Voy al Arco: Morro y Ormart (2022)

Habitualmente, un equipo mantiene al mismo arquero durante los 90 minutos. Puede pasar que tenga que ser reemplazado por el suplente. Muy rara vez, tres personas diferentes se ponen los guantes defendiendo el mismo arco. Lo que ya directamente roza lo sobrenatural es que sean cuatro futbolistas los que ocupen ese rol en el mismo partido, y con el mismo escudo.

Esto último ocurrió en el fútbol del ascenso argentino el 2 de octubre de 2022, cuando Defensores Unidos de Zárate recibió en su estadio a Argentino de Quilmes. Se jugaba la última fecha del torneo de la Primera B, y la tarde pintaba para pasar desapercibida. Es que el local ya estaba clasificado para el reducido, y el visitante, sin posibilidades matemáticas de nada (?), solo viajaba para cumplir.

De esta manera, el primer tiempo transcurrió sobre los carriles normales, con el CADU yéndose al vestuario 2 a 1 arriba. En el complemento, llegaría el descalabro.

Al inicio del segundo tiempo, el portero suplente Sergio Meli reemplazo al titular Fernando Vijande, lesionado. Hasta que, faltando 25 minutos para el final, salió del área, cometió una dura infracción y vio la tarjeta roja. ¿Y ahora?

El encargado de ponerse los guantes fue el defensor Nicolás Morro, quien no estaría a la altura de semejante responsabilidad.

Primero, no opuso resistencia ante un débil tiro libre. Luego, nada pudo hacer frente a un nuevo ataque del dueño de casa. La cosa ya estaba 4 a 1 y podría ser peor, por lo que el entrenador Juan Carlos Kopriva tomó una decisión: volver a cambiar al arquero.

Matías Ormart, que estaba de suplente, ingresó al campo de juego y pidió la número 12. De esta manera, actuó bajo los tres palos durante el último cuarto de hora. Le fue mucho mejor que a su antecesor: no recibió goles y hasta tapó un mano a mano. La sonrisa ante la cámara al final del partido estuvo justificada.

San Lorenzo 3 – Tenerife 1 (1993)

Una semana después de caer ante Independiente, el Tenerife cerró su gira en Argentina enfrentando a San Lorenzo, en la cancha de Ferro.

¿Qué hacía por acá el equipo de las Islas Canarias? Aprovechaba para mantenerse en forma, ya que el campeonato local estaba detenido por la disputa de las eliminatorias para el Mundial 1994. En un encuentro que no llamó la atención del público (apenas 3 mil personas estuvieron presentes), los dirigidos por el Bambino Veira se quedaron con el triunfo.

Para el Ciclón jugaron Passet; Zandona, Simionato, Lorenzo, Escudero, Juárez, Cardinal, Monserrat (Ozzan(, Gorosito (Nardoza); Bernuncio y Rossi (Oste).

Por su parte, los entrenados por Jorge Valdano lo hicieron con Ochotorena; Torrecilla, Toni, Llorente, Berges; Chano, Del Solar, Ezequiel Castillo (Alexis), Felipe; Pizzi y Latorre (Pier).

Los goles del encuentro fueron convertidos por Bernuncio (en dos ocasiones), Gorosito y Pier.

Los pocos hinchas de San Lorenzo que se acercaron a Caballito no solo festejaron el triunfo: se entretuvieron hostigando a Diego Latorre y celebrando la preinauguración del Nuevo Gasómetro, a realizarse unos días después.

Rafaela «Atlético es Rafaela» (2017)

¡Qué lindas las camisetas sin publicidades! Aunque esta expresión cargada de nostalgia sea tomada como una verdad incuestionable, no siempre la cosa es así. Y hay motivos para justificarlo.

Primero, porque no todas las publicidades son de una compañía de seguros que usa el violeta y amarillo para estampar su nombre en el pecho de once tipos que irremediablemente se van a ir al descenso: hay casos en las que un “friendly sponsor” ayuda a que una camiseta sea más linda.

Segundo, porque a veces una marca hace más identificable a un equipo (Racing “Rosamonte”, Independiente “Ades” o Boca “Parmalat”, son algunos ejemplos).

