Grioni Darío

Darío Martín Grioni
Enganche con alma de delantero que formó una carrera bajo la sombra de su hermano Marcelo «El Pitufo», un histórico jugador del ascenso que también baldoseó es su paso por la Primera División. Con semejante referente, no le quedó otra que tropezar en su andar por las canchas argentinas. Y como no le bastaba con eso, también hizo de las suyas en el exterior. Se inició como profesional jugando en Almirante Brown, en el Nacional B (1993-95). Luego pasó a Banfield (1995-96) y allí logró sus escasos minutos de fama. Pocos lo recuerdan, pero jugó 4 partidos con la camiseta del Taladro en primera. La temporada 1996-97 lo encontró defendiendo los colores de Quilmes, otra vez en el Nacional. Sin convencer, fue perdiendo terreno en los primeros planos y cambió de camiseta varias veces. Estuvo en Defensa y Justicia (1997-98, se dio el lujo de compartir plantel con Agotegaray, Galleguillo, Gustavo Chacoma, Lorenzo Frutos, Zapatilla Sánchez y Gustavo Cuartas ) y Tigre (1998-99), hasta que pudo pegar un pase al extranjero que valiera la pena. Le hablaron de México y no lo pensó dos veces. Poco le importo que el equipo fuera el Aguascalientes. Lo importante era jugar y cobrar. Allí estuvo en 1999 y al año siguiente se volvió al Halcón de Varela . Con el equipo auriverde jugó hasta fines de la temporada 2000-01, cuando se incorporó a Estudiantes de Rio Cuarto, en el Torneo Argentino A.
A su llegada no imaginó que le iría tan mal. En un encuentro ante Juventud de San Luis, por la penúltima fecha de la Zona Sur , hubo incidentes que lo tuvieron como protagonista y tuvo que comerse una suspensión grossa por parte del Tribunal de Disciplina. A él le dieron 1 año de inhabilitación para jugar en cualquier liga del país y a sus compañeros Ariel Dolso y Rodrigo Siravegna les dieron 13 fechas y 1 año y medio de suspensión, respectivamente.
Luego de ese percance, en la 2003-04 volvió a toparse con la buena fortuna. Desde afuera le tiraron una soga y se agarró bien fuerte. Un equipo acorde a sus condiciones le propuso contrato: el Chorrillo F.C. de Panamá.
A mediados de 2004, tuvo una oferta de Atlético Tucumán pero la dudó. Se puso a mirar su propio currículum vitae y notó que había varios equipos que le provocaban una sonrisa pero ninguno lo hacía cagar de risa verdaderamente. Por eso, fiel a su estilo, regresó al país y se sumó al Ateneo Vecinos Barrios de General Cabrera, en el Torneo Argentino B.
A punto de cumplir 31 años, este hombre nacido en Marcos Juárez (Córdoba) aún tiene varios cartuchos para gastar en el fútbol. Y todavía le quedan muchos clubes con nombres extravagantes a lo largo y a lo ancho del planeta.

