No lo hacemos muy a menudo pero de vez en cuando se justifica. Llegó el momento del 6° indulto general en la historia de este sitio, precedido por un post abierto al público que sirvió de descarga para muchos de ustedes y también de testeo para lo que veníamos maquinando desde hace un tiempo. Estas decisiones producen controversias, lo sabemos perfectamente. Pero también somos concientes de que tomamos estas determinaciones para ajustar la mira, en pos de mantener una cierta coherencia. Aunque, como decimos siempre, cada caso es único y es muy difícil comparar las historias que por aquí desfilan.
Porque alguna vez los homenajeamos injustamente y hoy nos acordamos de ellos, publicamos la siguiente lista de indultados:
Enrique Primerano: futbolista con mucho rodaje en el ascenso. De imperceptible paso por San Lorenzo.
Diego País: surgido en Olimpo, estuvo en el Nacional B pero no llegó a jugar en la A. Ni siquiera entra por historia grossa.
Pablo Sixto Suárez: batallador del fútbol del interior. Jugó cientos de partidos, muchos de ellos en Primera (143 para ser más exactos).
Jorge Pestaña Díaz: dejó buenos recuerdos por donde pasó y jugó bastante en Primera. No es baldosero.
Lucio Alonso: aunque siempre fue del montón, acumuló muchos minutos como para ser merecedor de nuestro homenaje.
Rodrigo Stalteri: 100% ascenso.
Osvaldo Canobbio: voluntarioso y errático, pero tiene más de 100 encuentros en la máxima división. Respetable trayectoria.
Miguel Ángel Vargas: como muchos otros, su nombre evoca épocas bien baldoseras. Pero a decir verdad es un buen jugador que no hizo una mala carrera.
Daniel Islas: se ganó el indulto en la cancha. Desde hace años la viene rompiendo y coronó ese envión con el ascenso a la A.
Lorenzo Sáez: al torpedo en algunos equipos se lo recuerda de buena manera, en otros no tanto. Pero disputó más de 100 cotejos en la máxima división y no da con el perfil del sitio.
Leandro Lázzaro: había entrado a la baldosa por la puerta de atrás. Sin partidos en Primera, llamaba la atención por su extraña y poco difundida carrera europea. Una vez de nuevo en la Argentina, ganó en cotidianeidad, algo que va a contramano de este sitio. Encima le sumó una buena actuación en la B Nacional, con ascenso incluido, y un buen primer semestre en la A. Mantenga o no ese nivel, ya perdió las características que lo habían canonizado.
Sergio Mandrini: jugador muy limitado, tosco y elemental. Pero se afianzó durante un tiempo bastante prolongado en la máxima división.
Antonio Apud: un gran futbolista. Se retiró joven por las lesiones, pero alcanzó a hacer la diferencia acá y en el exterior, completando una trayectoria importante.
Mario Pobersnik: aunque betocarranzeó sobre el final de sus días como jugador, en su etapa fértil en la A jugó 210 partidos e hizo 43 goles.
Mario Saccone: polémico, pintoresco. Un personaje del fútbol que a su buena cantidad de partidos en Primera (no brilló) le sumó un inagotable periplo por el ascenso, donde incluso llegó a ser ídolo. Viejo y todo, la sigue rompiendo.
Ángel Puertas: rendidor hombre de la B Nacional que con su regreso a Primera, con la camiseta de Huracán, recuperó una cuota de vigencia, algo que no nos cierra.
Pablo Mastroeni: pasa a la sección “especiales”, por la curiosidad de haber disputado dos Mundiales con Estados Unidos, siendo argentino. No es baldosero.
Marcelo Trimarchi: más de 130 encuentros en la A, varios más en otras categorías y buen paso por México. Escapa a muchos parámetros de este sitio.
Jaime Pizarro: No fracasó, simplemente estuvo poco tiempo. Baluarte del Colo Colo en la Libertadores del ’91, sobresalió en Chile y quiso repetir en Argentinos Juniors, donde jugó muy poco. En su país fue ídolo.
Marcelo Broggi: exceso de fama. Más de 150 encuentros en Primera. No da.
Daniel Loyola: otro limitado player que marcó una época en Platense. Demasiados encuentros en el lomo para ser baldosa.
Daniel Ergo: mas de 200 partidos en Primera y sin extravagancias.
Marcelo Reggiardo: goleador en la B con Almirante Brown y anduvo bien en Independiente. En primera jugó 79 partidos e hizo 23 goles. Decepcionó en otros equipos pero así y todo no merece estar acá.
Roberto Cartes: jugador muy técnico y con clase. Jugó bastante en Argentinos y en Gimnasia de Jujuy. Desde hace años está en México.
Danilo Aceval: pese a que su paso por Unión no fue tan prolongado, jugó algunos partidos y en su país fue regular. Salió campeón de la Libertadores y fue a un Mundial. Sumó mucho para su indulto.
Pablo Cameroni: como Saccone, está en el itinerario de la escenografía del ascenso. Breve paso por Primera, pero no lo condena al homenaje.
Gustavo Echaniz: odiado por muchos, querido por otros. Zafa por haber tenido una frondosa trayectoria, con goles importantes y, por sobre todas las cosas, por ser muy ochentoso. Eso sí, en México es sinónimo de ladrón.