Tercero, porque el hecho de que una inscripción aparezca al frente de una prenda no siempre es culpa del vil capitalismo.

En este último concepto se puede incluir lo hecho por Reusch en la presentación de su modelo para Atlético de Rafaela en la temporada 2017/18. La salida de Sancor, histórico auspiciante de la Crema, dejó un espacio vacío en la camiseta del equipo, algo que al parecer les resultó insoportable.

Por eso, se decidió estampar un innecesario “Atlético es Rafaela”. El resultado final daba una prenda tan hermosa como Formosa (?).

La inscripción, que no dejaba en claro si se trataba de una forma de atenuar la ausencia de la empresa láctea, una campaña para captar socios o simplemente una declaración unilateral sobre quién es el capo de la ciudad, duró solo un partido. Fue en la derrota ante Banfield, por Copa Argentina, en la provincia anteriormente mencionada.

Para el siguiente encuentro, el debut en el Nacional B frente a Gimnasia de Jujuy, la leyenda desapareció sin dejar reemplazante, poniendo en duda una vez más aquella relación entre la belleza y la ausencia de publicidades.

Premios Baldoseros 2023

Después de unos días de urnas abiertas para nuestros lectores, llegó el turno de dar a conocer a los ganadores en las distintas categorías de la Encuesta Baldosera 2023.

Premio “Claudio Benetti” al baldosero de 2023

Nahuel Gallardo (13.4%)

Tras un flojo primer semestre en el Once Caldas, el hijo del Muñeco llegó a Sarmiento para jugar la Copa de la Liga. Obviamente, ocupó el banco de suplentes en la mayoría de los partidos (solo fue titular una vez). Lo más destacado fue su enfrentamiento con Darío Benedetto luego de la victoria ante Boca. Tras irse expulsado, dejó estas picantes declaraciones.

Premio “Beto Carranza” al jugador que más betocarranceó durante 2023

Brian Sarmiento en Independiente de Amenábar y senior de Independiente (19.5%)

Tuvo un 2023 con mucha actividad… afuera de las canchas. En lo que tiene que ver con lo deportivo, fue parte de Independiente de Amenábar, en la Primera B de la liga venadense, y del senior de Independiente, aunque nunca jugó en este club. Dedicó su año al stream y a bailar en el programa de Tinelli. Tamo activo, pero no en el fútbol.

Premio “Matías Almeyda” al Mal Pase de 2023

Andrés Iniesta a Argentinos (40.1%)

«Tenemos un amigo en común que vive con él en Japón», tiró Gabriel Milito, DT de Argentinos, y se encendió la ilusión. El español dejó ese país pero no se instaló en La Paternal: se fue a Emiratos Árabes, seguramente tentado por el proyecto deportivo del Emirates Club.

Premio “Fibronazo” a la camiseta más fea de 2023

Barracas Central fosforescente (27.7%)

En una batalla voto a voto con la alternativa de River «Power Rangers», finalmente la balanza se inclinó para el equipo del Chiqui Tapia. Qué raro (?). La ganadora fue esta prenda ideal para camuflarse con los empleados de seguridad privada que están al borde del campo de juego. O para jugar de local un día de semana a las 15.30, algo a lo que Barracas se acostumbró este año.

Premio “Casigol Herrera” a la jugada o momento baldosero de 2023

Penal de Goltz agarrando la pelota con la mano en Independiente vs. Colón (43.1%)

En marzo, Independiente estaba complicado con el descenso. Colón, más aliviado. Se enfrentaban en Avellaneda y pasó esto: Paolo Goltz cometió un penal insólito. El Rojo se salvó varias fechas antes. El Sabalero, perdió la categoría.

Premio “Negro Marchetta” a la declaración baldosera de 2023

Luis Spahn (presidente de Unión): «¿Si robaría algún técnico o iría por Demichelis? Más que por él, iría por Evangelina» (19.2%)

¿Deconstruirse? ¿Qué es eso? Lo mejor (?) es que un tiempo después, Vélez se llevó a Sebastián Méndez, que era el DT de Unión.

