempeño en Godoy Cruz, apareció como el candidato más viable, por encima de figuras como las de Carlitos Tévez y Teo Gutiérrez. El DT Julio César Falcioni reconoció el interés: Lo conozco de cuando lo dirigí en Colón y Banfield, y siempre me rindió. Los 4 millones de dólares que habría pedido Godoy Cruz y el buen andar de Boca en el resto del torneo hicieron que El Emperador terminara conformándose con los pibes del club.

Finalizado el campeonato, fue Independiente -por expreso pedido del DT Ramón Díaz- el que apareció con serias intenciones de contratar a Tito, flamante goleador del Apertura 2011. «Sin plata para refuerzos» -según palabras del presidente Javier Cantero- las negociaciones avanzaron con el jugador, con quien llegaron a un acuerdo contractual. La idea fue que él mismo presione para que Godoy Cruz habilite su salida, ya que según gente que participó de las tratativas estaba claro que «Ramírez quiere jugar en el Rojo«. Del resto se ocuparía un grupo inversor que ofrecería dinero y un pack de jugadores de Independiente como intercambio.

Por el lado de Boca, con la impunidad tranquilidad que le dio el título obtenido y la Libertadores como obsesión (?), Falcioni solicitó la compra de un delantero que cumpliera con el requisito de la tanquesidad (?). A los hombres nombres pesados de «Chupete» Suazo y Santiago Silva, nuevamente se le sumó el de Tito, a quien una vez más el DT llenó de elogios: «Ramírez es un jugador importantísimo (…) Sería muy bueno tenerlo. Lo llamamos con el presidente. Estamos ahí».

Envalentonado por un presente estelar, el delantero se mostró muy optimista a tal punto que se animó a tomar partido de la situación: «Es un orgullo que me quieran dos grandes. Siempre soñé con tener una revancha después de que en Racing no me fuera bien y hoy estoy en esta situación que es un privilegio y ojalá que termine de la mejor manera. Ahora, si tuviera que elegir, si dependiera de mí, me gustaría que me vuelva a dirigir Julio Falcioni«.

Los dichos de Tito le cayeron muy mal al presidente de Independiente, quien salió con los tapones de puntas contra el jugador: «Las declaraciones de Rubén Ramírez me molestaron y me enojaron, porque más allá de ser dirigente, de ser el presidente, soy hincha de Independiente. Él era nuestro Plan A, pero se ve que él eligió ser el Plan B de Boca. En fin, se la jugó y quizás se queda sin el pan y sin la torta«. Nunca sabremos si Ramírez no le avizoraba un buen futuro al Plan A, cuestión es que su preferencia por Boca provocó que Javier Cantero le echara una maldición le cerrara las puertas al oriundo de Margarita.

Con el mal de ojos a cuestas, el traspaso de Tito a Boca comenzaría a estancarse cuando le tocó entrar en la discusión a Godoy Cruz, club que negaba a desprenderse fácilmente del goleador… sobre todo en vísperas de la primera experiencia del Tomba en Copa Libertadores. Mario Contreras -mandamás del bodeguero– fue contundente: «A los dirigentes les gusta más hablar con representantes que con los presidentes de los clubes (…) No he tenido ningún diálogo con directivos de Boca e Independiente por Ramírez. Tenemos el 60% del pase y nadie llamó. El resto es del grupo empresario de Miguel Pires. Si nos llaman vamos a pedir mucho dinero por dejarlo ir (…) Ramírez no es más barato que Suazo».

Según las noticias de la época, dicho llamado existió y la cifra que trascendió rondaba los 2.600.000 dólares. El representante del delantero, que por entonces integraba un grupo inversor dueño de un departamentito en Puerto Madero del 40% restante del pase, tiró la última carta ofreciéndole a Daniel Angelici una «ayuda económica». Aún así no alcanzó.

Días posteriores, mientras la novela nos seguía ofreciendo más tironeos y declaraciones cruzadas, Boca decidió avanzar con la contratación del Tanque Silva. Tito se había quedado sin el pan y sin la torta, para regocijo de Javier Cantero.

Posteriormente, el delantero se mostraría apenado por la chance perdida: «No sé cómo fue la negociación, pero ahora tengo que pensar en Godoy Cruz y lo que viene (…) Obvio que algo de bronca hay, más por perder una oportunidad así. Soy bastante fastidioso, pero tengo que hacer borrón y cuenta nueva».

La frase cliché que recorría los medios locales era que «el goleador se queda a gusto en Mendoza, donde recibe un trato excelente de los hinchas»Si hay algo que nos enseñan los malpases es que el cassette del autoconvencimiento (?) no siempre funciona bien. El bueno de Tito se quedó en Godoy Cruz a jugar la Libertadores, y se convirtió -luego de la eliminación en fase de grupos y la magra campaña en el torneo local- en el principal objetivo de amenazas perpetradas por el hampa tombino.

En pocos meses, Rubén Ramírez había pasado de verse levantando la Séptima (?) a marcharse por la puerta de atrás del idilio mendocino.