Juan Pordiosero

20 comentarios en “Grioni Darío

  1. Reconozco que lo debo tener un poco harto, Juan Po, pero las cosas son así. Es cierto que tanto Marcelo como Darío Grioni merecen su homenaje por un solo motivo: haber transitado -alguna vez- la Primera División, a pesar de haber hecho la mayor parte de la carrera en el ascenso y en otros lugares inhóspitos del globo. Pero es necesario que se aclaren ciertas cosas.
    Marcelo nació un 27 de Julio de 1966 en Marcos Juárez, provincia de Córdoba. Hizo todas las inferiores en Newell´s Old Boys, y debutó en Primera División. Es más, permaneció en el plantel leproso hasta la temporada 88/89, integrando el equipo campeón de la mano del Piojo Yudica. Al finalizar dicha temporada protagonizaron un culebrón mexicano junto con Claudio Baravane y el mundialista Sergio Almirón. En un primer momento, Grioni y Baravane iban a ser tranferidos a la Universidad de Nuevo León, pero luego en el combo ingresó Almirón, y sonaron para ser trasnferidos al Tampico. Finalmente, fueron comprados sus pases por el Cruz Azul. Grioni fue inmediatamente prestado al Puebla. Pero las cosas no le fueron bien allí, y tuvo que pegar la vuelta. Por aquel entonces, Almirante Brown se había tranformado en un refugio para jugadores con pasado rosarino. Fue así que desembarcó allí en la temporada 90/91, la cual la Fragata llegó hasta la final del reducido, perdiendo de manera injusta la final contra San Martín de Tucumán. En ese equipo casanovense jugaron tipos como Horacio Benítez (enganche ex Mandiyú), el homenajeado Jorge Esteche (delantero ex River), el injustamente homenajeado arquero Marcelo Golinowski, Carlos Ramón González (merecería homenaje por sus minutos y goles en Platense en la temporada siguiente), Ricardo Johansen (ex Newell´s), Daniel Martínez (ex Boca), Ignacio Medina (otro ex Boca), Claudio Mele, Alejandro Rubinich (mediocampista central ex Rosario Central) y otro ex Newell´s, compañero de Marcelo en la temporada campeona: Juan Daniel Sen. Fue dirigido en la primera parte por «Pancho» Sá, y luego por Osvaldo Piazza. Convirtió dos goles en una temporada que tendría que haber terminado con mejor suerte.
    En la siguiente fue dirigido por Hilario Bravi, y el equipo de Casanova repitió buenas actuaciones que no alcanzaron a la anterior. Con un gol en su haber, su siguiente paso fue incorporarse a uno de los peores planteles que supo tener Platense en su reciente historia.
    Conducido nuevamente por Marchetta, se buscó conformar un plantel que pudiera revalidar lo hecho en la 91/92, donde se logró un meritorio quinto puesto general. Fue así que el «Pitufo» llegó al Calamar junto con Adrián Bianchi (el hermano mayor de Santiago e hincha de Tense), el baldosero uruguayo Fernando Borges, Leonardo «Lalo» Colombo, Marcelino Galoppo, Fernando Kuyunchoglu, Miguel Angel Ludueña, Gustavo Moriconi, Sergio Pérez, Bernardo Ragg, Osvaldo Rodríguez y Pedro Uliambre. A pesar de los primeros 5 goles del Caballero Gran Baldosa Carlos Graff, la pésima campaña provocó la renuncia del «Negro», que terminaría la temporada dirigiendo a Independiente. Lo sucedieron el «Piojo» Yudica, y el gran «Chamaco» Rodríguez. Otros jugadores que llegarían de la mano del «Piojo» fueron Osvaldo «Pichi» Escudero, el arquero con bigote Miguel Wirzt y ese fabuloso jugador de fútbol que fue Claudio Borghi, que marcó la diferencia en los seis meses que estuvo. El regreso a Almirante se hizo inevitable. Allí volvió a su buen nivel general y llegó a marcar 5 tantos. Arribó desde Platense junto al intrascendente Osvaldo Rodríguez y Miguel Wirzt. Allí fue dirigido por el recordado Nito Veiga, nuevamente por Piazza y finalmente por la «Pepona» Reinaldi. Allí vio debutar a Dario, su hermano. Pero la temporada siguiente Horacio Bongiovanni lo quiso llevar a San Martín de Tucumán. Terminó arreglando en Atlético, donde marcó tres tantos. Fue la figura del equipo (promedio Solo Fútbol de 6.06), siendo dirigido por técnicos locales como Guillermo Reinoso y Alpidio Elizeche, luego por el «Viejo»Guerra, y finalmente por Eduardo Bacas. Se dio el gusto de jugar junto a Gabriel Puentedura. De allí se mudó de provincia, a Salta, donde reforzó a Gimnasia y Tiro. Primero dirigido por el «Chavo» Anzarda, luego por Edgardo Sbrissa (ya sin Ramaciotti), y finalmente por Miguel Rodríguez, también fue pieza clave de la buena campaña, aportando 5 goles. Allí se re-encontró con Chiaverano y con los ex Newell´s Gerardo Celoria y Adrián Taffarell (con quien luego iniciaría en la baldosa y ballenearía en Argentino de Rosario), y conoció a Osvaldo Langone, a