Atlético Tucumán naranja (1993)

La historia, rescatada hace unos meses por el diario La Gaceta, da cuenta de un hecho bastante particular que pone de manifiesto algo que desconocíamos: los tucumanos son daltónicos (?).

En 1993, Atlético Tucumán recibía a Talleres de Córdoba en el estadio Monumental José Fierro. Un equipo a bastones celestes y blancos, otro a bastones azules y blancos. ¿Podían confundirse? Sí, pero nada fuera de lo común para lo que sucedía en el Nacional B de aquel entonces, más precario y sin tanta indumentaria como ahora.

Sin embargo, el local disponía de dos juegos alternativos. Uno blanco con vivos celestes y otro naranja con vivos blancos. Toda una rareza este último, pero funcional para la situación que se presentaba ante La T. Fue así que, según cuenta la leyenda, el técnico Hugo Zerr eligió de movida la pilcha anaranjada para salir del paso. Claro que no esperaba la negativa del utilero, Néstor Usandivares, quien le explicó que usar esa casaca podría generar el rechazo de la gente, al confundir esos colores con los de San Martín, el clásico rival. El detalle es que el Ciruja está identificado con el rojo, no con el naranja. Pero bue.

Atlético salió a jugar con la camiseta blanca, pero en el entretiempo el árbitro insistió en cambiar de indumentaria. Según la autoridad, no había el contraste necesario para diferenciar a los jugadores. Hinchado las bolas, Zerr ordenó a sus hombres que se pusieran las camisetas naranjas, contradiciendo al utilero y haciéndose cargo de las consecuencias. ¿Y qué fue lo que pasó? Llovieron las puteadas.

Ni bien aparecieron los futbolistas decanos en el campo de juego, la hinchada empezó a silbar. «Si no cambian los colores, que quilombo se va armar», dicen que cantaron. ¿Resultado? Tuvieron que volver al vestuario para ponerse las camisetas del primer tiempo, mientras el utilero sonreía de satisfacción por haberle ganado la discusión al DT.

Después de tanto quilombo, el partido terminó 0 a 0. Y eso no es todo, porque hace poco San Martín de Tucumán presentó una casaca naranja.

Utilero, el tiempo te dio la razón (?).

8 comentarios en “Atlético Tucumán naranja (1993)

  1. talleareada indirecta. y si, a decir verdad ese tono de naranja no estaba tan lejos del rojo, peor aun si lo combinas con blanco – aunque sea ponele naranja con negro o algo… eso si, el mayor error es la alterna «blanca con celeste» cuando los titulares ya tienen esos colores, no podes – que diria Blatter (?)

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  2. Esa tarde estuve en la cancha, el primer tiempo se jugó con las indumentarias siguientes: el Decano de blanco con vivos azules y talleres de talleres, el pedido de cambio vino en el entretiempo, pero al salir a la cancha el decano fue abucheado …no se jugó ningún minuto, se tuvo que sacar la camiseta antes de jugar todo el plantel. Aguante decano, teresas travas

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