Premio “FAV a tu vieja” al mejor tuit de @enunabaldosa en 2023

Kennedy tiene 7 letras. (16%)

Las coincidencias por la séptima Libertadores de Boca fueron furor en las redes sociales. No alcanzaron.

Encuesta Baldosera 2023

Por decimosexta vez consecutiva, ofrecemos a nuestros lectores la posibilidad de elegir lo mejor/peor del año. Como siempre, apuntamos al costado baldosero del fútbol y dejamos de lado lo que seguramente, por estos días, se cansarán de ver en todos lados. A votar.

Tobías Zárate. Durante la primera parte de 2023, el hijo del Roly estuvo en Arsenal. Jugó 6 partidos, pero menos de 50 minutos en total. Luego, se fue al AE Larisa, en el ascenso de Grecia.

Luis Leal. El delantero que juega para la selección de Santo Tomé y Príncipe tuvo un digno paso por Arsenal: 3 goles en 18 partidos. Tras dejar Sarandí, se fue al Rotonda Calcio, de la Serie D italiana.

Alfredo Amarilla. Con uno de los mejores cortes de pelo del fútbol argentino, este paraguayo se convirtió en una fija en el banco de suplentes de Arsenal, en donde se convirtió en el ídolo de los niños.

Leonardo Marchi. El hijo de Sergio Marchi, el secretario general de Futbolistas Argentinos Agremiados, es una fija. Este año, jugó 4 partidos en Arsenal antes de partir al AO Giouchtas de Grecia.

Mauro Burruchaga. A los 25 años, el hijo del Burru hizo su estreno en el fútbol argentino. No es difícil adivinar con qué camiseta. Sí: con la de Arsenal.

Matías Laba. Los más memoriosos, lo recordarán como una promesa de Argentinos Juniors. Incluso, llegó a jugar un Mundial Sub 20. Las lesiones lo complicaron y en 2023 pasó por Central Córdoba (no jugó) y Barracas Central (entró en dos partidos).

Ibrahim Hesar. El delantero de Belgrano tuvo un flojo año al momento de definir: convirtió un solo gol en 21 partidos. A pesar de esto, fue convocado y debutó en la Selección de Siria.

Brandon Cortés. De a poco, se va transformando en una eterna promesa. El enganche de las divisiones inferiores de Boca ya cumplió 22 años, y en todo 2023 solo jugó 19 minutos.

Tomás Díaz. El hijo del Cata (22 años) sigue sin debutar en Boca. Este año se rompió el tendón de aquiles un día después de haber sido promovido por Almirón al entrenamiento con la Primera.

Michael Rangel. Delantero colombiano con nombre de héroe de acción de película yanqui de los 80’s. Tras una extensa trayectoria, a mitad de año llegó a Central Córdoba. Utilizó la camiseta número 99 y tuvo acción en 7 partidos. No convirtió. Solo fue titular una vez: lo reemplazaron en el entretiempo.

Deian Verón. El hijo de la Brujita sumó minutos en 6 partidos, pasando la mayor parte del año en el banco de suplentes de Estudiantes. Tiene 23 años. Mejor no googlear adónde andaba el padre a esa edad.

Marcelo Pérez. Por ahora, este delantero paraguayo lleva jugados 290 minutos en Huracán, sin convertir. Sin embargo, puede destacarse en cualquier momento, o por lo menos eso hace creer desde su apodo: Mbapperez.

Carlos Ordoñez. Defensor colombiano que llegó a Newell’s para jugar la Copa Sudamericana. No lo hizo. Y en el torneo local, tampoco. Solo fue al banco de suplentes 3 veces, tuvo un puñado de minutos en Reserva y sumó algunas lesiones.

Oscar Opazo. Lateral derecho chileno que tuvo un fugaz paso por Racing. Entre febrero y mayo, jugó 9 partidos y convirtió un gol antes de volver al Colo Colo.

Gaspar Servio. Con Rosario Central, fue titular los primeros partidos del año, pero luego perdió el puesto con Jorge Broun. En el segundo semestre anduvo en Tacuary de Paraguay y fue viral por festejar los triunfos de Boca en su Instagram.

