A finales de la primera década de éste siglo, River Plate tu grato nombre, comenzó a mostrar signos de bulimia institucional hasta a la hora de armar amistosos internacionales.
Cansados de esperar la invitación para enfrentar a gigantes como Real Madrid, Arsenal o Lazio, tal como ocurriera antaño, los de Aguilar apechugaron y se fueron al otro lado del planeta para disputar la Korea Peace Cup, sin reparar que tal vez no les quedaba rollo en la maquina de fax. Circaba julio de 2007.
Y allí, por la primera fecha del torneo, el equipo de Passarella venció por 1 a 0 al Reading de Inglaterra en el estadio mundialista de Suwon. ¿Qué era el Reading? Un equipo chico de una localidad satélite de Londres que venía de disputar su primera temporada en la Premier League y que desestimó participar de la Copa Intertoto para ir a enfrentar al Millonario. Hazte fama…
Al menos, Matías Abelairas se dio el lujo de marcar el único tanto con un exquisito tiro libre en el mismo arco donde Richard Morales la chengueó en el último minuto del empate 3 a 3 con Senegal, que marcó la eliminación de Los Charrúas en la primera ronda del Mundial 2002. Uruguayos tenían que ser…
Allá por el verano de 2000 Boca Juniors se preparaba para participar de la Copa Libertadores que unos meses más tarde terminaría ganando. Para tal objetivo, el cuadro dirigido por Carlos Bianchi procuró reforzarse con un volante que le aportara experiencia y categoría. Y el elegido fue Christian Bassedas, el hombre de Vélez Sársfield.
Las negociaciones entre los dirigentes fueron avanzando cada vez más, hasta que finalmente se pusieron de acuerdo de palabra. Fue así como el Xeneize inscribió al jugador y le abrió las puertas para terminar de cerrar la operación.
El 11 de febrero de 2000, Bassedas entrenó por la mañana con Vélez y por la tarde se hizo la revisión médica con el doctor de Boca. Ya casi llegando a la noche, se fue hasta La Bombonera y antes de entrar se sacó una foto con La Raulito. Simbólicamente ya era bostero.
Sin embargo, una vez adentro, Bassedas se enteró que había una pequeña diferencia entre lo que pretendía Vélez y lo que estaba dispuesto a negociar Boca. ¿Cuál era el problema? La cláusula del contrato sobre una futura venta.
Un rato más tarde, el volante abandonó la reunión y regresó a Vélez, donde jugaría un torneo más, antes de ser vendido al Newcastle de Inglaterra.
El que falta en el grupo que completan Centurión, Fariña y Viola. Media punta o delantero, fue subido a Primera a los 16 años y jugó en los torneos de verano. Era una de las mayores promesas de Racing y en la Selección Sub 17 su suplente era Erik Lamela.
Luego de un partido de reserva ante Estudiantes, en agosto de 2010, fue arrestado acusado de haber asesinado a Samuel Quiles de un balazo a la salida de un boliche en La Cañada, partido de Quilmes.
Desde un primer momento, Risso Patrón se declaró inocente: “No conocía a la victima, esa noche estaba en mi casa con mi novia, mi viejo y cuatro amigos. Terminé de jugar contra Estudiantes, llegué a casa y mi mamá me dijo que me acusaban de un homicidio. Fui a la comisaría para averiguar, me sacaron el cinto y me metieron a un calabozo. A la semana y media me trasladaron al penal de Florencio Varela” y continuó: “Uno de los que me apuntó es primo mío y hace poco me mandó una carta pidiéndome perdón y me confesó que el verdadero asesino lo había amenazado. Hasta el padre de la víctima sabe que yo no maté al hijo y se lo dijo al fiscal”.
Además lamentó todo lo que quedó en el camino: “Me tocó sufrir, pasar hambre. Yo mantenía a mi familia. Mis viejos no podían venir ni tenían nada para traerme. Yo pagaba el colegio de mis hermanos y ahora tuvieron que cambiarse de escuela. Al poco tiempo de caer preso, Racing me anuló el contrato. Fariña, Hauche y Viola llamaron a mi familia. Les pedí que me vengan a ver, pero nunca lo hicieron”.