Julián Maidana, a Daniel Stremiz y a Mario Marcelo. Ya en la 96/97 fue acercado a Deportivo Morón por quien ya lo había dirigido en Almirante, Hilario Bravi. Marcó dos tantos, cumpiendo una campaña aceptable junto con una constelación de baldosas: Claudio Brizuela, el paraguayo Jorge González, Diego Goyoaga, Mario Grana, el arquero amigo del Diegote Osvaldo Langone, Gabriel del Valle Medina, Alejandro Migiliardi, Maximiliano Natalicchio y Raúl Wensel. Bravi no terminó su mandato y fue reemplazado por el «Huevo»Lettieri, Horacio Bongiovanni (que se dio el gusto por fin de dirigirlo), Armando Husillos, y nuevamente el «Huevo». La siguiente temporada lo encontró cerca del balleneo, reforzando con su experiencia a Argentino de Rosario. Dirigido por Donsanti, les enseñó el camino a muchachos como Miguel Abrigó, Mariano Agüero, Uriel Bartolucci, Luciano Busso, Sebastián Cavalli, Adrián Gabriel Lucic, Carlos Pigliacampo, Marcos Raposo, Jorge Ribolzi, Miguel Angel Romero, Hernán Sperandío, Marcos Torres y René Zamora (el hermanito del «Negro»), junto con Abel Piva y su ex compañero leproso Adrián Taffarell. Dispuesto a dar su última gran batalla en un equipo casi descendido en el Nacional B, se incorporó a Douglas Haig. Dirigido por Dimattía primero, luego nuevamente por Bongiovanni, y finalmente por la dupla de jugadores Perassi-Lamadrid, sufrió lo inevitable junto con Alejandro Nannini (el jugador, no el corredor), el arquero ex Rosario Central Lucas Borro, Gabriel Casas (el hermano de Gastón), Diego Cerro (lateral ex Newells y Argentinos Juniors), el jugador con peinado afro Rubén Darío Gómez, el Caballero Gran Baldosa Hugo Humberto Lamadrid, el laeral ex Unión y Belgrano César Loza, el volante jujeño ex Bocva Severo Martínez, el otro Caballero Gran Baldosa Fabio Nigro, el arquero con bigote José Felipe Perassi, la «Rata» Rodríguez, Diego Sahud, Marcelo Santoni, Gabriel Nasta y la «Xuxa» Viqueira. Marcó dos tantos, descendió, permaneció una temporada más y cantó las hurras.
    Darío nació también en Marcos Juárez, pero un 22 de Febrero de 1975. También se inició en infantiles de Newell´s, pero hizo todas las inferiores en Almirante. Su debut llegó en la temporada 93/94, luego de muy buenas actuaciones en la reserva (era goleador de la categoría junto a Bazán Vera). Definitivamente promovido a la primera fragatista, la siguiente temporada fue dirigido por el «Chulo» Rivoira y marcó tres goles en una campaña mediocre en la que tuvo como compañeros a Gabriel Chiaverano, Ricardo Echazú, Maximiliano Kadijevic, Gustavo Lema, Sergio Módica, Aldo Osorio, Marcelo Reggiardo, Mario Solano, Fabián Berza y Juan Manuel Sara. La siguiente temporada tampoco fue muy agraciada. Otros tres tantos bajo la dirección primero de Rodolfo Iturrieta y luego Juan Manuel Guerra, compartiendo el plantel con varios baldosas como Agli, Berza, Alejandro Carrizo, Hugo Donato, Golinowski, Kadijevic, Aldo Osorio, Mario Solano, Elvio Vázquez, Leonardo Ricatti, Daniel Ergo, Rafael Bianchi, Christian Medrano y Carlos Fortunato. De allí saltó a Banfield, donde compartió el plantel con una verdadera mina de piedras (ver el reciente homenaje al arquero Adrián Fernández), y donde disputó apenas tres encuentros, donde fuera calificado con dos paupérrimos «4» y un más honroso «5». De allí en más, la historia es más conocida. Solamente voy a aportar los nombres de algunso jugadores que compartieron plantel con el «Pitufito» en Quilmes y en Defensa. En el Cervecero fue dirigido por un técnico que conocía y mucho a su hermano, el «Piojo» Yudica, y jugó junto con el «Lalo» Colombo (compañero de su hermano en Platense), el subcampeón del mundo Gustavo «el Galgo» Dezotti, el arquero venezolano pateador de tiros libres Edgar Rafael Dudamel, Lorenzo Frutos (ex San Lorenzo), Fabricio Fuentes (alguna vez jugador de ascenso también), el arquero argentino nacionalizado paraguayo Julio César Gaona, el aspirante a Caballero Gran Baldosa Mauro Gerk, el «Maquina» Giampietri (tentado por Platense por estas horas), Claudio Graff (sí, también tuvo sus minutos de ascenso), Ariel Knuttsen, Mauricio López, el otro inexplicable subcampeón del mundo Néstor Lorenzo, el «Yaya» Juan José Rossi, el ex Newells Damián Teres y los hermanos D´Amico. Ya en Defensa, dirigido por Julio Ricardo Villa, compartió plantel con el brasileño ladri «Marinho», Mariano de la Fuente (ex San Lorenzo), Juan José Ferrer, Gonzalo Pavone (hermano baldosa de Mariano), Pablo Rojas (Ex San Lorenzo) y Aníbal San Martín (arquero ex Estudiantes). En Defensa marcó 10 tantos y fue el segundo goleador del equipo.

