Encuesta Baldosera 2022

Por decimoquinta vez consecutiva, ofrecemos a nuestros lectores la posibilidad de elegir lo mejor/peor del año. Como siempre, apuntamos al costado baldosero del fútbol y dejamos de lado lo que seguramente, por estos días, se cansarán de ver en todos lados. A votar.

Lautaro Rinaldi. Durante la primera mitad del año, el ex novio de Candela Ruggeri apenas jugó 17 minutos en Aldosivi. Fueron en un partido por Copa Argentina, suficientes para errar un penal en la definición frente a Colegiales. Sin lugar en Mar del Plata, se fue a Austria, el sexto país en el que juega en los últimos seis años.

Axel Werner. El arquero llegó a Arsenal desde el Elche, en un préstamo que tenía como objetivo darle rodaje, ya que en España era suplente. Jugó 11 partidos, perdió el puesto con Alejandro Medina y volvió al club dueño de su pase, donde sigue esperando una oportunidad.

Shayr Mohamed. El hijo del Turco, de nacionalidad mexicana, está dando sus primeros pasos en el fútbol argentino. Durante todo el año, formó parte del plantel de Arsenal, sin jugar ni un minuto. Al menos, estuvo varias veces en el banco de suplentes.

Leonardo Marchi. Otro “hijo de” que cobija Arsenal. En este caso, se trata de la descendencia de Sergio Marchi, el secretario general de Futbolistas Argentinos Agremiados. A los 26 años, y con 8 partidos disputados en todo el año, quiere desmentir que juega por el apellido. Todavía no pudo (?).

Enrique Borja. El homónimo del ídolo de El Chavo tuvo otro paso intrascendente por nuestro futbol. Tras dejar inexistentes recuerdos en Argentinos Juniors y Belgrano, este año le tocó ponerse la camiseta de Atlético Tucumán. Lo hizo en solo dos partidos (21 minutos). Ya regresó a Paraguay, su país.

Valentín Viola. La ex promesa de Racing tuvo un rol secundario (siendo generosos) en el ascenso de Barracas Central en 2021. Este año, se quedó para jugar en Primera División con esa camiseta. Solo lo hizo en un par de partidos, sumando apenas media hora de juego en todo 2022. Su futuro es una incógnita.

Luciano Bocco. De Cancún a Santiago del Estero. Así fue el recorrido directo que realizó este defensor mexicano de 22 años que forma parte del plantel de Central Córdoba. Fue al banco de suplentes dos veces, no jugó nunca.

Nahuel Gallardo. El ganador de este premio en 2022, tuvo un año atípico: no obtuvo ningún título. Lo que sí mantuvo fue su poca participación: durante el primer semestre solo jugó 7 partidos en Colón, antes de iniciar su primera aventura en el exterior. Ahora forma parte del Once Caldas, en donde también le está costando afianzarse.

Andrew Christopher Teuten. Lateral izquierdo uruguayo de quien se decía que podía llegar a River. Finalmente, arribó a Colón, donde alternó entre la titularidad y los relevos. Buen jugador, pero, con semejante nombre, no podía faltar en este listado.

Gonzalo Asís. Ignorado por Eduardo Domínguez, rescatado por Julio Cesar Falcioni. A pesar de eso, este año tuvo poco lugar en Independiente. Como en 2021, 2020, 2019, etc. Definitivamente, su futuro no está en Avellaneda.

Claudio Spinelli. La guerra lo sorprendió jugando en el FC Oleksandria de Ucrania. Tras un escape cinematográfico, pudo salir del país. Lanús le tiró un salvavidas y el respondió a su manera: sin convertir goles, aunque apenas jugó 350 minutos, en 16 partidos diferentes.

José Leudo. “Me gustaría ser el Serna de Tevez”, tiró este volante central colombiano al llegar a Rosario Central. Tras una eterna puesta a punto, estuvo disponible para Carlitos. Sin embargo, no jugó ni un partido. Ya está haciendo las valijas para buscar un nuevo destino.

