Nicolás Maná

Nicolás Andrés Maná

La vida de Nicolás Andrés Maná tiene innumerables aristas que permiten que lo homenajeemos con ímpetu, desde su insólito lugar de nacimiento, al ser oriundo de la falsa Italia santafesina, del ignoto pueblo de Piamonte, pasando por su mexicanísimo apellido que nos hace recordar a querer vivir sin aire, pero sobre todo por lo que aquí nos compete es su faceta como futbolista profesional, con una carrera que obviamente prometía tapas de diarios y señoritas deseosas de elogiar sus botines llenos de goles a un presente con dificultades diversas.

Cuando Carlos Bianchi transitaba su tercer, y poco exitoso, ciclo en Boca, Maná era convocado para cebarle mates al Virrey en algunos partidos pero su ansiado debut en el club en donde hizo inferiores y fue capitán de la cuarta no llegó a darse. Ojo: por lo menos sumó una presencia en el banco de suplentes, en una derrota por 4 a 0 frente a Newell’s por el Torneo Final 2013.

Sin lugar en el equipo de la Ribera, armó el bolsito y se fue a Perú, a defender los colores de Universidad San Martín de Porres, donde a los seis meses de haber llegado convirtió su primer gol. Como lo sugiere el nombre del equipo, sus compañeros lo molieron a palos tras su anotación, parece que es tradición (?) y además ese gol salvó al equipo de irse a la B, así que bien aporreado está. Unos meses antes, el bueno de Galletita Maná se había morfado este gol, que también explica un poco porqué le dieron semejante paliza: se la debían. 

Tras ese solitario grito en las tierras de La tigresa del Oriente logró pegar el salto a la primera división argentina para jugar el Torneo de la Independencia 2016-17 para San Martín de San Juan. Se mantuvo en el equipo cuyano por dos temporadas, a pesar que su pólvora estuvo mojada como galletita en leche chocolatada y solo logró convertir dos goles, a Gimnasia La Plata y Sarmiento de Junín, por lo que el equipo ya dirigido en ese entonces por el inefable Walter Coyette le dio pista libre para emigrar y pegar el salto a Europa

No llegó a la mejor liga, ni al mejor club, pero sí a la nada despreciable Super Liga griega para defender los colores de Panetolikos. En el país de Papanicolaou no le fue tan mal, en 30 partidos hizo 3 goles y su equipo quedó en un decente noveno puesto a los 44 puntos del campeón PAOK Salónica.

Para la Superliga 2019 volvió a Argentina y no pudo evitar una pequeña venta de humo tras su firma con Defensa y Justicia cuando dijo: «Mi juego es encarar por el lateral derecho o izquierdo, con buen desborde y velocidad. Me siento un extremo y me siento muy cómodo en la propuesta que tiene Soso». No recordamos si desbordó mucho porque solo jugó 8 encuentros y no se anotó en el marcador.

El 2020 pandémico lo encontró en sus mejores años profesionales, levemente afianzado en el Club Guaraní paraguayo, donde compartió plantel con el Keko Villalva, Raúl Bobadilla o Bautista Merlini y disputó varias decenas de partidos pero solo hizo 5 goles.

A fines de 2021 se tomó la Costera paraguaya para jugar solo 8 partidos en el Vila Nova Futebol Clube de Goiânia, una ciudad brasilera donde el calor y los mosquitos juegan su propio torneo, así que su ausencia goleadora en el torneo del ascenso brazuca se entiende por la necesidad de estar tirándose Off constantemente.

Se ve que en Paraguay había dejado pilchas en la pensión, por lo que volvió para vestir la casaca de Sol de América, en donde jugó 16 partidos y obviamente la galletita se fue seca ya que no entra en el tereré ni haciendo fuerza. 

En julio de 2022 firmó contrato en Montevideo Wanderers, donde ni abrió el paquete en los escasos 9 partidos que jugó. Había llegado con la necesidad de suplir la potencia goleadora de Mauro Méndez, que ya vestía los colores de Estudiantes de La Plata. 

Sportivo Trinidense de Paraguay lo volvió a albergar y esta vez con un cambio de posición en la cancha para jugar más retrasado, donde parece haber encontrado su lugar en la góndola futbolera, en un equipo con una gran campaña tras el ascenso en 2023.

Tristán Suárez 1 – Hitachi 1 (1989)

Antes de la creación de la Liga de Fútbol Profesional de Japón (o sea, la J. League), la mayoría de los equipos de ese país eran controlados por grandes empresas y estaban conformados por futbolistas semiprofesionales. Uno de ellos, era el Hitachi SC, propiedad de la compañía del mismo nombre. Y sí, no iba a ser de Sanyo.

A mediados de 1989, los ponjas hicieron una gira por Sudamérica, en la que pasaron por la cancha de Tristán Suárez. En aquella ocasión, el Lechero inauguraba nuevos vestuarios, por lo que decidió celebrarlo ante un rival internacional.

Tras el intercambio de banderines, el local salió a jugar con Mena; Taracido, Valdéz, Duré, Orellana (Grande); Gómez (Rivero), Altamiranda, Aragón (Masciotra); Cortéz (Mercier), Vázquez (Flynn) y Nuñez.

