Almirante Brown con diferentes juegos de camisetas (1982)

El 27 de febrero de 1982, Almirante Brown jugaba uno de los partidos más importantes de su historia. En un colmado estadio de Vélez Sarsfield (sí: esa cancha se puede llenar), enfrentaba al candidato del torneo de Primera B de ese año: San Lorenzo.

El equipo de isidro Casanova, dirigido por la dupla López – Caballero, aguantó hasta donde pudo y se fue derrotado por 1 a 0, dejando una imagen pobre. Desde lo futbolístico y desde lo estético.

Es que las camisetas que presentó el Mirasol aquella tarde tenían pequeños detalles que las diferenciaban entre sí. Algunas tenían el logo de Sporlandia, otras no. Algunas tenían el bastón del medio en amarillo, otras en negro y varias directamente no tenían una línea central, formando una prenda asimétrica. Por lo menos, todas tenían el cuello redondo. Desprolijos, pero no tanto.

Nueva Chicago con parche (2022)

A partir de marzo de 2022, los de Mataderos comenzaron a utilizar una nueva camiseta, hecha especialmente para la temporada en curso. La gente de Mitre presentó un modelo sobrio, con los colores habituales y una gran diferencia con respecto a la del año pasado: la ausencia de un sponsor en el frente.

Hasta ese momento, La Nueva Seguros estropeaba el manto verde y negro, con su habitual combinación violeta y amarilla. Algo que, por fin, ya no se iba a ver. Sin embargo, el remedio puede ser peor que la enfermedad.

El inconveniente se presentó el 15 de marzo, cuando Nueva Chicago recibió a Agropecuario. Ante la obligación de utilizar un modelo alternativo que aún no estaba listo, se tuvo que recurrir al que se había utilizado anteriormente, pero con una salvedad: un poco delicado parche blanco tapaba el logo de la compañía aseguradora. Imperceptible (?).

La solución fue, lógicamente, mal recibida por los hinchas, aunque los aferrados a las cábalas la miraron con otra cara: con esta prenda, el Torito volvió al triunfo tras más de cinco meses. Está mal, pero no tan mal.

Torres (arquero de Sol de Mayo) con buzo de Colón (2019)

El sorteo de la Copa Argentina 2019 determinó que Rosario Central, campeón de la edición anterior, debutara frente a Sol de Mayo, un equipo de Viedma que jugaba en el Federal A.

La siempre polémica neutralidad de la competencia basada en un concepto de intervalo espacio-tiempo bastante particular, hizo que el partido se jugara en la cancha de Colón, a 1.200 kilómetros de la capital de Río Negro y a menos de 200 de Rosario.

Teniendo en cuenta esta particularidad, la cosa se le complicó al modesto club sureño cuando el árbitro Héctor Paletta vio el buzo del arquero Leonardo Torres y entendió que se podía confundir con la camiseta rival. Difícil ir a la utilería a buscar otro.

La solución estuvo en tomar prestado uno del dueño de casa, aunque hubiera que hacerle unos retoques: un poco de cinta para diseñar el número 1 en la espalda y un parche para tapar el escudo del Sabalero. Y a jugar.

La historia terminó de la mejor manera para los patagónicos: tras empatar en los 90 minutos, consiguieron avanzar a la siguiente ronda tras la definición por penales. Torres no detuvo ninguno, pero con su indumentaria ajena encandiló (?) a Germán Herrera y a Pablo Becker, quienes desviaron sus remates.

Rafaela «Atlético es Rafaela» (2017)

¡Qué lindas las camisetas sin publicidades! Aunque esta expresión cargada de nostalgia sea tomada como una verdad incuestionable, no siempre la cosa es así. Y hay motivos para justificarlo.

Primero, porque no todas las publicidades son de una compañía de seguros que usa el violeta y amarillo para estampar su nombre en el pecho de once tipos que irremediablemente se van a ir al descenso: hay casos en las que un “friendly sponsor” ayuda a que una camiseta sea más linda.

Segundo, porque a veces una marca hace más identificable a un equipo (Racing “Rosamonte”, Independiente “Ades” o Boca “Parmalat”, son algunos ejemplos).

Tercero, porque el hecho de que una inscripción aparezca al frente de una prenda no siempre es culpa del vil capitalismo.

En este último concepto se puede incluir lo hecho por Reusch en la presentación de su modelo para Atlético de Rafaela en la temporada 2017/18. La salida de Sancor, histórico auspiciante de la Crema, dejó un espacio vacío en la camiseta del equipo, algo que al parecer les resultó insoportable.

Por eso, se decidió estampar un innecesario “Atlético es Rafaela”. El resultado final daba una prenda tan hermosa como Formosa (?).