Gustavo Ramírez. Otro extranjero que pasó desapercibido en Rosario Central. Se trata de un delantero paraguayo de 32 años que jugó 5 partidos (177 minutos) sin demostrar cualidad alguna. Rescindió contrato y se fue al Deportivo Cali.

Josué Ayala. En marzo, le pasó algo insólito: se ganó la titularidad. Fue como arquero de Sarmiento, puesto del que se adueñó durante once partidos. A partir de junio, regresó a su hábitat tradicional: el banco de suplentes. No volvió a jugar desde entonces.

Lenny Lobato. Joven delantero de Vélez que nació en Búzios (Brasil) y es nieto Nélida, reconocida vedette argentina que alcanzó la fama en la década de los 60’s. Hábil y goleador, tiene todo para triunfar… o para terminar en estas páginas.

AVISO: La encuesta quedará abierta hasta las 23:59 del 28 de diciembre. Si alguna de tus respuestas no está entre las opciones, podés hacerla llegar a través de los comentarios.

Trapasso: «Que gane Newell’s. La 22»

Pocas sensaciones más placenteras que la victoria. Y hay varias maneras de alcanzarla. Por ejemplo, entrar a Bet 365, ponerle una fichita a un equipo y que este se lleve el triunfo. En definitiva, se trata jugársela por lo que uno cree, igual a lo que hicieron los hinchas de Gimnasia y Esgrima La Plata en 2004.

“Que gane Newell’s”, rezaba el lienzo colgado en la popular visitante del Coloso del Parque Independencia. El mensaje estaba firmado por “La 22”, el apodo con el que se conoce a la barra brava del Tripero. Y su intención era evitar por todos los medios posibles que Estudiantes ganara ese Apertura.

El trapo vio la luz por única vez en la anteúltima fecha del mencionado torneo, cuando el Lobo tuvo que visitar a la Lepra, el líder del campeonato. A la misma hora, el Pincha, que estaba a 3 unidades de la punta, recibía a Vélez.

El pensamiento de la gente de Gimnasia tenía su justificativo, ya que en la última jornada su clásico antagonista visitaría a Rosario Central. Y el público Canalla haría lo mismo que estaban haciendo ellos en ese momento: exigir la derrota para que el otro equipo de su ciudad no sea campeón. Por lo tanto, era mejor no arriesgarse. Apostar por el rival de turno, una opción válida.

En estas condiciones, se jugaron los 90 minutos y Newell’s se quedó con el triunfo. No fue fácil para los dirigidos por el Tolo Gallego: el conjunto platense hizo un muy buen partido, convirtiendo en figura a Justo Villar y hasta anotando un gol que fue anulado.

Mientras tanto, Estudiantes también perdió, y sus chances de dar la vuelta olímpica se esfumaron. Y los hinchas de Gimnasia, fueron felices a cobrar sus apuestas.

Especiales: los baldoseros de Gallardo

La salida de Marcelo Gallardo de River luego de 8 años de gestión, deja en el recuerdo un buen número de éxitos. Además de los títulos conseguidos, se puede mencionar una amplia cantidad de jugadores que debutaron con el Muñeco y lograron consolidarse.

Sin embargo, como no podía ser de otra manera, también hubo de los otros. Los que no se ganaron la confianza del DT, jugaron poco, no rindieron tan bien o debieron buscar un rumbo no tan prestigioso.

A continuación, una breve mención de algunos de estos casos. El tiempo dirá si remontan o vuelven a aparecer en este sitio con una biografía más completa.

Nacido para triunfar

Un capricho del DT. Y casualmente, con su mismo apellido. Se trata de Nahuel Gallardo, su hijo, que disputó 7 partidos entre 2017 y 2019. Suficientes para formar parte de los planteles que ganaron cinco títulos. Luego jugó en Defensa y Justicia, donde sumó dos vueltas olímpicas más. Pasó por Colón y actualmente está en Once Caldas (Colombia).

Solamente una vez

Un solo partido, 90 minutos como máximo. Y todo gracias al Muñeco. En esta categoría (?) se pueden enumerar a Claudio Salto (2015), Lautaro Arellano (2015), Maximiliano Velazco (2017) y Zacarías Morán Correa (2017).