A finales de 2012 y con 20 años recién cumplidos fue condenado a 11 años de prisión.
René Higuita
Una leyenda del arco que no necesita presentación. En principio, el poder judicial colombiano se lo montó de un huevo (?) cuando, a la vista de las cámaras, visitó a Pablo Escobar Gaviria en la cárcel de La Catedral en 1992.
En 1993, El Rey Escorpiónfue detenido luego de ir pagar el monto exigido por los secuestradores de la hija de un amigo, algo terminantemente prohibido por la ley colombiana.
Por ese hecho fue recluido en la cárcel Nacional Modelo de Bogotá y se perdió de participar en las Eliminatorias y en el Mundial ´94, pese a que era el preferido de Pacho Maturana. Al menos, ganó varios torneos de internos (?).
Tras seis meses y una huelga de hambre, el 31 de diciembre de 1993 Higuita fue puesto en libertad condicional, en lo que fue denominado por el ex presidente César Gaviria como: “Un regalo de fin de año para todos los colombianos”.
En 2005, Higuita le ganó un juicio de 300 mil dólares al estado por Arresto Injustificado.
Maxim Molokoedov
En una historia parecida a «Expreso de Medianoche», el jugador ruso del FC Pskov de San Petesburgo fue detenido en el aeropuerto de Santiago de Chile, cuando provenía de Ecuador e intentaba llevar a España seis kilos de cocaína escondidos entre libros infantiles (?).
Tras ser condenado a tres años de prisión, El Rucio comenzó a mostrar su habilidad en el patio de la Penitenciaria Municipal, donde llamó la atención del técnico Frank Lobos quién lo comparó con Luis Figo y, gracias a la gestión de Claudio Borghi, pudo acercarlo al Santiago Morning. Claro, con un permiso especial para entrenar y para jugar los días de partido.
Debutó por la Copa de Chile en el triunfo 2 a 1 sobre Unión La Calera y días después fue la figura en un 3 a 3 ante la Universidad de Chile. “En la penitenciaría me van a felicitar más los colocolinos, son mayoría allá” declaró El Ruso. Hoy es la estrella de la Segunda División.
Si bien al cumplirse dos años de su condena recibió el indulto para extranjeros, Molokoedov renunció a ese beneficio para permanecer en el país trasandino ¡Y sigue preso! “Todos los cabros tenían fe en que iba a jugar, preferí quedarme y jugar, porque sé que voy a triunfar”, declaró en un ruso chilenizado (?).
Además manifestó que su sueño es jugar un Mundial para La Roja y cuando se le consultó por que le pasó lo que le pasó fue contundente: “Por Huevón”.
Cristian López (El Chori)
Durante un amistoso entre Estudiantes de La Plata y los presos de la Unidad de Dolores, allá por 2008, quién llamó la atención de Roberto Sensini fue un delincuente. Aunque no se trataba de Wilchez, Badell ni Pirchio, sino de Cristian López quien cumplía una pena de seis años por robo agravado por el uso de armas.
Tras la recomendación de Boquita, Marcelo Philippe, técnico de Alvarado de Mar del Plata, le tomó una prueba y grata fue su sorpresa cuando se encontró con un volante rápido, de gran despliegue físico y buen trato de pelota.
López, oriundo del barrio Regional de la ciudad balnearia, consiguió un permiso especial para jugar el Argentino B, además de una transferencia de Dolores a Batán (?).
Compartió plantel con otros ladrones jugadores como Junior Ischia, Gabriel Christovao yLeonardo Tambussi y hasta tuvo sus 15 minutos de fama cuando María Julia Olivan lo entrevistó para Argentinos por su nombre.
Todo comenzó cuando, con su habitual diplomacia, el lateral se despachó ante las cámaras de Indirecto por T y C Sports: “Quiero jugar ahí, es un club importante. Y ya hablé con Marcelo Tinelli. La posibilidad está y como yo ya tenía ganas de volver a jugar en Brasil, cuando surgió lo de San Lorenzo le di carta libre a Guillermo Marín para que negocie. Aunque para enero, ahora no puedo irme de Fenerbahce, pueden enojarse, je». Petiso pero no Burrito el brasilero (?).
