[A la inversa] Voy Al Arco: Shamal George (2016)

En plena etapa de crecimiento, sabiendo que por delante tenía tres jugadores en su posición y conformándose con formar parte del plantel de uno de los equipos más importantes del mundo. Bajo estas circunstancias, este joven arquero inglés hizo su debut extraoficial en el Liverpool en un amistoso frente al Huddersfield Town, el 20 de julio de 2016.

Aunque los Reds contaban con Simon Mignolet, Loris Karius y Alex Manninger para cubrir su arco, aquella noche fue Shamal George el que tuvo su oportunidad… como delantero. Sí: a pesar de dedicarse a evitar goles, en su presentación ante el gran público tuvo otra función.

Al ser un encuentro con reglamento flexible, se permitieron una gran cantidad de cambios, como pasa en muchos encuentros informales. Jürgen Klopp exprimió al máximo esta circunstancia al meter 6 modificaciones en el entretiempo, quedándose sin jugadores de campo suplentes ante cualquier eventualidad.

Se sabe que al entrenador alemán le gusta jugar al límite, experimentar emociones fuertes. Aunque, según sus palabras, el ingreso de George como delantero no estaba entre sus cálculos. Quedaban 25 minutos cuando Lucas Leiva debió salir lesionado, y el DT no se había acordado del juvenil arquero: «estaba parando al equipo para que juguemos con 10 jugadores y me gritaron su nombre desde el banco.» Tan improvisada fue la cosa que su camiseta no tenía nombre ni número. Y así jugó.

Su tarea fue presionar a los centrales y bajar cuanto pelotazo le cayera. ¿Oportunidades de gol? Ninguna, pero pudo haber entrado en la historia si ejecutaba un penal que el Liverpool tuvo en el último minuto. Finalmente, el español Alberto Moreno se hizo cargo del remate a pesar del pedido de los hinchas para que lo pateara el debutante.

Esto fue lo más destacado de George en el club: nunca tuvo oportunidades de formar parte del primer equipo y, después de ser prestado a varias instituciones del ascenso inglés, en 2020 no logró renovar su vínculo, quedando libre. Desde entonces, la sigue peleando lejos de las luces de la Premier League. Eso sí: siempre desde el arco.

Voy Al Arco: Brown (1999)

Aston Villa y Charlton Athletic igualaban 3 a 3 en un emocionante encuentro de la Premier League. Quedaban 12 minutos para el final. De repente, viene un pelotazo sobre el área del visitante. Corre el delantero Julian Joachim. Sale el arquero Andy Petterson. Topetazo. El guardameta ve la tarjeta roja. ¿Lo bueno? Su equipo no había realizado ningún cambio. ¿Lo malo? No hay ninguno en su puesto entre los suplentes. ¿Lo raro? Hay un defensor que ya tiene experiencia bajo los tres palos. Y a él recurren.

Steven Byron Brown fue un histórico zaguero del Charlton: defendió esa camiseta entre 1990 y 2002. Durante ese tiempo vivió ascensos, descensos, campañas buenas, regulares y malas. Y, como en este partido, hasta le tocó atajar. Aunque esa no fue la primera vez: a lo largo de su historia en el club londinense, fueron cuatro las ocasiones en las que se puso el buzo y los guantes.

Aquella tarde ingresó en lugar del mediocampista John Robinson, pero con la indumentaria del compañero expulsado. Apenas se movió la pelota, intervino para desactivar un tiro libre venenoso. Y hasta metió algún contraataque aprovechando la potencia de su remate. La solvencia mostrada contagió a sus compañeros, que lograron el triunfo sobre el final del partido.

Esta épica victoria, conseguida en la anteúltima fecha, dejó al Charlton con posibilidades de salvarse del descenso en la jornada final. Sin embargo, esto no sucedió: la caída frente al Sheffield Wednesday los mandaría al Championship. Vaya uno a saber que pasaba si en ese encuentro también atajaba Brown.

Voy Al Arco: Vinnie Jones (1995)

Glamour, exquisitez, tradición y elegancia. Al pensar en Wimbledon, es inevitable no asociar estas características a dicha ciudad inglesa, gracias al histórico torneo de tenis disputado en el All England Club.

Sin embargo, durante varios años, esta localidad tuvo otro símbolo deportivo. Se trataba de Vinnie Jones, alguien que representaba todo lo contrario: violencia, hostilidad, rudeza y un desprecio absoluto por la integridad física de cualquier adversario.

Más allá de esto, se debe reconocer que aportaba mucho al espectáculo. Y no solo por su posterior carrera como actor. El mejor ejemplo se dio el 21 de octubre de 1995, cuando el Wimbledon FC visitó al Newcastle United por la 10ª fecha de aquella Premier League.