Mal Pase: Angeleri a Lazio (2009)

A comienzos de 2009, Marcos Angeleri atravesaba un gran momento de su carrera: consolidado como uno de los mejores defensores del fútbol local, encaraba con Estudiantes la ilusión de una nueva Libertadores y era convocado por Diego Maradona para las Eliminatorias al Mundial de Sudáfrica.

En ese contexto favorable, las ofertas para que Mambrú emigre al mercado europeo no se hicieron esperar. Hubo un gran desfile de pretendientes: Isabel Macedo, Jaqueline Dutrá, Evangelina Anderson, Susana Giménez, Pablito Ruiz Atlético de Madrid, Inter, Parma, Udinese, Porto, entre otros… pero, según dicen, sólo fueron sondeos.

El único ofrecimiento concreto y oficial fue el que le hizo la Lazio. El club italiano avanzó con serias intenciones de contratarlo, e incluso se animó a soñar con un combo que incluía a la Brujita Verón. Según las publicaciones de la época, el acuerdo entre club y club se cerró en 3,8 millones de euros por el pase definitivo e incluía la permanencia a préstamo en Estudiantes hasta junio de 2009.

Si bien la operación parecía cerrada, los representantes del jugador salieron al cruce acusando a Estudiantes de puentearlos. Esto obligó al Pincha (que temía que el jugador se marche libre de la institución) a ofrecer una compensación económica a los empresarios para destrabar la situación.

Las idas y vueltas entre dirigentes y representantes continuaron durante tres meses, hasta que a fines de abril de 2009 todas las partes se reunieron en Roma para finiquitar la transferencia. Y si bien las primeras noticias que llegaron desde Italia fueron alentadoras, a los pocos días se hizo pública la caída del pase.

Las declaraciones oficiales apuntaban a un desacuerdo entre las partes por los números del pase. Del lado de Angeleri, señalaron que «revisando los papeles [los dirigentes pincharratas] se dieron cuenta que la oferta era bruta, no neta». Y si bien la nota de Infobae no aclara porque Lazio se arripintió (sic)… suponemos que habrá sido al ver a Mambrú deambulando en Bolivia semanas previas a la reunión por hartazgo.

Luego del encuentro en Roma, Rubén Filipas -presidente de Estudiantes- aseguró que continuarían las negociaciones con los italianos, pero lo cierto es que el pase quedaría estancado por tiempo indeterminado.

Dos meses después, en medio de las fases finales de la Libertadores y convertido en número puesto del Diego en las Eliminatorias, el futbolista sufrió la rotura de ligamentos cruzados, frenando sus aspiraciones mundialistas y esfumándose cualquier chance de ser transferido… al menos hasta su regreso a las canchas en 2010.

Fue así que nos quedamos con ganas de ver a Angeleri con la bianca e celeste de la Lazio, una camiseta que le hubiese calzado a la perfección. Porque si había algo que no le faltaba a Mambrú, justamente, era la facha.

Colón con camisa negra y tiras rojas (2001)

El 15 de diciembre de 2001, Colón de Santa Fe saltó a la cancha de Huracán con una indumentaria inédita que llamó la atención de propios y extraños. Se trató de un conjunto negro de camisa y pantalón, decorado a uno de sus costados por dos tiras verticales de color rojo. La impresión general del conjunto fue buena, favorecida por la ausencia de sponsor en el frente de la camisa, lo que le permitió lucir por completo la sobriedad y delicadeza del Pata Pereyra de su diseño.

Este modelo vintage fue promocionado por la marca Puma como homenaje a una casaca alternativa utilizada en 1965, año del primer ascenso sabalero. Un detalle a favor del nuevo modelo fue la recuperación del escudo tradicional, ya que si bien Colón había cambiado de marca, seguía utilizando el escudo rossonero diseñado por Lotto en 1998 (y que bien puede observarse en las medias de los jugadores).

Otro detalle -no menor- era que la prenda superior se trataba realmente de una chomba que simulaba ser una camisa. El modelo tenía una tapeta de botones similar al de una camisa… pero que no se podía abrir. Una trampita (?) de diseño no detectable a la vista de los espectadores.

Si bien la novedosa indumentaria le trajo suerte al equipo de Jorge Fossati, y contó además con una gran aceptación por parte de Micky Vainilla del público sabalero, dicho modelo tuvo estreno y despedida esa misma tarde en el Ducó. El que más extrañaría las propiedades mágicas (?) de la camisa negra sería El Topo Gigena, quien con el gol del triunfo se había sacado la mufa de estar 8 meses sin convertir.

Como es de público conocimiento (?), la prenda abotonada no fue exclusividad de Colón, sino que perteneció a una línea retro que Puma continuó promocionando en otros clubes. Tal es así que poco tiempo después, el resto de los equipos vestidos por la misma marca (Gimnasia, Rosario Central y Talleres, por ejemplo) estrenarían el mismo «modelo de época«, aunque con algunas variaciones en el template y, en algunos casos, con un uso indiscriminado del patrocinio.

Pocos años después, Puma repetiría la experiencia con Colón, aunque esta vez no hubo gol del Topo mucha originalidad, sino un template tradicional en mitades verticales que jamás sería estrenado oficialmente en un campo de juego.

Agradecimiento especial a @fotobairesarg por el material fotográfico.