Un Mundial para Carlos Netto

Todos tenemos bien presente a Carlos Javier Netto (?), aquel discreto volante que le pagaba con un caño y que surgió de Argentinos Juniors para luego pasar por Racing, Cruz Azul, River, Los Andes, Emelec, Mineros de Guayana, El Porvenir, Sportivo Barracas y Gimnasia de Concepción del Uruguay.

Sin embargo, su figura siempre va a estar ligada a San Lorenzo, donde se dio el lujo de mandar un penal a la estratosfera ante Rosario Central en el partido definitorio del Clausura de 1995. Aunque igual gritó campeón (?).

Y fue así que el primo de Perico Pérez finalizó ese, su mejor año, como hombre de la Selección Argentina de Daniel Passarella junto a otros jugadores nunca antes convocados durante ese “proceso” como Pelusa Cardozo, Hernán Díaz, Oscar Passet, Claudio Biaggio, Juan Esnaider, Roberto Sensini, El Avión Ramírez y Mauricio Pineda.

El partido, jugado en Mendoza la noche del solsticio de 1995, fue una cómoda victoria de Argentina sobre Venezuela por 6 a 0 y Netto marcó el último gol venciendo a su por entonces compañero, Gilberto Angelucci. Nunca más volvió a ser convocado… Y entonces ¿Cómo vinculamos su nombre a una Copa del Mundo?

El tema se inició a mediados de 2008 cuando el jugador -que se encontraba sin equipo- recibió la invitación del técnico, Héctor Petrasso, para participar en la Selección Argentina… de Fútbol Playa que se había clasificado al Mundial de Marsella a disputarse ese año.

Netto se sumó a los entrenamientos de Los Escorpiones y se mostró feliz por esta oportunidad impensada en su carrera: “Cuando te toca hacer cosas nuevas, lo tomás con muchas ganas. Si bien mi intención es retirarme jugando como lo hice siempre, esta experiencia la tomo con mucho compromiso. Mi presente es el Fútbol Playa y voy a jugar un Mundial, con todo lo que eso implica”.

A primera impresión todos ganaban. El bueno de Charly seguía motivado y en forma, y el combinado nacional sumaba a un jugador con una pegada temible para una disciplina en donde se patean tiros libres sin barrera. Pero…

A pocos días del Mundial salió la lista definitiva ¡Y Carlos Netto estaba adentro! Sin embargo, el volante nunca pisó Francia ¿Qué pasó? Cuando la delegación estaba en la puerta de embarque del aeropuerto de Ezeiza, le llegó una llamada a su celular avisando que el Santiago Morning de Chile solicitaba sus servicios.

Entonces el ex San Lorenzo agradeció las tardes de entrenamiento, la ropa, los viáticos, la revisación médica y se mandó a mudar, dejando al plantel con un jugador menos y ganándose la eterna simpatía del equipo y, sobre todo, la de Rodrigo Rohr, quién quedó afuera de la lista para que Netto pueda viajar.

Ya en el Mundial, Argentina derrotó a Rusia (5 a 3), Emiratos Árabes (5 a 2) y Camerún (3 a 0) en primera ronda, para luego caer ante España (2 a 0) en cuartos de final y los flashes se los llevaron: Diego Maradona Sinagra como jugador de Italia y Éric Cantona, en su rol de técnico de Francia. Para variar, el campeón fue Brasil.

¿Y Netto? Bien, gracias. Consiguió un préstamo de seis meses con el club chileno, sumó algunos mangos más y se retiró adentro de una cancha. Además, por estar incluido en una lista mundialista se ganó el status de jugador FIFA, con lo cual está en derecho de reclamar una jubilación y de recibir promociones, ofertas y actualizaciones, que no le deben ni interesar (?).

Encima, si todo sigue como hasta ahora, Hernán Barcos va a llevar su caripela a Brasil 2014. Negoción (?).

En El País

En este espacio siempre tratamos de obviar la actualidad, pero ayer fue un día muy Messi, cuarto Balón de Oro incluido, y eso derivó en una nota de opinión de Ezequiel Fernández Moores en el diario El País de España.

Que haya tenido la amabilidad de citar un tuit de @enunabaldosa un periodista de su talla, nos pone muy contentos. Admiración, que le dicen.