Por su parte, el visitante era un rejunte de japoneses genéricos a los que se agregaban dos brasileños: Régis Angeli y Cesare Junior.

Ante la presencia del presidente de Hitachi Argentina, y de periodistas invitados como Enrique Macaya Márquez y José María Muñoz, el encuentro terminó igualado en un gol por lado. Los tantos fueron convertidos por Mercier y Fuyura. Con el empate, los empleados jugadores del Hitachi se llevaron la copa “104 años ciudad de Tristán Suárez”.


El cuadro nipón continuó con su denominación hasta 1993, cuando decidió profesionalizarse, tomando el nombre de Kashiwa Reysol. Con el tiempo, contrató a jugadores de renombre como Careca o Hristo Stoichkov. Sin embargo, a pesar del glamour adquirido, nunca podrá borrar su pasado en el sur del conurbano bonaerense.

Créditos a Centrojás y Tristán_Suárez

Racing camiseta Sportlandia y pantalones Adidas (1980)

La imagen corresponde a la tarde del 26 de octubre de 1980. Aquel día, Racing venció a Vélez por 2 a 0, utilizando camisetas de una marca, pero pantalones de otra. La celeste y blanca, que lucen Scalise, Barbas, Albisbeascoechea, Carlos López y Calderón, había sido confeccionada por Sportlandia. Los shorts, estaban a cargo de Adidas.

¿Otro detalle? Las casacas no tenían un bastón central, por lo que no eran aptas para personas con algún tipo de TOC ligado a la simetría. Igual esa perturbación mental no se había inventado en los 80’s, así que todo bien (?).

Más allá de la combinación de empresas textiles en el mismo equipo, hay otra cosa que se destaca por su rareza: la tribuna llena las pelotas que sostienen los jugadores marca Garcis, una empresa mexicana muy popular en su país en aquella época (vistió a Pumas, Guadalajara, Atlante, Tigres y hasta a la Selección). Esta compañía realizó algunos actos promocionales en Argentina, pero nunca llegó a comercializar sus productos.

Toranzo Gustavo

Gustavo Ariel Toranzo

“Las dos puntas” es una conocida canción que de conocida no tiene nada hasta que escuchamos su primer verso. “Cuando pa’ Chile me voy, cruzando la cordillera” narra esta cueca que exalta ese horrible (?) sentimiento de hermandad. Algo que a Gustavo Toranzo no le debe caer muy en gracia, ya que cada vez que pisó aquel suelo no tuvo agradables vivencias. Repasemos algunas:

– En 2014, jugando para General Diaz (Paraguay), tuvo que enfrentar a Cobresal, por Copa Sudamericana. Todo transcurría normalmente, hasta que en una jugada sin mayores consecuencias sufrió un altercado con un compañero que terminó con ambos expulsados. Los insultos del DT fueron la banda sonora perfecta.

– A fines de ese mismo año, vivió otra fuerte experiencia en el árido suelo chileno. Fue cuando estuvo cerca de formar parte del Cobreloa, pero todo terminó mal. Resulta que, en teoría, Toranzo le había dado poder a Gabriel Caiafa para que negocie su llegada a los Zorros del Desierto. Pero a la hora de firmar el contrato aparecieron otras dos personas que decían ser los representantes del jugador, y que Caiafa los había amenazado.

A pesar de la confusión, el futbolista se presentó en el entrenamiento, donde fue ninguneado por el entrenador, Marco Antonio Fantasma Figueroa. «Me llamó para darme la bienvenida al club. Sin embargo, me hizo esperar dos horas para enviarme un recado por un tercero donde decía que no tenía nada que hablar conmigo. Uno tiene familia, tenía la ilusión de entrenar y él me dio vuelta la espalda. Ni siquiera me respetó que yo fuera a hablar con él», señaló el defensor, ya sin chances de sumarse a la institución.

– Sus últimos momentos en la tierra de Benjamín Vicuña los pasó en 2015, cuando por fin pudo jugar para un club de ese país. Lo hizo en Everton, que había descendido a la Primera B y buscaba el ascenso. El debut de Toranzo no pudo haber sido peor: gol en contra y tarjeta roja. Esa campaña terminaría con el equipo en el 3º puesto: el objetivo no se logró.

De este lado de la cordillera también anduvo de un lado para el otro. Su paso por Primera División apenas registra 3 partidos jugados con la camiseta de Arsenal (2007-2008 y 2010) y otros 2 por Copa Libertadores.

En el ascenso, usó los colores de San Martín de San Juan (2009/10), Atlético Tucumán (2011), Defensores de Belgrano (2012/13), All Boys (2016), Flandria (2016), Platense (2017-2019), Berazategui (2019-2020), Fénix (2021) y Temperley (2022).

En el exterior, además de los clubes ya mencionados, anduvo por 2 de Mayo (2009), CD Carapeguá (2013) y Sol de América (2015), todos de Paraguay.

En algunos equipos jugó bastante, en otros apenas participó. Fue parte de ascensos y descensos. Tuvo buenos y malos momentos. Eso sí: le quedó pendiente una vuelta a Chile para buscar una revancha. Pensándolo bien, mejor dejarlo así.

