Segurola y Habana: Caruso Lombardi Vs. Fabián García

Enfrentamientos históricos, peleas memorables, duelos personales. De eso se trata esta nueva sección: Segurola y Habana, la esquina de En Una Baldosa. Esperemos que dure más que 30 segundos (?).

Hay momentos que quedan, a perpetuidad, grabados a fuego en el inconsciente colectivo. ¿Qué hacías cuando te enteraste del doping positivo del Diego en USA 94? ¿Dónde estabas cuando cayeron las Torres Gemelas? ¿Con quién andabas cuando palmó Néstor? ¿Con quien te abrazaste cuando se murió Julio Grondona? ¿Y cuando Bergoglio se transformó en Sumo Pontífice?

En fin, en el Olimpo de situaciones inmortales –aquellas que generan tantas sensaciones como personas haya en la Argentina- ningún hecho se compara a este que, de tan triste, ya se transformó en glorioso. ¿Un día de Furia? ¿Street Fighter? ¿El final de Rocky V? No. Ricardo Caruso Lombardi contra Fabián García en las calles de Constitución y con trasmisión casi en directo para todo el país.

El grotesco sucedió el lunes 14 de mayo de 2012, cuando el incorregible Ricky fue a los estudios de T y C Sports para dar una entrevista en el programa Estudio Fútbol. Tras despuntar su pasión de estar frente a las cámaras y, ya que estaba, despotricar contra los árbitros, el fixture y la opinión futbolística del resto de los humanos, el entonces técnico de San Lorenzo salió del canal en búsqueda de su automóvil, el cuál había dejado en el estacionamiento de en frente. Fue allí donde se cruzó con Fabián García, el ayudante de campo de su antecesor en el banco Cuervo, quién se estaba limpiando caca de perro de sus zapatos, sin (?).

García, con la sangre en el ojo por la sospecha que El Tano había hecho una vieja y querida “cama” para quedarse con el puesto de Leonardo Madelón y que, además, se sentía ofendido por algunos dichos de Caruso sobre la falta de preparación física del plantel, fue el primero en acertar un golpe tras los insultos de rigor.

El ayudante de campo se fue con dirección a la esquina y al rato llegó el técnico, quién en el camino se arrepintió de usar una silla para partírsela por la cabeza a su contrincante. El resto es historia conocida, ya que en ese momento llegaron las cámaras para dejar testimonio de un bochorno histórico e inolvidable de nuestro fútbol: “Te viniste condosotre” (x5), Vasir en canaigua” (x5), “No me midas” (x4), “Mataste a uno” (x4) y el sopapo a la gorra del policía se trasformaron en remera, hashtag y objetos de culto in eternum.

A la hora de hacer memoria y balance (?), hay que decir que aunque el técnico aparentó llevarse las de perder -ya que se ligó al menos un tortazo histórico, envejeció un par de años ante semejante ataque de nervios y quedó como un mitómano al sostener, hasta el día de hoy, que en realidad García lo atacó con una patota- el ayudante de campo de Madelón quedó estigmatizado por un hecho policial de antaño y no volvió a laburar. Así que ya sabemos quién perdió: el fútbol. Sólo resta preguntarle al soberano (?):

¿Ganador?