Se retrasó pero llegó. Preparamos una nueva lista de indultos para aquellos futbolistas que no se merecían el homenaje de
. A esta altura del partido (con este sumamos el cuarto indulto general) no es tan fácil divisar las injusticias. Los jugadores excentos de culpa fueron discutidos y analizados para tratar de ser lo más certeros posibles en nuestras decisiones. Sabemos que algunos estarán de acuerdo y otros no. Pero tratamos de impartir justicia tomando como referencia el espíritu de la página, tan particular como intangible.
Los Dely Valdés: La idea central de su nominación no fue comprendida. Por homenajear al hermano menos conocido, de rebote recordamos las gloriosas trayectorias de Armando y Julio César. Entendiendo esto como un error, optamos por quitar definitivamente a los más exitosos y provisoriamente a Jorge.
Javier Cordone: Carece de aspecto alguno para ser un baldosero. Sólo que quién lo homenajeó tenía una colorida historia relacionada con el jugador.
Hugo Subildet: Otro que no tiene nada que hacer en el sitio. Jugador reconocido en el fútbol marplatense pero sin trascendencia a nivel nacional, ni siquiera algún entrenamiento en Primera.
Alejandro Giuntini: Con exceso de minutos de fama, no da con el perfil que buscado.
José Luis Marzo: Incansable goleador del ascenso que cuando debió ratificar su capacidad en la A, no lo hizo mal. No encaja con la idea a pesar de que otros buenos jugadores en cambio si lo integran. Pero «El Loco» ni siquiera entra por nostalgia, ya que se mantuvo bastante vigente.
Francisco Guerrero: Panchito es uno de los tantos que decepcionaron a lo grande, pero tuvo más de 15 minutos de gloria. Jugó en forma continuada en Independiente y hasta definió el clásico Bilardo-Menotti. Que haya tenido su buen momento y no termine como se esperaba, no significa que deba integrar la lista de «mala fe».
Jorge Jiménez: Roza con la falta de respeto. Patrulla es crack. Sin suerte en lo físico, pero jugadorazo al fin. Por eso merecía ampliamente este indulto.
Mariano Campodónico: Discutible su condición de goleador, capaz de errar situaciones increíbles. No obstante, convirtió una buena cantidad de goles y en casi todos los equipos que jugó logró ser referencia. Controvertido, odiado y amado, pero no da con las características.
Jorge Amado Nunes: suma un montón de ítems que lo salvan. Además de ser muy ochentoso y aunque jugó en los ’90, disputó el Mundial de 1986 y fue ídolo en el exterior. Quienes lo vieron jugar de joven aseguran que la rompía. Ninguna de las cualidades mencionadas por sí solas constituyen un fundamento fuerte, pero en conjunto, lo descartan ampliamente del homenaje.
Fernando Troyansky: Hubo que hilar fino para indultarlo, pero hizo méritos para zafar. Es un buen jugador con poca prensa que hizo una decorosa campaña en Austria.
Gustavo Grondona: Lo condena el parentesco, pero mostró cualidades de buen jugador. Salvo por el apellido, no hay razones ya que se mantuvo bastante en primera división.
Sergio Saturno: Discutible. Por características bizarras podría ser justificado su posteo, pero claro está que no tuvo 15 minutos de fama sino unas 2 horas y media. Su jugada clásica, «la bicicleta», lo hace pintoresco, aunque no baldosero ¡A no confundir! De lo contrario, algún día pedirán al «Bichi» Borghi o a Diego Bustos por sus características rabonas.
Ariel Boldrini: Caso similar al de Saturno. Tuvo una faceta pre-metrosexual que lo convierte en un especímen difícil de hallar. Pero se excedió con su protagonismo. Podría ser un baldosero VIP, pero decidimos indultarlo.
Carlos Yaqué: Una encuesta que realizamos hace varios meses le dio algo más de vida al post del Beto en este sitio, pero ya no tiene sentido condenar a un tipo que se cansó de hacer goles en el ascenso y que se volvió de Europa por motivos más que entendibles. Además, su paso la elite del fútbol criollo no fue para nada breve. No provoca nostalgia, no es baldosero, aunque el pueblo pida sangre.
Guillermo Larrosa: Siempre estuvo ahí, bien o mal y nunca desapareció del mapa. Cargó con el estigma del Sub-20 pero no es suficiente para el homenaje.
Sebastián Neuspiller: Otro goleador de ascenso. Curioso caso, bicho raro, aunque la rompe en su categoría. Está probado que en divisiones mayores (Ferro y Los Andes) hizo sapo, pero por esa misma razón podríamos condenar a casi todos los jugadores de esas divisiones. El Dandy hizo muchos goles en su hábitat natural, la primera D, y no se le puede pedir más.
Sabemos que muchos pueden no estar de acuerdo con algunos indultos. Es difícil coincidir y pensamos bastante para tomar la decisión. Pueden sugerir más nombres para futuras evaluaciones.
Gracias.