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  2. Martín como lo conocen acá en Marcos Juárez, volvió de un equipo de Arteaga a Argentino de Mj (donde verdaderamente dió sus primeros pasos) saliendo campeón del torneo clausura 2007 de la liga bellvillense; se fue con toda la gloria a Juventud de Pergamino para seguir jugando el Argentino A.

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  3. creo que el como su hermano marcelo no tuvieron la suerte que tuvieron otros pataduras son muy buenos jugadores y en marcos juarez los quieren mucho y se los reconocen por lo que hicieron en su carrera futbolistica

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  4. hola a todos, soy de arteaga, del club alianza donde jugó este sensacional jugador, a los q hacen esta página primero q investiguen antes de matar a un jugador, martín es un fenomeno. acá vino de 9, pero tambien jugó de 4 de 5 de 8 de enganche, un completo. saludos

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  5. Disculpame pibe, pero jugar de 9, de 8, de 4, de 2 no te convierte en buen jugador……….
    Este impresentable vino de la mano de Villa (otra mentira DT) a Tigre. Pobrecito, le ponía mucho empeño, pero era un animalito. Mi vieja en ojotas tenía más habilidad.
    Yo también, cuando jugamos en la canchita de cinco juego de todo y hasta voy a arco, y eso no me hace mejor jugador. El «Pitufo», tenía menos pie que que el Ruso Sofovich.

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  6. Marcelo Grioni tambien jugo en huracan de Bustinza en los años 2000 2001 y 2002 en la liga cañadense. Ricardo Johansen quien jugo unos partidos en Priera en NOB y fue un simbolo en el futbol del ascenso con el record de partidos ininterumpidos en el nacional B tambien merece un homenaje!!!

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  7. Coincido plenamente, eran los dos muy malos. Marcelo Grioni, era un calesitero, era de esos chiquititos que tienen un poco de habilidad pero son intrascendentes. No podia jugar a nada, un mediocre total.
    El otro anduvo un poco bien en Defensa, pero era lento y pecho frio (jaja mas que el hermano y eso que salio de NOB, pecho frio por excelencia)

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  8. Hola estoy de acuerdo con el homenaje a Ricardo Johansen. Fue un simbolo total en Almirante Brown por la cantidad de lesiones se vio su carrera frustrada pero un jugador ejemplo y que podría haber llegado muchisimo mas, hasta tuvo ofertas para el extranjero que no se pudieron (Escuador, Suiza, diferentes equipos argentinos) concretar debido a sus nuevas lesiones. Todos lo recuerdan con cariño y hoy en dia es un gran tecnico, de hecho hoy esta en la reserva de newell’s de rosario pero ante una oportunidad en primera estamos ante un tecnico trabajador, estudioso, sabio y un potencial ganador.
    AGUANTE BUCHI O CABEZON!! COMO LES GUSTE

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  9. los dos son los mejores jugadores de la historia y los q dicen q son malos lo dicen de envidiosos,pechos frios seran los q hablan mal de estos dos fenomenos..martin vos sos un idolo y todos te aman..y mas vale q no hablen mal de los pobres chuchis! tus fans num 1..grande martin !!!

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  10. MARTIN ES LO MAS GRANDE Q HAY!!!…. nunca vamos a olvidar q fuiste parte del plantel del famoso ROBO DEL SIGLO q protagonizo el Club Alianza de Arteaga!! en la Liga Chañarense!!! Gracias por estos casi tres años compartidos!! 2006- mitad del 2007 y mitad del 2008!!!… Aparte sos una Gran Persona!!!.. Te queremos Muchisimo!

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  11. Marcelo Grioni era un pecho frio (no solo por salir de nob), nunca tuvo huevos, un mediocre y perdedor nato. Soy de La Fragata y se lo que digo, además un mercenario por jugar en moron. Es verdad que era una calesitero, una mentira. No podia jugar ni con tierra…encima es comida, posta posta.

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  12. Marcelo el pitufo Grioni fue un jugadorazo, gracias a el, Almirante peleo 2 campeonatos Nacional B. Mucha gente se habia enojado con el, por ir al equipo que pierde finales (moron), pero luego de unos años vino de ayudante de campo de Ricardo Johansen y pidio disculpas.
    Pitufo, gracias por todo lo que siempre te brindaste por el Brown, siempre seras recordado como un jugador que tenia magia e iba al frente en cualquier cancha.

    Chapa

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  13. Qué malo era este muerto!!!}
    En ese Quilmes de la 98-99 no estaban Colombo ni Gaona ni Lorenzo, ni tampoco Frutos.
    Cuando llegó Trullet se encajetó con ste muerto y con Teres, y esas fueron sus dos únicas manchas porque la verdad que armó un gran equipo.

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