“Yo jugué en River”, podrán contar. Y, aunque parezca imposible de comprobar, es cierto.

Se quedaron en promesas

Para cualquier chico de la cantera Millonaria, es difícil afianzarse. Por las pocas oportunidades, y por la competencia en el puesto, están obligados a demostrar rápidamente sus habilidades. De lo contrario, «muchas gracias y buena suerte».

Algunos apellidos olvidados que pasaron por esta situación fueron Alan Marcel Picazzo (2 partidos), Santiago Vera (2 partidos), Franco López (3 partidos), Kevin Sibille (4 partidos), Matías Moya (4 partidos) y Pablo Carreras (5 partidos).

El Pogba ecuatoriano

En 2015, con solo 17 años, Abel Casquete se convirtió en el extranjero más joven en debutar con la camiseta de River. En aquel torneo, se ganó la exagerada comparación con el mediocampista francés y rapiñó minutos en un par de juegos más.

Sin embargo, perdió terreno en la consideración del Muñeco, quedó relegado y tuvo que buscar nuevos horizontes. A los 25 años, ya pasó por ocho clubes. ¿Va por el récord de Abreu?

La faltó madurar

Sería injusto mencionar solo a los que tuvieron pocas chances de mostrarse. También se puede baldosear habiendo jugado más de 1000 minutos, como el caso de Tomás Andrade. A pesar de ser volante ofensivo o delantero, no convirtió goles.

No estaba preparado mentalmente para jugar en River”, reconoció más adelante. Este año defendió los colores de Audax Italiano (Chile).

Gracias al Covid

La última camada de jóvenes que siguen esperando repuntar, aparecieron por emergencia en 2021. Por culpa de un brote de Coronavirus en el plantel del Millonario, hubo que apurar el debut de varios pibes ni más ni menos que en un clásico frente a Boca.

Alan Díaz, Daniel Lucero, Agustín Gómez y Felipe Peña Biafore fueron algunos de los convocados de urgencia en aquella ocasión. Su futuro es una incógnita, aunque no sorprendería que vuelvan a aparecer por acá.

Voy Al Arco: Cerutti (2018)

Antes de irse a Arabia Saudita tentado por el proyecto deportivo (?), Ezequiel Cerutti concluyó su primera etapa en San Lorenzo con una sonrisa.

Fue el 20 de enero de 2018, en un amistoso de verano, cuando no convirtió un gol fenomenal ni realizó una jugada inolvidable, sino que hizo algo más habitual: festejar ante Gimnasia. Aunque para esto tuvo que ocupar un terreno desconocido.

Con el partido igualado 1 a 1, hubo que definir por penales. Y ahí pasó lo inesperado: Sebastián Torrico sintió un dolor al detener el remate de Nicolás Colazo, y no pudo continuar. No era para menos: el arquero había sufrido una luxación en su hombro izquierdo. Sin la posibilidad de realizar cambios, uno de los jugadores de campo debió ocupar su lugar. Y ese fue el Pocho.

En su última intervención como jugador del Ciclón, le hizo frente al remate de Agustín Bolivar. El disparo del hombre del Lobo se estrelló en el poste, dando por finalizada la historia del partido y la de Cerruti en San Lorenzo, hasta su regreso un año y medio después.

Mal Pase: Ramírez a Boca e Independiente (2012)

La novela comenzó en octubre de 2011, cuando la lesión de Lucas Viatri habilitó a Boca a buscarle un reemplazante. Rubén Ramírez, de gran desempeño en Godoy Cruz, apareció como el candidato más viable, por encima de figuras como las de Carlitos Tévez y Teo Gutiérrez. El DT Julio César Falcioni reconoció el interés: Lo conozco de cuando lo dirigí en Colón y Banfield, y siempre me rindió. Los 4 millones de dólares que habría pedido Godoy Cruz y el buen andar de Boca en el resto del torneo hicieron que El Emperador terminara conformándose con los pibes del club.