Argentinos Juniors Clausura ´96

Durante su segunda etapa en Primera División –iniciada en 1955- Argentinos Juniors acumuló hitos que están en las páginas doradas de nuestro fútbol. De su nursery surgieron: Diego Maradona, Claudio Borghi y Fernando Redondo; exhibió camadas moldeadas por José Pékerman; salió campeón Metropolitano, Nacional y de América; y hasta protagonizó la final Intercontinental más lujosa que se recuerde, ante Juventus de Italia, en 1985.

Con Luis Veiga como presidente (1992-1996) y por cuestiones económicas, El Bicho mudó su localía a Mendoza, jugó un partido de la Supercopa 1995 en Miami (?) y, pese a que vendió a Cagna, Sorin, Gancedo, Juan Gómez, Netto, Facciutto y Dollberg en casi 6 millones de dólares, las deudas fueron cada día mayores para una institución que, si fuera por prestigio futbolístico, debía manejar el presupuesto del Chelsea (?).

El Clausura 96 encontró al club de La Paternal con 7 millones de pesos de pasivo, 13 pedidos de quiebra, 60 juicios en curso y con el estadio de Juan Agustín García y Boyacá convertido en un aguantadero de barrabravas, además de tener un plantel diezmado al que se le debían varios meses de sueldo.

Tras la renuncia de Roberto Saporitti (5 Partidos, 5 derrotas) Argentinos se presentó como local en la cancha de Atlanta con la dupla interina Luis Soler – Oscar Cadars como directores técnicos. En la foto, arriba: Lanari, José Manuel Fernández, Cardinal, Asencio, Marra y Pena. Abajo: Placente, Martín Aguirre, Bennett, El Dany López y Nico Diez. Y fue derrota 2 a 0 con Ferro. Previsible, teniendo en cuenta que su mejor defensor todavía era alcanzapelotas (?).

Durante ese campeonato, además de irse al Nacional B, El Bicho sufrió la caradurez de Carlos Fren, quien dirigió un partido y al momento de firmar su contrato por seis meses tiró: “Sé que en el club no hay un mango, así que no me paguen. Denme el 50 % de La Paglia y Cambiasso y estoy hecho”. Tétrico.

Crespo al Euro Musketeers de India 2012

Hernán Jorge Crespo fue, sin lugar a dudas, uno de los delanteros argentinos más destacados de las últimas dos décadas. A pesar de no haber conseguido títulos con la selección argentina, Valdanito tuvo una trayectoria llena de goles y logros al más alto nivel internacional, situación que le permitió desechar la posibilidad de retornar al país para vestir nuevamente la camiseta de River Plate.

Tentado más de una vez para pegar la vuelta al Millonario, Crespo siempre respondió negativamente, dejando en claro que lo económico no era lo que le impedía volver. Pero si la traba no era el dinero, ¿qué?

Lo más lógico, claro, era creer que el ex Inter y Milan no quería venir a la Argentina a regalar todo el prestigio que había conseguido. Cosa totalmente entendible, si no fuera por la otra versión que siempre circuló: Crespo no volvía al país porque la mujer no lo dejaba. ¿Pollerudo? Uff, un tema mucho más delicado (?).

Lo cierto es que después de decirle que no por última vez a River en octubre de 2011, pocos meses después su nombre apareció en una glamorosa subasta de la Liga India, de la que formaron parte reconocidos jugadores como Okocha, Fowler, Cannavaro y Pires; y entrenadores de la talla de Fernando Couto y el Diablo Etcheverry, entre otros.

Fue así como The Euro Musketeers de Barasat, una de las 6 franquicias de la Premier Soccer League, adquirió el pase de Crespo en 840 mil dólares. Entonces Hernán hizo lo que tenía que hacer: rescindió su contrato con el Parma, se fijó dónde quedaba la India en el mapa, armó el bolso y…¿viajó? No, no viajó. Y lo bien que hizo.

El torneo fue denunciado como ilegal por la AFC (la federación de fútbol de la India) y, tras posponerse varias veces, nunca llegó a arrancar en el 2012. A la mujer de Crespo le gusta esto (?).

González Claudio

Claudio Daniel González (El Ñato / El Yerbatero)

La vida en Misiones tiene reglas bien establecidas. Si naciste con pito podés aspirar a la zafra y la cosecha en las plantaciones de yerba mate o, si el destino te sonríe, botones en algún resort de Cataratas. En cambio, si naciste con pochola las opciones son: ama de casa dedicada a la crianza o, si el destino te sonríe, gato en algún resort de Cataratas (?). Rebelde desde el vamos, Claudio González esquivó su destino. Aunque el mundo del fútbol se encargaría de recordárselo.