Voy Al Arco: Simon Downer (2017)

Sos el arquero suplente de un humilde conjunto del ascenso inglés, tenés 45 años y pesás más de 140 kilos. ¿Qué puede pasar si te comés un pastel de carne en el banco de suplentes mientras tu equipo disputa el partido más trascendente en su historia? Lo que le pasó al inolvidable Wayne Shaw: verse obligado a renunciar envuelto en un escándalo de apuestas tras un partido de FA Cup frente al Arsenal.

La consecuencia para el simpático ex guardameta fue quedarse sin trabajo. Y para el Sutton United, fue quedarse sin un confiable relevo que no tenga pudor en embarrarse en las duras canchas de la National League.

Como es lógico en estas situaciones, lo iba a necesitar muy pronto: apenas 5 días después de aquel juego, el titular Ross Worner sufrió una lesión en el choque ante el Torquay United y tuvo que dejarle su lugar al defensor Simon Downer. Se habían jugado sólo 16 minutos y, para colmo, el Sutton caía por un gol, jugando como visitante.

Ante el pesimismo que podía generar esta situación, se activó el #SuttonPositivo, y la cosa empezó a cambiar: antes del final del primer tiempo llegó el empate. Y, aunque apenas comenzada la segunda parte cayó el segundo tanto del Torquay, enseguida vinieron dos gritos más de la visita para dar vuelta el partido y llevarse un triunfazo del siempre difícil Launa Windows Stadium.

La alegría por la victoria le permitió al improvisado arquero meter un chascarrillo para recordar al bueno de Wayne. Y a sus pasteles de carne.

San Martín de Tucumán gris con parche (2008)

El equipo tucumano había logrado el ascenso a Primera División en la temporada 2007/08 utilizando una camiseta suplente de color gris, algo bastante lejano de sus tradiciones, pero “permitido” en la era del marketing en el fútbol.

Unos meses después, cuando comenzó el campeonato en la máxima categoría, la pilcha alternativa seguía siendo la misma. Aunque esto no tuviera nada de malo, se presentaba un problema: el contrato de sponsoreo con Refinor, la marca que lucía en el pecho, había finalizado.

En las primeras dos fechas del Torneo Apertura 2008, San Martín no tuvo inconvenientes de vestimenta, ya que presentó una nueva casaca titular, totalmente libre de publicidades.

Sin embargo, para la tercera jornada, cuando recibió a Argentinos Juniors, tuvo que vestirse de gris. Como Kappa no había confeccionado un nuevo diseño, la solución fue el viejo y querido parche. Y aquí no ha pasado nada.

Mal Pase: Cufré a Gimnasia (2009)

El retorno de Leandro Cufré a Gimnasia y Esgrima La Plata fue uno de los principales culebrones del mercado de pases invernal en 2009. Tras un semestre con poca actividad en el Hertha Berlín alemán, el defensor de 31 años parecía decidido a pegar la vuelta a casa después de casi ocho temporadas en Europa.

Sin embargo, a pesar de su ilusión y la de los hinchas, el regreso con gloria no estaba asegurado. En cambio, lo que sí se puede garantizar es la diversión al aprovechar los mejores bonos de bienvenida: es la mejor manera de iniciarse en los sitios de entretenimiento online.

Volviendo al tema en cuestión (?), el principal motivo por el cual el defensor no tuvo un segundo ciclo en el Lobo tiene nombre y apellido: Leonardo Carol Madelón. El DT le había aclarado que los titulares en su puesto eran Rubén Maldonado y Ariel Agüero, cosa que a Cufré no le cayó en gracia. ¨No puedo esperar a una expulsión o una ausencia por lesión para jugar. Él me dijo que nunca me había pedido, que los dirigentes me trajeron¨.

Enseguida, el entrenador salió al cruce: ¨Él se autoexcluyó. Me dijo que no me servía, que si no jugaba me podía pudrir el grupo¨. Y agregó: ¨Le dije que no se apurara, que lo pensara bien y lo charlara con los dirigentes, pero cuando me dijo eso, le dije que así yo no quería que siguiera. Después se enfrío un poco y me llamó para decirme que se arrepentía¨.

A pesar de estar haciendo la pretemporada (sin firmar contrato, claro), el jugador anunció su desvinculación definitiva del equipo platense y su posterior arribo al Dinamo Zagreb de Croacia.

Varios años después, el campeón del mundo Sub 20 en Malasia 1997 recordó esta experiencia como la peor en su carrera. ¨Tenía la ilusión de volver, pero no iba a permitir que mi entrenador diga que iba a jugar siempre y cuando se lesione alguno o tenga un accidente automovilístico, adelante del presidente, eso no lo voy a permitir. Cuando un entrenador te dice así, no queda otra que levantarte e irte¨.

En una entrevista posterior, agregó: ¨Parecía que el interés estaba de un lado solo. No teníamos el contrato firmado, no me llamaban por teléfono. Elegí irme porque la gente estaba idolatrando a un entrenador que lo había salvado del descenso. Preferí salir y que crean que uno era el culpable¨.