Finalizado el campeonato, fue Independiente -por expreso pedido del DT Ramón Díaz- el que apareció con serias intenciones de contratar a Tito, flamante goleador del Apertura 2011. «Sin plata para refuerzos» -según palabras del presidente Javier Cantero- las negociaciones avanzaron con el jugador, con quien llegaron a un acuerdo contractual. La idea fue que él mismo presione para que Godoy Cruz habilite su salida, ya que según gente que participó de las tratativas estaba claro que «Ramírez quiere jugar en el Rojo«. Del resto se ocuparía un grupo inversor que ofrecería dinero y un pack de jugadores de Independiente como intercambio.

Por el lado de Boca, con la impunidad tranquilidad que le dio el título obtenido y la Libertadores como obsesión (?), Falcioni solicitó la compra de un delantero que cumpliera con el requisito de la tanquesidad (?). A los hombres nombres pesados de «Chupete» Suazo y Santiago Silva, nuevamente se le sumó el de Tito, a quien una vez más el DT llenó de elogios: «Ramírez es un jugador importantísimo (…) Sería muy bueno tenerlo. Lo llamamos con el presidente. Estamos ahí».

Envalentonado por un presente estelar, el delantero se mostró muy optimista a tal punto que se animó a tomar partido de la situación: «Es un orgullo que me quieran dos grandes. Siempre soñé con tener una revancha después de que en Racing no me fuera bien y hoy estoy en esta situación que es un privilegio y ojalá que termine de la mejor manera. Ahora, si tuviera que elegir, si dependiera de mí, me gustaría que me vuelva a dirigir Julio Falcioni«.

Los dichos de Tito le cayeron muy mal al presidente de Independiente, quien salió con los tapones de puntas contra el jugador: «Las declaraciones de Rubén Ramírez me molestaron y me enojaron, porque más allá de ser dirigente, de ser el presidente, soy hincha de Independiente. Él era nuestro Plan A, pero se ve que él eligió ser el Plan B de Boca. En fin, se la jugó y quizás se queda sin el pan y sin la torta«. Nunca sabremos si Ramírez no le avizoraba un buen futuro al Plan A, cuestión es que su preferencia por Boca provocó que Javier Cantero le echara una maldición le cerrara las puertas al oriundo de Margarita.

Con el mal de ojos a cuestas, el traspaso de Tito a Boca comenzaría a estancarse cuando le tocó entrar en la discusión a Godoy Cruz, club que negaba a desprenderse fácilmente del goleador… sobre todo en vísperas de la primera experiencia del Tomba en Copa Libertadores. Mario Contreras -mandamás del bodeguero– fue contundente: «A los dirigentes les gusta más hablar con representantes que con los presidentes de los clubes (…) No he tenido ningún diálogo con directivos de Boca e Independiente por Ramírez. Tenemos el 60% del pase y nadie llamó. El resto es del grupo empresario de Miguel Pires. Si nos llaman vamos a pedir mucho dinero por dejarlo ir (…) Ramírez no es más barato que Suazo».

Según las noticias de la época, dicho llamado existió y la cifra que trascendió rondaba los 2.600.000 dólares. El representante del delantero, que por entonces integraba un grupo inversor dueño de un departamentito en Puerto Madero del 40% restante del pase, tiró la última carta ofreciéndole a Daniel Angelici una «ayuda económica». Aún así no alcanzó.

Días posteriores, mientras la novela nos seguía ofreciendo más tironeos y declaraciones cruzadas, Boca decidió avanzar con la contratación del Tanque Silva. Tito se había quedado sin el pan y sin la torta, para regocijo de Javier Cantero.

Posteriormente, el delantero se mostraría apenado por la chance perdida: «No sé cómo fue la negociación, pero ahora tengo que pensar en Godoy Cruz y lo que viene (…) Obvio que algo de bronca hay, más por perder una oportunidad así. Soy bastante fastidioso, pero tengo que hacer borrón y cuenta nueva».