Comenzó a jugar en Bartolomé Mitre de su Posadas natal. En 1995 se vio beneficiado por la abolición del servicio militar obligatorio y se marchó a Rosamonte de Apóstoles, donde disputó el Torneo Regional. Al abandonar este último equipo y a modo de homenaje, se llevó tatuado en el alma el apodo con el que lo conocerían el resto de los futboleros: Hijo de Puta Yerbatero.

Su siguiente destino fue Estudiantes de La Plata, donde estuvo tapado por bestias del gol como Calderón, Palermo, Silvano Maciel, Romeo y también por gente como Mazzuco, Mauro Amato, Fúriga, Turchi y Román Garay. Apenas se lo vio en reserva.

Cansado de esperar su explosión, Miguel Reñuk, empresario de la yerba y quién poseía sus derechos, le vendió su ficha a Patronato. Allí tampoco tuvo mucha cabida y fue cedido a Huracán de Tres Arroyos, también del Argentino A. En el Globo que no da verguenza ajena logró una idolatría inicial: «Como eran las tierras de Fischer, el ex puntero de San Lorenzo, me decían Lobo por mis desbordes”. Pero la aventura tuvo un final abrupto: «Salía del entrenamiento y perdí el control del volante. Me metí en una casa y el auto, que funcionaba a gas, empezó a incendiarse. Quedé inconsciente. Estuve un mes sin jugar”.

De regreso en Patronato llamó la atención de Gerardo Reinoso, quién se convirtió en su representante y le consiguió un lugar en Independiente. Aunque en la escala de prioridades era considerado el séptimo delantero del plantel, El Yerbatero se mostró feliz por el vínculo que establecía: un sueldo de 2476 pesos más el préstamo de un Polo rojo modelo ´98 que había manejado Sebastián Rozental.

Durante su primer semestre en El Rojo jugó 15 minutos en la victoria 4 a 1 sobre Vélez por la 1° fecha del Apertura 01 y minutos basura en 4 partidos de la Copa Mercosur. En 2002 y de la mano de Néstor Clausen, González se convirtió en uno de los íconos del peor Independiente que se recuerde y tuvo su pico de fama en un partido ante Belgrano, cuando entró a los 70 por Pablo Cuba, marcó el primer gol de tijera y le sirvió el segundo al Pocho Insúa. Sólo ingresó en 5 partidos más, pero el daño ya estaba hecho (?). Edificando al campeón del Apertura 02, El Tolo Gallego realizó control de plagas y El Yerbatero cayó en desgracia junto a León Bustos, Livio Prieto, Carraro, Sala y Zelaye, entre otros.

Su siguiente destino fue Talleres de Córdoba, donde consiguió una relativa continuidad que se vio interrumpida después de un viaje en taxi. ¿Cómo es eso? Una mañana un enajenado tachero se presentó –blandiendo su carnet social- ante el DT Luis Cubilla, con el chimento de que la lesión que el jugador había argumentado para no jugar ante Chacarita era tocuén, ya que él mismo lo había llevado desde el boliche a la casa. Logró el indulto con la llegada de Batista, aunque sus compañeros y los hinchas lo miraban de reojo. Tras la promoción no se le renovó el préstamo.

Llegó a Rosario Central por insistencia de Miguel Russo, quién lo conocía de aquel lejano paso por Estudiantes. En un año metió 25 partidos y 3 goles por campeonato y 6 encuentros y un gol por Libertadores. Digno, aunque no le alcanzó para mantenerse en el plantel y fue obligado a entrenarse seis meses con la cuarta.

En febrero de 2005 se fue al Cobreloa de Chile, donde la suerte le siguió siendo esquiva: a una inicial distensión de ligamentos le sumó fractura de tibia y peroné. Tras una larga rehabilitación, en 2006 intentó volver al ruedo en Talleres -en caída libre al Argentino A- y luego en General Paz Juniors. Pero no había caso, aquel choque con Eduardo Pajarito Rubio le impidió retomar un nivel normal, ya que quedó con una leve renguera al igual que otro gran ídolo popular nacional: El Mono Gatica. Se retiró, si, pero al menos no lo pasó por arriba un colectivo.

Cedrés 1996

Por la 5° fecha del Clausura ´96, River visitó a Central en Rosario. Con la mira puesta en las pendejas que desfilan por la Calle Córdoba la Libertadores, pero sin margen para descuidar el torneo local, el inexperimentado Ramón Díaz puso toda la carne al asador, pero se encontró con la inspiración de Martín Cardetti, quién marcó los dos goles del Canalla, descontando Ariel Ortega justo cuando Niembro, Closs y Pirolo elegían a la figura del encuentro.