Dannovi Quinones. Mediocampista colombiano con poca participación en Rosario Central. Su momento más destacado fue cuando se hizo las uñas junto a Jaminton Campaz. “No conocen a los colombianos. Son cosas naturales”, los defendió Miguel Ángel Russo.

Axel Werner. Tras irse al descenso con el Elche, llegó a Rosario Central para ser suplente de Jorge Broun. En todo el año jugó dos partidos (ambos en el equipo español).

Octavio Bianchi. Centrodelantero que estaba llamado a ser el goleador de Rosario Central. Se ve que el teléfono estaba apagado, porque no la metió en todo el año. En realidad, hizo un gol en su último partido, pero el VAR se lo anuló.

Fabricio Formiliano. Inexplicable contratación de San Lorenzo. Se trata de un defensor uruguayo que llegó en septiembre, fue presentado como un Peaky Blinder y nunca jugó. Tiene 30 años y contrato hasta diciembre de 2024.

Gastón Ramírez. Otra polémica adquisición de San Lorenzo. Llegó en agosto desde el Virtus Entella (Serie C de Italia), participó en 10 partidos, se lesionó un par de veces y ya dijo que se quiere ir.

Nahuel Gallardo. Uno que aparece siempre por acá. Esta vez, es por su paso por Sarmiento, donde se destacó por recibir un golpe de Benedetto en el encuentro frente a Boca.

Agustín Fontana. Sin lugar en River, fue cedido a Sarmiento, donde mejoró su promedio goleador: en 719 minutos jugados, la metió una vez.

Nemanja Mićević. Defensor serbio que en 2022 llegó a prueba a Talleres. Estuvo entrenando con la Reserva, gustó y este año firmó contrato. Sin embargo, no debutó ya que fue cedido al FK Teplice de República Checa.

Lenny Lobato. Joven delantero de Vélez que nació en Búzios (Brasil) y es nieto Nélida, reconocida vedette argentina que alcanzó la fama en la década de los 60’s. Hábil y goleador, tiene todo para triunfar… o para terminar en estas páginas.

AVISO: La encuesta quedará abierta hasta las 23:59 del 30 de diciembre. Si alguna de tus respuestas no está entre las opciones, podés hacerla llegar a través de los comentarios.

Fuera de stock: la Copa Interamericana.

Si los torneos que llevan a cabo la CONMEBOL y la Concacaf suelen tener fallas de todo tipo… ¿se imaginan lo que sería una competencia celebrada por ambas entidades? Esto sucedió (¿y seguirá sucediendo?), y llevó el nombre de Copa Interamericana. Spoiler: solía ser un desastre organizativo.

Era una idea simple (el ganador de la Copa Libertadores contra el vencedor de la Copa de Campeones de la Concacaf) que nunca prendió en el público y que casi siempre tuvo problemas para establecerse en el calendario. A pesar de esto, se disputaron 18 ediciones durante casi tres décadas, en los que todo fue cambiando: formato de juego, desempates, sedes. ¡Hasta el diseño del trofeo no era el mismo de una edición a otra!

¿Cada cuánto se disputaba? Esto dependía principalmente del interés de los participantes y de cómo estuviera la relación entre las dos confederaciones. Durante un momento, se jugaba anualmente, en otra época fue cada dos o tres años. Incluso, hubo un lapso de cinco años donde no se puso en juego. Lo único cierto es que en 1998 vio la luz por última vez. Por ahora.

Los cuadros argentinos tuvieron un paso exitoso por este torneo: es el país que más participaciones (ocho) y títulos (siete) obtuvo. A continuación, un repaso del aporte (?) que los conjuntos nacionales le hicieron a esta competición.

Estudiantes

Desde el inicio, la cosa ya venía mal parida. Para el primer certamen (1969), el Pincha viajó con apenas 15 jugadores a México, donde debía enfrentar al Toluca, que había sido declarado campeón de la Concachampions sin disputar la final. Es que Aurora (Guatemala), quien debía ser su rival, fue denunciado por hechos de violencia que se sucedieron en partidos anteriores.

El encuentro generó una enorme expectativa. El partido de ida se jugó en el estadio Azteca, y para los mexicanos servía como ensayo de la Copa del Mundo que se jugaría un año después.