La frase cliché que recorría los medios locales era que «el goleador se queda a gusto en Mendoza, donde recibe un trato excelente de los hinchas»Si hay algo que nos enseñan los malpases es que el cassette del autoconvencimiento (?) no siempre funciona bien. El bueno de Tito se quedó en Godoy Cruz a jugar la Libertadores, y se convirtió -luego de la eliminación en fase de grupos y la magra campaña en el torneo local- en el principal objetivo de amenazas perpetradas por el hampa tombino.

En pocos meses, Rubén Ramírez había pasado de verse levantando la Séptima (?) a marcharse por la puerta de atrás del idilio mendocino.

Especiales: descensos patrocinados

Desde que las marcas se volvieron una habitual presencia en las camisetas de fútbol, todos los gerentes comerciales sueñan con ver el nombre de su empresa en la foto del campeón. Sin embargo, son muchos más los casos en los que ocurre lo contrario, y terminan auspiciando a un rejunte de voluntades que pierden la categoría. Esto es una cuestión lógica, ya que el que da la vuelta olímpica es uno solo, y los que descienden suelen ser más, dependiendo de la voluntad de la AFA.

Sin embargo, como suele decirse que “no hay mala publicidad, solo publicidad”, son muchas las firmas que se animaron a poner unos pesos en la vestimenta de conjuntos que solo aspiraban a mantenerse el Primera División… y no lo lograron.

Desde que en 1982 Sarmiento tuvo el privilegio de ser el primer descendido con una marca en su pecho (Junín TV Canal 2), la mayoría de los equipos que dejaron de pertenecer a la elite lo hicieron en compañía de un sponsor.

A continuación, el repaso de algunos casos que merecen destacarse.

Al Nacional B, pero asegurados

Si hay un rubro que se pone al frente en cuanto a la estadística de descensos, es el de los seguros. Y, como no podía ser de otra manera, La Nueva acumula una buena cantidad: tiene 5 antecedentes. ¿Los perjudicados? Nueva Chicago (2007 y 2015), Chacarita (2010 y 2018) y Huracán (2011).

También es muy meritorio lo de Liderar, que suma 4 caídas. Son los casos de Nueva Chicago (2004), Almagro (2005), Gimnasia (2011) y Argentinos Juniors (2014).

Siempre estuvimos en las malas

Existen casos que merecen ser resaltados por la fidelidad a una misma camiseta. Son aquellos sponsors que, aunque experimentaron la amarga sensación del descenso, insistieron con dejar su estampa bajo el mismo escudo.

El caso emblemático es el de Bingo Bahía, presente las 4 veces que Olimpo fue condenado por el promedio (2006, 2008, 2012 y 2018).

Ahí nomás se queda Quilmes, que, publicitando al equipo de esa ciudad, pasó por lo mismo en 2007, 2011 y 2017.

Otras marcas que repitieron la costumbre, además de los casos de La Nueva mencionados anteriormente, fueron San Juan Minero (con San Martín en 2008 y 2013), Sancor (con Atlético Rafaela en 2004 y 2017) y Flecha Bus (con Unión en 2003 y 2013).

Mención especial para Tersuave y Banco de Córdoba, que compartieron el pecho de la casaca de Belgrano en 2007 y 2019.

Más allá de los colores

El caso opuesto es el de los sponsors que descendieron más de una vez, pero con clubes diferentes.

En este sentido se destaca lo de Flecha Bus, con 4 caídas en tres camisetas diferentes: Unión en 2003 y 2013, Atlético Tucumán en 2010 y Colón en 2014.

También merece ser resaltado lo de Secco, que tiene el récord de haber metido un par de descensos en el mismo campeonato. Esto lo logró con Arsenal y Temperley en 2018. Además, sumo uno más al acompañar a San Martín de Tucumán en 2019.

Otros ejemplos de estos casos fueron Rosamente (con Chaco For Ever en 1991 y Crucero del Norte en 2015), Lotería Correntina (con Mandiyú en 1995 y Huracán de Corrientes en 1997), Esco (con Belgrano en 1996 y Patronato en 2022), Amanco (con Huracán en 1999 y Argentinos en 2002), Tarjeta Cordobesa (con Talleres en 2004 e Instituto en 2006) y Macro (con Gimnasia de Jujuy en 2009 y Tigre en 2019).