Fue así que en la última jugada, Burgos le metió una innecesaria, aunque criminal, patada voladora a Cardetti afuera del área, lo cual le valió un automático pasaje a las duchas. Con los caciques del plantel y los pibes de oro haciéndose los distraídos, a Néstor Gabriel Cedrés no lo quedó otra que ponerse el buzo, aunque contó con la misericordia del árbitro, Horacio Cordero, quién terminó el partido apenas 30 segundos después.

Fueron tiempos agridulces para El Uruguayo quién, pese a salir campeón de la Copa, se peleó con Ramón hasta por la temperatura del mate. En julio de ese año, Cedrés pasó a Boca, donde siguió dándole la espalda a todo el mundo (?).

Ferro 3 – Venezuela (Sub 20) 1 (2008)

En julio de 2008 la Selección Sub 20 de Venezuela emprendió una gira preparatoria al Sudamericano que finalmente se disputó en la República Bolivariana, tras los problemas en Perú, donde se iba a realizar el torneo originalmente.

Por alguna razón aún no determinada por la justicia ordinaria (?) el combinado de postadolescentes vinotintos, dirigidos por César Farías, enfrentaron al Ferro de Carlos Trullet en Caballito.

Se jugaron dos tiempos de 30 minutos entre titulares verdolagas y chavistas, con triunfo local por 3 a 1. El tanto visitante lo marcó Salomón Rondón, mientras que los porotos ganadores los embocaron Castano, Pepe Monje y Santiago Rodríguez.

Tras cartón, y para redondear una tarde a puro fútbol, los suplentes de ambos jugaron 37 minutos y lo pararon por el afano porteño. El 3 a 0 presagiaba una goleada histórica (?).

Venezuela formó con Rafael Romo; Jhony Mirabal, Carlos Salazar, José Velásquez, Juan Morales; Guillermo Ramírez, Fracisco Flores, Rafael Acosta; Angelo Pena ; César González y Salomón Rondón; mientras que El Oeste puso en cancha a Guillermo Stucky; Federico León, Leandro Testa, Santiago Rodríguez; Leandro Mánquez, Mauro Algecira, Diego Tonetto; Gonzalo Castellani, Mariano Echagüe; Maximiliano Castano, Vicente Monje.

Cabe destacar que ese equipo clasificó por primera vez en la historia a Venezuela a un Mundial (de cualquier categoría) e hizo un memorable papel cuando llegó a los octavos de final en Egipto 2009 tras golear 8 a 0 a Tahití y ganarle a Nigeria por un gol.

Roberto Baggio a Boca 2005

Desde que ATC nos enseñó su rostro -allá por junio de 1990- el futbolero argentino promedio sintió fascinación por la figura de Roberto Baggio y hasta lo encuadró en esa inexplicable e injustificable figura llamada: “Este nació en Barracas”.

Y fue en tren de esa sensación que la prensa lo colocó varias veces en River, varias veces en Boca y hasta se insinuó un paso por el fútbol regional bonaerense, debido a que, como es sabido, Il Codino posee campos en Rivera. En fin, según la prensa, Baggio al igual que John Lennon, siempre andaba en búsqueda de paz. Y por eso iba a venir a la Argentina (?).

El último de los delirios ocurrió en enero de 2005. Y con un marco propicio: Boca estaba por cumplir 100 años, se iban a acercar Telefónica y Repsol como sponsors y se estipulaba un amistoso contra el Milán el mismo 3 de abril. Todo esto regado en millones de dólares producto de giras, venta de siete modelos de camisetas, muestras, kermesses y la llegada estelar de Roberto Baggio para aumentar la maquinaria de promoción y marketing que se estaba orquestando.

Claro, los creativos publicitarios no repararon en que el italiano llevaba seis meses retirado, apenas podía caminar y vivía exiliado en un castillo (?). Así que el delirio se dio por finalizado sin siquiera levantar el teléfono. Finalmente, los sponsors jamás llegaron ni hubo partido conmemorativo. Boca no ganó ningún titulo, celebró el Xentenario en un humilde acto en donde Guillermo llevó una antorcha y lo más glamoroso fue la guitarra que uso Lenny Kravitz en su show en La Bombonera.

Ah, el único refuerzo de lujo que llegó fue El Bombón Baiano. ¿Are You Gonna Go My Way?