Con el correr de los días y al ser consultado, el mismo DT cuervo, Diego Simeone, dio por finalizada la versión aunque mandando un tiro por elevación a dirigentes y empresarios allegados: “No me interesa. Acá hay que ir despacio, tener equilibrio. A algunos les gusta una morocha y otros una rubia”.
Ah, a mi me encanta la morocha. Y a un bañero amigo también…
Responsable como siempre, el Workaholic (?) Alfio Basile se quedó en Tandil por que estaba con resaca los titulares de Boca Juniors, poniéndolos en pedo a punto para el arranque del Clausura 2006.
Entonces, el 10 de enero de aquel año envió en su reemplazo al Marido de la Mujer de Abel Alves para que comande a estorbos pibes y estorbos suplentes en el empate 1 a 1 ante Racing Club de Avellaneda en Salta.
En la foto, arriba: Edgar Espíndola, Matías Silvestre, Jonathan Maidana, Claudio Morel Rodríguez, Ezequiel Medrán y Freddy Guarín. Abajo: Juan Matías Fischer, Pablo Ledesma, Eduardo Casais, Nery Cardozo y Guillermo Marino.
Nobleza obliga, El Coco dirigió los siguientes encuentros de ese Torneo de Verano, aunque no tuvo la necesidad de ir a un destino exótico como Salta (?). El resto de los partidos fueron en el escenario natural de estas competiciones: MendozaMar del Plata…Y el Boca de Basile salió campeón. Salud.
Aunque cueste creerlo, esta es la formación de Racing más aberrante que se encuentre en un Torneo de Verano. Es entendible, La Academia suma más campeonatos estivales que títulos de AFA. De ahí la seriedad que siempre mostró del 10 al 25 de enero.
Lo que no fue nada serio, claro esta, fue la foto que se sacó el equipo: un combinado de juveniles que nunca explotaron, más algún campeón del pasado (Campagnuolo), un campeón a futuro (Sosa en Boca) y un campeón de nada (Falcón); que ni siquiera sabían formar y que, además de un colado, estaban rodeados de nenitas y nenotas.
En la foto, «arriba»: Sánchez Sotelo, Campagnuolo, Aveldaño, Martín Wagner y Matías Martínez. «Abajo»: Leandro González, Franco Sosa, Falcón, José Luis El Rayo Fernández, Respuela y Gonzalo García.
Esa noche derrotaron a San Lorenzo 1 a 0 en Mar del Plata con gol de Martínez. La hinchada se quedó más de media hora revoleando las remeras, los jugadores hablaron ante cualquier microfono que se les cruzó en frente y hasta algún medio tituló: «Apuesta a futuro», llevando a varios juveniles al Casino.
Año nuevo, vida nueva. Y vaya si lo sabrá River Plate, que en el verano de 2008 comenzó un año que sería bisagra para toda su existencia. Ese 11 de enero, en el estadio José María Minella de Mar del Plata, se inauguró el histérico Ciclo Simeone. Si, ese mismo germen que desencadenaría una pandemia que dejaría secuelas imborrables en Núñez, Belgrano y alrededores.
Esa noche el técnico llegó al Mundialista, se puso un slip ajustado y sexi, después un traje Versace al tono, luego unos zapatos Jesús Canovas, un poco de gel, un Rolex de platino y finalizó con un Tramontina entre los dientes para luego balbucear: “(Arriba) Ojeda, Nasuti, Mussachio y Gerlo. (Abajo) El Cebolla Sciorilli, Abelairas, Domingo, Buonanotte, Damián Lizio, Marco Rubén y Villagra”.
Se ve que los jugadores no entendieron mucho sus palabras y, desconcertados, formaron de manera asimétrica en el empate 1 a 1 con Independiente. Poco importó el gol de Abelairas. Aunque suene repetitivo, lo concreto es que esa noche comenzó el Ciclo de Diego Pablo Simeone como técnico de River Plate. Con todo lo que eso implica. Que Dios, la patria y Angelito Labruna se lo demanden (?).