Cantidad no es calidad

Desde que se descubrió que al frente de una prenda cabía más de una inscripción, varios equipos aprovecharon para convertir su vestimenta en un auto de carreras. Menos estética, más ingresos. Aunque esto no asegurara la permanencia.

Hasta ahora, los que se fueron al descenso con tres main sponsors son Crucero del Norte (2015), Temperley (2018) y Patronato (2022). Sin embargo, la tendencia indica que esta lista se puede incrementar.

Por otro lado, los que lucieron su camiseta sin publicidades al momento de perder la categoría, fueron Racing (1983), Atlanta (1984), Rosario Central (1984), Temperley (1987), San Martín de Tucumán (1989), Argentinos (1996), Deportivo Español (1998) e Instituto (2000).

La tabla histórica (1982 – 2022)

1º – Sin sponsor: 8

2º – La Nueva Seguros: 5

3º – Bingo Bahía, Flecha Bus, Liderar: 4

6º – Quilmes, Secco: 3

8º – Amanco, Banco de Córdoba, Cordobesa, Esco, Lotería Correntina, Macro, Rosamonte, San Juan Minero, Sancor, Tersuave: 2

18º – Adial, Afisa, Autocrédito, Banco del Noroeste, Bingo Lomas, Blister Pack, Castell, CATA, CETEC, Cerveza Salta, Cerveza San Carlos, Ciudad Ribera Ingeconser, Climafin, Colorín, Comodín, Crown Mustang, Dapsa, Decker, El Cronista Comercial, El Delfín Turismo, Emilio Luque, Erwin, Esso, Fiat, Fides, Gilera, HC Personal, Ingenio San Juan, Junín TV Canal 2, La Perseverancia Seguros, Lácteos Barraza, La Pequeña Familia, Lotería de Santa Fe, Lotería de Tucumán, Lotto, Lurocard, Mendoza, Mitre, Motomel, Municipalidad de Lomas de Zamora, Naldo, OSPAT, Palmar, Parmalat, PC Box, Petrobras, San Juan, Segubank, Seguros Omega, Special Gas, TCL, TKL, TSU cosméticos, Uthgra Sasso, Video Visión, Viva Jujuy: 1

Bochini medias diferentes (1989)

Desde tiempos inmemoriales existen preguntas cuyas respuestas han generado divisiones insalvables. ¿Las empanadas llevan pasas de uva? ¿Cómo se tiene que colocar el papel higiénico? ¿Se pueden subrayar los libros?

En el ámbito deportivo, el interrogante que ha causado diversas opiniones durante décadas tiene que ver con el talento: ¿es innato o se puede adquirir? Más allá de la posición que se tome, nuevas incógnitas surgen a medida que se profundiza el tema. ¿Cómo se puede ayudar a que esas habilidades alcancen su máximo potencial? ¿Cuáles son los detalles que permiten hacer la diferencia?

En muchos casos, los secretos de un profesional permanecen ocultos hasta su retiro. Y puede pasar un largo tiempo hasta que salgan a la luz. Como el misterio que envolvió a Ricardo Bochini y sus medias, que en más de una ocasión lució un par distinto al de sus compañeros.

La imagen pertenece al encuentro en el que Independiente venció al Deportivo Armenio y se quedó con el título del Campeonato de Primera División 1988/89, aquel de las definiciones por penales. En este caso, lo importante es que sirve para ver la diferencia en la vestimenta entre el número 10 y el resto del equipo.

Tuvieron que pasar 31 años para que el propio futbolista revelara en su cuenta de Twitter el motivo de esta particularidad: se trataba de una simple cuestión de comodidad.

De esta manera, el Bocha dio a conocer un detalle único, aunque varias dudas aún no fueron resueltas. ¿Hubiese tenido la misma carrera si usaba el atuendo que le correspondía? ¿Adidas podría demandarlo? ¿Esas medias eran la fuente real de su destreza como son las zapatillas que encuentra el chico de la película Mini Campeones?

Señores, el debate está abierto.