A los 12 minutos del segundo tiempo, el equipo visitante sufrió la expulsión del arquero Paul Heald. Sin cambios a disposición, y cayendo por 3 a 0, Jones no tuvo problemas en pedir un buzo, ponerse los guantes y encarar hacia la portería. Hasta se tomó un tiempo para hacerle una reverencia a la hinchada rival.

Durante más de media hora en esa posición, el improvisado guardameta tuvo mucho trabajo. Cuando le tocó intervenir, lo hizo de manera correcta, aunque sufrió tres goles que dejaron un marcador final de 6 a 1.

Voy al Arco: Morro y Ormart (2022)

Habitualmente, un equipo mantiene al mismo arquero durante los 90 minutos. Puede pasar que tenga que ser reemplazado por el suplente. Muy rara vez, tres personas diferentes se ponen los guantes defendiendo el mismo arco. Lo que ya directamente roza lo sobrenatural es que sean cuatro futbolistas los que ocupen ese rol en el mismo partido, y con el mismo escudo.

Esto último ocurrió en el fútbol del ascenso argentino el 2 de octubre de 2022, cuando Defensores Unidos de Zárate recibió en su estadio a Argentino de Quilmes. Se jugaba la última fecha del torneo de la Primera B, y la tarde pintaba para pasar desapercibida. Es que el local ya estaba clasificado para el reducido, y el visitante, sin posibilidades matemáticas de nada (?), solo viajaba para cumplir.

De esta manera, el primer tiempo transcurrió sobre los carriles normales, con el CADU yéndose al vestuario 2 a 1 arriba. En el complemento, llegaría el descalabro.

Al inicio del segundo tiempo, el portero suplente Sergio Meli reemplazo al titular Fernando Vijande, lesionado. Hasta que, faltando 25 minutos para el final, salió del área, cometió una dura infracción y vio la tarjeta roja. ¿Y ahora?

El encargado de ponerse los guantes fue el defensor Nicolás Morro, quien no estaría a la altura de semejante responsabilidad.

Primero, no opuso resistencia ante un débil tiro libre. Luego, nada pudo hacer frente a un nuevo ataque del dueño de casa. La cosa ya estaba 4 a 1 y podría ser peor, por lo que el entrenador Juan Carlos Kopriva tomó una decisión: volver a cambiar al arquero.

Matías Ormart, que estaba de suplente, ingresó al campo de juego y pidió la número 12. De esta manera, actuó bajo los tres palos durante el último cuarto de hora. Le fue mucho mejor que a su antecesor: no recibió goles y hasta tapó un mano a mano. La sonrisa ante la cámara al final del partido estuvo justificada.

Voy Al Arco: Simon Downer (2017)

Sos el arquero suplente de un humilde conjunto del ascenso inglés, tenés 45 años y pesás más de 140 kilos. ¿Qué puede pasar si te comés un pastel de carne en el banco de suplentes mientras tu equipo disputa el partido más trascendente en su historia? Lo que le pasó al inolvidable Wayne Shaw: verse obligado a renunciar envuelto en un escándalo de apuestas tras un partido de FA Cup frente al Arsenal.

La consecuencia para el simpático ex guardameta fue quedarse sin trabajo. Y para el Sutton United, fue quedarse sin un confiable relevo que no tenga pudor en embarrarse en las duras canchas de la National League.

Como es lógico en estas situaciones, lo iba a necesitar muy pronto: apenas 5 días después de aquel juego, el titular Ross Worner sufrió una lesión en el choque ante el Torquay United y tuvo que dejarle su lugar al defensor Simon Downer. Se habían jugado sólo 16 minutos y, para colmo, el Sutton caía por un gol, jugando como visitante.

Ante el pesimismo que podía generar esta situación, se activó el #SuttonPositivo, y la cosa empezó a cambiar: antes del final del primer tiempo llegó el empate. Y, aunque apenas comenzada la segunda parte cayó el segundo tanto del Torquay, enseguida vinieron dos gritos más de la visita para dar vuelta el partido y llevarse un triunfazo del siempre difícil Launa Windows Stadium.

La alegría por la victoria le permitió al improvisado arquero meter un chascarrillo para recordar al bueno de Wayne. Y a sus pasteles de carne.

Voy Al Arco: Dahwling Leudo (2020)

El comienzo del Grupo D perteneciente a la Copa Libertadores 2020, había dado un indicio de lo importante que sería hacerse fuerte como local. Los equipos que tenían como aliada a la altura, Liga de Quito y Binacional, aprovecharon esta ventaja y se quedaron con la victoria en la primera jornada.

