Especiales: números goleadores

La hipótesis es simple: desde que se establecieron los números fijos en el fútbol argentino, la mayor cantidad de goleadores de cada torneo llevaron el 9 en la espalda. ¿Esto será así? ¿Habrá otros dorsales que puedan sorprender? ¿Vivimos en una mentira? La única manera de saberlo, es investigando. Y de eso se trata esto.

Antes de arrancar, una aclaración: para este informe, solo se cuentan los campeonatos de liga. Nada de Copa Argentina, Copa de la Superliga, Copa de la Liga o similares. Ahora sí, los datos.

Para el Apertura 1997, la AFA estableció que cada futbolista debía estar identificado con un número por todo el campeonato. La norma quedó fija a partir de la tercera fecha, y cada club hizo la lógica: el 9 fue para el goleador. Bueno, no en todos los casos. Por ejemplo, en el Deportivo Español ese dorsal lo usó el Pepe Basualdo.

La cuestión es que Rubén Da Silva fue el que más veces la metió en ese torneo. Usando el 9, obvio. Desde allí, la tradición (?) continuó hasta nuestros días, aunque hubo muchas excepciones.

Para hacerla corta, acá está el resultado: como marca la lógica, el mencionado dígito es el que más veces terminó con un jugador como máximo goleador de un torneo. Hasta el momento, desde aquel Apertura 1997 hubo 54 goleadores diferentes, y el 9 se repitió 21 veces. Lideran cómodamente.

El segundo lugar es para la camiseta número 7, con 5 apariciones. Todo gracias a las rachas de José Luis Calderón (Clausura 1999), Javier Saviola (Apertura 1999), Ernesto Farías (Apertura 2003), el Chino Luna (Clausura 2012) y el Picante Pereyra (Inicial 2013).

La sorpresa llega en el último escalón del podio. Con 4 liderazgos en la tabla de artilleros, se ubica la camiseta Nº 32. Esto es gracias a lo que hicieron Nacho Scocco (Inicial 2012 y Final 2013), Emmanuel Gigliotti (Final 2013) y Mateo Retegui (Liga Profesional 2022).

Y después, vienen varios más. De los que quedan, vale mencionar al 11, 18 y 19, con 3 tres títulos de goleo (?) cada uno.

Curiosidades:

– El goleador más repetido es José Sand, con 3 torneos en su haber: Apertura 2008, Clausura 2009 y Primera División 2016. Siempre en Lanús, siempre con el 9.

– Hay varios futbolistas que fueron 2 veces goleadores de torneos. Pero a los fines de esta indagación, se destacan los que lo consiguieron con números diferentes. Ellos son Santiago Silva (usó el 9 en el Apertura 2009 con Banfield y el 23 en el Apertura 2010 con Vélez), Javier Cámpora (usó el 19 en el Apertura 2005 con Tiro Federal y el 25 en el Clausura 2011 con Huracán) y Silvio Romero (usó el 10 en el torneo de Primera División 2014 con Lanús y el 18 en la Superliga 2019/20 con Independiente).

– El campeonato de Primera División 2014 (también conocido como Torneo de Transición) fue el único que tuvo tres goleadores. El datazo (?) es que ninguno llevaba el 9. Silvio Romero (Nº 10), Maximiliano Rodríguez (Nº 11) y Lucas Pratto (Nº 12) fueron los que más festejaron.

La tabla completa de dorsales goleadores (1997 – 2024):

9 – 21 veces.

7 – 5 veces.

32 – 4 veces.

11, 18, 19 – 3 veces.

14, 15, 20 y 29 – 2 veces.

10, 12, 16, 22, 23, 25 y 30 – 1 vez.

Voy Al Arco: Brown (1999)

Aston Villa y Charlton Athletic igualaban 3 a 3 en un emocionante encuentro de la Premier League. Quedaban 12 minutos para el final. De repente, viene un pelotazo sobre el área del visitante. Corre el delantero Julian Joachim. Sale el arquero Andy Petterson. Topetazo. El guardameta ve la tarjeta roja. ¿Lo bueno? Su equipo no había realizado ningún cambio. ¿Lo malo? No hay ninguno en su puesto entre los suplentes. ¿Lo raro? Hay un defensor que ya tiene experiencia bajo los tres palos. Y a él recurren.

Steven Byron Brown fue un histórico zaguero del Charlton: defendió esa camiseta entre 1990 y 2002. Durante ese tiempo vivió ascensos, descensos, campañas buenas, regulares y malas. Y, como en este partido, hasta le tocó atajar. Aunque esa no fue la primera vez: a lo largo de su historia en el club londinense, fueron cuatro las ocasiones en las que se puso el buzo y los guantes.

Aquella tarde ingresó en lugar del mediocampista John Robinson, pero con la indumentaria del compañero expulsado. Apenas se movió la pelota, intervino para desactivar un tiro libre venenoso. Y hasta metió algún contraataque aprovechando la potencia de su remate. La solvencia mostrada contagió a sus compañeros, que lograron el triunfo sobre el final del partido.

Esta épica victoria, conseguida en la anteúltima fecha, dejó al Charlton con posibilidades de salvarse del descenso en la jornada final. Sin embargo, esto no sucedió: la caída frente al Sheffield Wednesday los mandaría al Championship. Vaya uno a saber que pasaba si en ese encuentro también atajaba Brown.