Almirón Javier

Javier Alejandro Almirón

Integró la Selección Argentina que disputó el Mundial Sub 17 de Egipto junto a Franco Costanzo, Guillermo Pereyra, Luis Zubeldía y Gabriel Milito, entre algunos otros jugadores que desaparecieron jóvenes. Y fue allí mismo -entre pelotas y camellos- que decidió lo que quería para su vida: hacer la plancha. Claro, en el hall del Sheraton de El Cairo vio pasar a Joao Havelange, después a Julio Grondona y por último a Enrique Macaya Márquez. Demasiadas señales como para no darse cuenta cual es el lado correcto de la existencia (?).

Desde el día en que debutó en Primera su único objetivo fue permanecer el mayor tiempo posible en el plantel de Lanús. Claro que no lo hizo como Javier Zanetti en el Inter ni mucho menos como Ciro Ferrara en La Juve. Para lograr su cometido emuló algunas actitudes de Bernardo, el ayudante de El Zorro, junto a cosas de El Preso, aquel entrañable barman de Polémica en el Bar. Y así comió caliente durante nueve años.

Por El Grana desfilaron 3 presidentes, 15 técnicos y más de 200 jugadores y el tipo ahí andaba. Calladito, sin levantar la perdiz. A veces iba al banco. A veces entraba. Lo mandaban de lateral y no decía nada. Lo hacían jugar de central y ni una queja. Nunca hizo goles. Nunca una entrevista. Nunca capitán. Nunca figura. Ningún apodo. Los números indican que jugó 68 partidos, pero no dicen que en 30 de ellos ingresó entre el minuto 85 y el 94 y que sólo en 19 ocasiones disputó el partido completo. Y algunos piden posteo para el Pampa Calvo (?).

En julio de 2005 fue cedido un año a préstamo a la Segunda División Española, precisamente al Tenerife, club que no pudo hacerse con la opción de compra al encontrarse cerca de la bancarrota. De vuelta en Lanús, Ramón Cabrero lo mandó a decorar el banco de suplentes y, por supuesto, Almirón no le dijo nada. A mediados de 2007, se le concedió la libertad de acción y al torneo siguiente El Granate salió campeón por primera vez en su historia. Creer o reventar.

De regreso en la madre patria, Almirón se dedicó a recorrer el under sin echar raíces en ningún sitio: Polideportivo Ejido (2007/2008), Deportivo Alavés (2008/2009) y Girona (2009/2010) contaron con sus silenciosos servicios. En enero de 2011 se fue a la Segunda División rusa para jugar en el FC Luch- Energiya de la ciudad de Vladivostok ¿Donde? ¡Vladivostok! del lado oriental ruso, bien cerca de China y Corea del Norte. Andá a escucharle la voz ahora…

18 comentarios en “Almirón Javier

  1. Post correcto, aprobado con un 8 (?)
    La foto dice algunas cosas:
    – Franco Mendoza está a punto de pinchar la pelota con la uña.
    – La expresión facial de los dos indica la fealdad del partido y/o de ellos mismos.
    – La polusión visual de la indumentaria del Tomba.
    – La lluvia como trasfondo triste y melancólico de este baldosero librado al olvido (?)

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  2. LO TUYO CADA VEZ MEJOR CIRIACO….ES PRÁCTICAMENTE LA MISMA HISTORIA QUE FREDES…PERO POR LO MENOS ALMIRÓN BALDOSEÓ EN VARIOS LUGARES, AL OTRO LO DEVOLVIERON DE UKRANIA DE UNA PATADA EN EL TOOR A LOS 6 MESES.

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  3. al ver que el pantalón de Godoy Cruz tiene una propaganda que dice «nevado», comprendí que es lo que une al tomba con el turco Asad…

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  4. Viendo la foto que ilustra el post, para cuándo el homenaje a Franco Mendoza?

    También espero el homenaje para Miguel Paniagua, aquel 5 paraguayo que llegó a River durante la era Aguilar junto a su compatriota Javier Cohene Mereles

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  5. Hay un error en el post, apodos si se le conocen. Este amigo baldosero acusaba ser «El Tosca», mayor destilacion de baldoseridad todavia

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    • Un resentido de la vida sos maestro.Gran jugador ,gran persona,mucho huevo para irse de Lanús a seguir su carrera y triunfar en otros Países.

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  6. Gran carrera, de pocas letras pero carera al fin. Uno de los almohadones apoya culo del banco de suplentes del granate se llama Almirón

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  7. che en serio para cuando el post de el finado Franco Mendoza. A este comuñe ni lo registraba, porlo leido es un fiel seguidor del gran comedor de banco Bernardo Leyenda..

    CRI CRI

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  8. supuestamente Vladivostok es un puerto importante de 500mil personas, basicamente la ciudad mas importante de Rusia en Asia; pero igual no me sorprender que igual la region sea desolada, mas alla de los Urales hay quienes siguen en la edad de bronce. gran historia baldosera, sin brillo alguno pero le pagan en euros; ojala que algun dia Caruso lo rescate de «lo oso polare» como a Scotti.

    y con el milagroso Franco Mendoza no, hijos de puta. con sus 4-5 goles de ultimo minuto en ese Emelec de 2009 nos saco camp… bue terceros, pero teniamos a Peirone de 9 de area y Raponi de 10, no nos pidan mucho mas (?).

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  9. mejor ir a vladivostok y no a chechenia! van 2 errores en los comentarios,

    1) dicese que fue un partido aburrido cuando enrealidad estamos hablando de un 3-3 para adornar la seccion del legendario programa mision futbol conducido por el pato galvan

    2) el sponsor es Nevada una famosa tarjeta de la cual se dice que 8 de cada 10 mendocinos posee prolegomenos una.

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  10. La cara del «tosca» Almirón me hizo acordar a Carlos Pachamé, otrora leyenda del futbol pincharrata que tuvo su paso por el granate. El amigo personal de Carlos Salvador «Bidón» Bilardo tuvo dos perlas muy baldoseras, a saber:

    a) En 1979 jugó 3 partidos en el Rochester Lancers de la North American Soccer League con el dorsal número 14. No hay registros sobre su desempeño mas allá de un lacónico triple cero: Cero goles, Cero tarjetas, Cero asistencias.

    b) En su etapa en Lanús tuvo una salida por lo menos polémica. La situación económica del club no era de las mejores y se habían acumulado deudas con el plantel profesional. Ante la posibilidad de «cambiar» de aire Don Carlos Pachamé tenía claro que si se iba del club sin cobrar su deuda esta se volvería incobrable. Para evitar esta situación apeló al ingenio: ¡Se llevó la cancha de bochas! Si como leen, optó por cobrarse la deuda desarmando la cancha de bochas del club que estaba ubicada detrás uno de los codos de la Fortaleza granate. Todas las maderas fueron trasladadas para convertirlas en dinero y dejar las cuentas claras. Los vitalicios lo siguen esperando.

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