La inscripción, que no dejaba en claro si se trataba de una forma de atenuar la ausencia de la empresa láctea, una campaña para captar socios o simplemente una declaración unilateral sobre quién es el capo de la ciudad, duró solo un partido. Fue en la derrota ante Banfield, por Copa Argentina, en la provincia anteriormente mencionada.

Para el siguiente encuentro, el debut en el Nacional B frente a Gimnasia de Jujuy, la leyenda desapareció sin dejar reemplazante, poniendo en duda una vez más aquella relación entre la belleza y la ausencia de publicidades.

Racing camiseta Sportlandia y pantalones Adidas (1980)

La imagen corresponde a la tarde del 26 de octubre de 1980. Aquel día, Racing venció a Vélez por 2 a 0, utilizando camisetas de una marca, pero pantalones de otra. La celeste y blanca, que lucen Scalise, Barbas, Albisbeascoechea, Carlos López y Calderón, había sido confeccionada por Sportlandia. Los shorts, estaban a cargo de Adidas.

¿Otro detalle? Las casacas no tenían un bastón central, por lo que no eran aptas para personas con algún tipo de TOC ligado a la simetría. Igual esa perturbación mental no se había inventado en los 80’s, así que todo bien (?).

Más allá de la combinación de empresas textiles en el mismo equipo, hay otra cosa que se destaca por su rareza: la tribuna llena las pelotas que sostienen los jugadores marca Garcis, una empresa mexicana muy popular en su país en aquella época (vistió a Pumas, Guadalajara, Atlante, Tigres y hasta a la Selección). Esta compañía realizó algunos actos promocionales en Argentina, pero nunca llegó a comercializar sus productos.

San Martín de Tucumán gris con parche (2008)

El equipo tucumano había logrado el ascenso a Primera División en la temporada 2007/08 utilizando una camiseta suplente de color gris, algo bastante lejano de sus tradiciones, pero “permitido” en la era del marketing en el fútbol.

Unos meses después, cuando comenzó el campeonato en la máxima categoría, la pilcha alternativa seguía siendo la misma. Aunque esto no tuviera nada de malo, se presentaba un problema: el contrato de sponsoreo con Refinor, la marca que lucía en el pecho, había finalizado.

En las primeras dos fechas del Torneo Apertura 2008, San Martín no tuvo inconvenientes de vestimenta, ya que presentó una nueva casaca titular, totalmente libre de publicidades.

Sin embargo, para la tercera jornada, cuando recibió a Argentinos Juniors, tuvo que vestirse de gris. Como Kappa no había confeccionado un nuevo diseño, la solución fue el viejo y querido parche. Y aquí no ha pasado nada.

Miño con pechera (2020)

A primera vista, pasa desapercibido. Es que todas las miradas se las lleva esa extraña camiseta de Rosario Central o, en menor medida, los pantalones arremangados de Fabián Rinaudo. Sin embargo, el toque distintivo en la vestimenta del Canalla tuvo como protagonista a Marcelo Miño.

Sucedió el 29 de diciembre de 2020, cuando el equipo rosarino visitó a Aldosivi. A pesar de los colores del Tiburón, la pilcha preparada para los arqueros era completamente verde. Un riesgo.

Aunque desde el club insistían con que la Liga Profesional había aceptado este atuendo, el árbitro Fernando Rapallini determinó que podía confundirse con la habitual casaca del cuadro local, y ordenó modificarla. ¿La solución? Una pechera celeste, sin número y sin el auspicio del Banco Municipal. Un recurso simple, efectivo y horrible.

Huracán verde (2013)

Aunque oficialmente el Club Atlético Huracán fue fundado el 1º de noviembre de 1908, sus orígenes se remontan hasta 1903, cuando un grupo de adolescentes de Nueva Pompeya decidieron constituir un equipo que, tras varios cambios en su denominación, adquirió el nombre de “Verde Esperanza y Nunca Pierde”.

Unos años después, la institución fue formalmente constituida, adoptó su mote definitivo, estableció el color blanco en su divisa y dejó de lado el verde esperanza. Y lo de nunca pierde, también.

Recién en 2013, cuando la empresa Joma vestía al Globo, se le realizó un homenaje a aquel distintivo que Huracán usaba antes de ser Huracán. El diseño, confeccionado a partir de la solicitud de numerosos socios que propusieron esta variante, no parecía una mala idea, aunque su implementación no siempre fue la correcta.

La utilización de una camiseta verde ante equipos como Almirante Brown o Crucero del Norte no se justificaba más allá de una cuestión de marketing. Pero mucho menos había necesidad de repetir su uso ante Ferro.

Aquella tarde del 3 de marzo de 2014, los de Parque Patricios fueron Verdeolagas, mientras que los de Caballito se vistieron de blanco, como si fueran los Quemeros. Una jugada maestra (?) de la marca que vestía a ambos conjuntos. Cosas que un siglo antes no pasaban.