En la segunda fecha, los que jugaron en su casa fueron San Pablo (ante los ecuatorianos) y River (frente a los peruanos). Ambos triunfaron, aunque lo del Millonario directamente fue un abuso: se impuso por 8 a 0. Sus hinchas vivieron una gran noche, pero mejor la pasaron los afortunados que usaron un código Marca apuestas: se trata de una empresa que ofrece seguridad, fiabilidad y diversión en los juegos de azar online.

El partido tuvo varios hechos no habituales, además de la exagerada cantidad de goles. Por ejemplo, Nicolás De la Cruz y Nacho Fernández erraron un penal cada uno. Por el lado del visitante, el que tuvo una noche atípica fue Dahwling Leudo, quien comenzó jugando como mediocampista y terminó en el arco.

Luego de un digno primer tiempo en el que la diferencia fue de sólo un gol, en la segunda etapa los de Gallardo no tuvieron piedad. Y, en medio de la vejación (?), el mencionado futbolista fue protagonista.

Primero, al hacer el papel de médico ante una lesión de John Fajardo, que había quedado con su brazo izquierdo dolorido luego de bloquear un centro de Matías Suárez. ¿Qué hizo Leudo? Le acomodó el brazo a su compañero para evitar que tenga que salir del campo de juego.

Varios minutos más tarde, cuando la goleada ya era una realidad, el que quedó maltrecho fue el arquero Raúl Fernández. Y, otra vez, Leudo fue la solución. No, esta vez no pudo curar al herido, sino que, al estar agotados los cambios, fue a ocupar su lugar.

¿Por qué él y no otro jugador? “Ya lo había hecho cuando estaba en La Equidad, contra el Deportivo Pasto. Expulsaron a los 2 porteros, me metí al arco y tapé un penal”, explicó luego, haciendo referencia a un partido por el torneo colombiano jugado en 2012.

La cuestión es que estando 6 goles abajo y con un jugador menos, Binacional se vio obligado a utilizar a un jugador de campo en la portería. Y River se aprovechó: aunque sólo restaban algunos minutos, llegaron un par de festejos más para redondear una goleada histórica.

Voy Al Arco: Bonifacio (2016)

Pasarán los años, los jugadores y los torneos. Sin embargo, el futbolero promedio nunca podrá olvidarse de la hermosa batalla campal entre los futbolistas de Gimnasia y Estudiantes en el verano de 2016. Antes de eso, hubo un partido. Y, mientras la pelotita rodaba, también pasaron cosas raras.

Porque ver a un jugador de campo vestido como guardameta no es algo precisamente normal. Y eso fue lo que pasó con Ezequiel Bonifacio durante apenas unos segundos.

Tras la expulsión de Enrique Bologna por una inexistente mano afuera del área, el Pincha, que ganaba 1 a 0, tenía una buena oportunidad para estirar la ventaja. Con los cambios agotados, el defensor tuvo que ocupar una posición a la cual no parecía adaptarse bien… ¡si ni siquiera se había puesto los guantes! Ni los de arquero, ni los de boxeo.

Se jugó ese tiro libre, la pelota rebotó en la barrera y el contragolpe terminó en un poético murrazo de Santiago Ascacíbar. Las imágenes que se vieron a continuación aún están en la memoria de todos. Y nunca está de más volver a verlas.

Voy Al Arco: Cerutti (2018)

Antes de irse a Arabia Saudita tentado por el proyecto deportivo (?), Ezequiel Cerutti concluyó su primera etapa en San Lorenzo con una sonrisa.

Fue el 20 de enero de 2018, en un amistoso de verano, cuando no convirtió un gol fenomenal ni realizó una jugada inolvidable, sino que hizo algo más habitual: festejar ante Gimnasia. Aunque para esto tuvo que ocupar un terreno desconocido.

Con el partido igualado 1 a 1, hubo que definir por penales. Y ahí pasó lo inesperado: Sebastián Torrico sintió un dolor al detener el remate de Nicolás Colazo, y no pudo continuar. No era para menos: el arquero había sufrido una luxación en su hombro izquierdo. Sin la posibilidad de realizar cambios, uno de los jugadores de campo debió ocupar su lugar. Y ese fue el Pocho.

En su última intervención como jugador del Ciclón, le hizo frente al remate de Agustín Bolivar. El disparo del hombre del Lobo se estrelló en el poste, dando por finalizada la historia del partido y la de Cerruti en San Lorenzo, hasta su regreso un año y medio después.