Bolzán Marcos

Marcos Bolzán

Hay jugadores que no pueden negar deberle casi todo a sus representantes. Las cosas buenas y las malas. Los éxitos y los fracasos de su carrera. Y en el caso en particular de Marcos Bolzán, nos queda incluso la enorme duda de si el título de baldosero no debería ser compartido por ambos. Jugador y representante.

Nacido el 25 de agosto de 1982 en Nogoyá, provincia de Entre Ríos, desde chiquito tuvo la certeza de que lo suyo sería el fútbol. Por eso, ya crecido, no dudó en hacer las valijas y mandarse en un colectivo a Santa Fe para probarse en Unión.

Pasó la prueba en las inferiores y empezó jugando de lo que sabía. De enganche. Pero con el correr del tiempo fue paseando no sólo por los shoppings de la capital santafesina sino también por dentro del campo de juego. Es que Bolzán llegó a jugar hasta de marcador lateral izquierdo para el Tatengue. Finalmente pudo encontrar su lugar en la cancha como volante por ese mismo sector.

El Gringo tocó el cielo con las manos el 16 de noviembre de 2001 cuando Leonardo Carol Madelón lo tiró a la cancha faltando quince minutos para tratar de empatarle un partido a Vélez en Santa Fe. La derrota final no pudo empañar un hecho que ya no se lo quitaría nadie: había debutado en Primera División. Su sueño se había hecho realidad.

A partir de acá todos los proyectos del ahora volante chocaron contra una pared de concreto. Porque en ese 2001 ya no jugó ningún partido más. Y la llegada de un nuevo año y de un nuevo técnico (Craviotto) empeoraron las cosas. Porque en todo el 2002 pudo jugar solamente un minuto. Sí. Jugó sólo 60 segundos y nada más. Fue por el Apertura contra Nueva Chicago en Mataderos, que el DT lo pusó en tiempo de descuento para aguantar un empate que el Tatengue necesitaba como loco en su lucha por no descender.

Sin embargo no todas fueron malas para Bolzán. O mejor dicho, tan malas. Porque si bien al año siguiente Unión finalmente se fue al descenso, nuestro homenajeado pudo jugar en 2003 sus únicos noventa minutos completitos en Primera División. Es cierto que no aportó mucho para que Unión no vuelva a perder (1-2 con Gimnasia en el Bosque) pero se sacó las ganas y probó las mieles de sentirse titular.

Lo que vino a continuación en su carrera es una confusa caída libre. Alternó en la B Nacional hasta que a mediados de 2006, un desgarro en su pierna hábil (?) lo sacó de las canchas. Y al recuperarse se encontró con una segunda pared de concreto en su carrera. Carlos Trullet no lo iba a tener en cuenta para el próximo campeonato. Apareció en ese momento en algunos medios un cierto interés de Talleres por tenerlo en su plantel. Es más, Bolzán se iba haciendo de a poco a la idea: «…la posibilidad está. Hablaron mi representante Esteban Kreig y Granero y puede darse, pero todavía hay que esperar». La realidad fue que si bien la gerenciadora de los Tallarines reconoció la charla, descartó de plano la operación.

Entonces en esos últimos días de 2006 tomó el toro por las astas y ya podrido de una guita importante que le debía Unión hace varios años, le dio vía libre a su representante para que negocie el pase a cambio de la deuda. Así fue como, dejando atrás a compañeros de la talla de Emanuel Ruiz, Pablo Islas y Fernando Navas, estampó la firma para San Martín de San Juan.

El cambio de aire le vino bárbaro al volante, pero su entrada a Cuyo no fue la soñada ni mucho menos. Es que en todos los diarios locales se podía ver clarito como el agua que en la lista de refuerzos que presentó el técnico Gustavo Quinteros, su nombre no aparecía ni por asomo como prioridad. En realidad era el plan B por si no se daba la contratación de Matías García de Huracán de Tres Arroyos. Entonces, a su arribo, el técnico tuvo que mostrar toda la cintura posible para tratar de salvar lo insalvable: “…con la llegada de Bolzán pienso que ese puesto está cubierto, aunque si también viene García todo sería mejor. Bolzán es un jugador con características lógicas para jugar por ese lado. Me gustaba mucho García porque lo conozco de las inferiores de Newell’s pero igualmente estoy conforme porque podremos usar a Roth por derecha que es el puesto donde más rindió».

En el Santo fue y vino, entró y salió. Compartió plantel con gente copada como Lisandro Sacripanti y Sergio Plaza y hasta hizo un gol muy recordado frente a Aldosivi. No por el gol en sí, sino porque fue hecho al toque de reestablecerse la electricidad tras un enorme apagón de más de quince minutos que casi suspende el partido. San Martín finalmente ascendió a la A en esa temproada, pero al Gringo le cerraron una vez más la puerta en la cara. El técnico no lo iba a tener en sus planes para el debut sanuuanino en la máxima categoría

Se rumoreó un posible retorno a Unión, pero Bolzán, tal vez ya cansado, decidió apostar fuerte sus últimas fichas. Se lanzó de lleno a una aventura en Europa. Tal vez siguiendo los mismos pasos de su hermano mayor Rubén, se mandó a Italia y ficho para el Grottammare de la serie D. Pino Aniello, el director deportivo del modestísimo equipo italiano, no pierde las esperanzas: “…en este momento nuestro problema es netamente de naturaleza creativa. Esperamos que Bolzán pueda darnos una mano en tal sentido».

A la fecha, además de poder verlo en la página web de Néstor Craviotto la realidad es que no se sabe mucho de él. O sí. Que tiene un representante que se mueve más rápido que los bomberos.

10 respuestas a “Bolzán Marcos

  1. Fue una epoca dificil del Tate, los refuerzos no andaban y tiraron a muchos pibes a la cancha para que «salven las papas»

    Yo tengo un buen recuerdo de Marquitos

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  2. APOYO TOTALMENTE A MAXI TATE ESTE MUCHACHO AL IGUAL QUE MUCHOS FUERON FORRIADOS POR TODA DIRIGENCIA Y CUERPO TECNICO QUE DESFILO POR NUESTRO GLORIOSO UNION DE SANTA FE ..,LA VERDAD A QUIEN LE INTERESE EL EMPRENDIMIENTO BIEN PODRIAN REALIZAR UN VERAZ DE DIRIGENTES Y TECNICOS Y HAY SI QUE ME DESPACHARIA A GUSTO.

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