«Estoy orgulloso por poder jugar en el club más importante de Argentina», declaró Gonzalo Fierro apenas pisó Ezeiza, listo para disputar el Torneo Apertura 2010. Boca había acordado su pase con el Flamengo, y el chileno llegaba a préstamo por un año y con una opción de compra. La contratación había sido recomendada por Claudio Borghi, quien fuera su entrenador en el Colo-Colo. Pero durante los exámenes médicos surgió un problema: se le detectó una vieja lesión en su retina.
Sin descartar la incorporación, Boca salió a buscar una aseguradora que permitiera la llegada del mediocampista. Pero, al no aceptar ninguna póliza de las que le fueran presentadas, el club decidió no arriesgarse y canceló la operación. Desanimado, el director técnico terminó por aceptar la decisión de los dirigentes: “Hemos creído que al pedirlo le hacíamos un favor y lo terminamos perjudicando”. Aunque viendo la campaña del equipo en ese torneo, el perjudicado no fue Fierro precisamente.

aun si fuera ciego, si jugaba en el flamengo era por algo, yo lo hubiera traido. aunque mejor para Fierro, pues zafo del hilarante y desastroso ciclo Borghi (y tambien de que Borghi lo llamara «mina ciclope como la de Futurama» (?), y de las eternas discusiones sobre la linea de tres).
Me gustaMe gusta
Fierro-Viatri, Viatri-Fierro, todo cerraba. Lastima
Me gustaMe gusta
#2 jajajajaja! Un dupla temible. Algún fierrazo se debe haber pegado acá el comuñe no?
Me gustaMe gusta
Y si te echo un fierro?
Me gustaMe gusta
Iba a ser el carrilero por derecha del 3-4-1-2 de Borghi.
Me gustaMe gusta
tristelme de perfil, nadie se dio cuenta excepto yo
Me gustaMe gusta
Viatri-Fierro,que dupla mas temible hubiera sido…
Me gustaMe gusta