Los de Osvaldo Zubeldía ganaron como visitantes, pero perdieron en su estadio. «Todos somos culpables. Los jugadores por subestimar a los mexicanos, y yo, por darles tres días de descanso después de volver de México”, se lamentó el DT.  Finalmente, se jugó un desempate en Montevideo, donde Bilardo y compañía levantaron la copa al ganar por 3 a 0.

Independiente

Mientras el país estaba conmocionado por el regreso de Juan Domingo Perón, en junio de 1973 el Rojo ganaba su primera Copa Interamericana. Fue en Honduras, ante el Olimpia, donde se jugó el partido de ida… y el de vuelta. El conjunto de Avellaneda había aceptado jugar los dos encuentros como visitante a cambio de un cachet de veinte mil dólares. La movida salió bien.

En 1974, se repitió la historia: se jugaron los 180 minutos en Centroamérica (esta vez ante el Municipal de Guatemala) y el galardón quedó en manos de los argentinos.

La tercera y última vez que Independiente participó (y ganó) este trofeo fue en 1976, cuando su rival fue el Atlético Español de México. Lo llamativo de esta edición fue que ambos enfrentamientos fueron en terreno neutral: se jugaron en el Estadio Olímpico de Caracas, Venezuela.

Imposible obviar que en 1975, siendo el Rojo campeón de la Libertadores, no hubo título en juego. Algo de lo que sus hinchas y dirigentes nunca se pudieron olvidar. De hecho, en 2005 el vicepresidente Atilio Di Pace reconoció gestiones para jugar frente al Transvaal de Surinam. También hicieron un tirito para ver si podían disputar la Interamericana de 1984 frente al Violette Atlhetic Club de Haití. Todo quedó en la nada.

Boca Juniors

El único equipo argentino que perdió una final en Madrid de esta competencia. Fue en 1978, cuando después de derrotar 3 a 0 al América en la Bombonera, cayó en la revancha, y en el desempate. 

Al año siguiente, los del Toto Lorenzo retuvieron la Copa Libertadores, pero la Concachampions quedó inconclusa. La falta de rival le impidió al Xenieze tener una revancha.

Argentinos Juniors

En 1981, la Interamericana se disputó por última vez… hasta 1986, cuando el Bicho viajó a trinidad y Tobago para enfrentar al Defence Force.

El título se definió en un único cotejo. Gracias a un gol del panameño Dely Valdés, los de Roberto Saporiti se quedaron con el último título internacional de su historia.

River Plate

Al año siguiente, la Copa volvió a jugarse a partido y revancha. El 25 de julio de 1987 Carlos Timoteo Griguol tuvo su debut oficial como DT del Millonario, en una igualdad sin goles ante el Alajuelense, en Costa Rica.

Casi un mes después, en un semivacío Monumental, el local impuso su superioridad y ganó 3 a 0, con goles de Villazán, Funes y Héctor Enrique.

Vélez Sarsfield

Aunque habían pasado dos años desde la obtención de la Copa Libertadores, los de Liniers coordinaron la organización de esta competencia que había quedado pendiente con el campeón de la Concacaf de ese mismo año, el Sport Cartaginés.

Tras un pobre empate sin goles en Costa Rica, Vélez se impuso con cierta comodidad en el partido de vuelta en Liniers. Ganó por 2 a 0 con goles del Turu Flores. Este fue el sexto y último título de Bianchi en el club.

Bonus track (?): los equipos de Brasil.

A pesar de su poderío continental, los cuadros brasileños brillaron por su ausencia en esta competición. Nunca mostraron interés en disputarla, quedando la Interamericana sin jugarse cuando un equipo de ese país ganaba la Libertadores.

De hecho, cuando no hubo más remedio que jugarla, el subcampeón sudamericano reemplazó a quien le correspondía ese lugar. Fue lo que pasó en 1994 y 1997, cuando San Pablo y Gremio declinaron su participación y fueron reemplazados por la Univesidad Católica y Atlético Nacional.

La excepción fue en la última edición, en 1998, cuando el Vasco da Gama cayó ante el DC United, de Estados Unidos. El primer partido se jugó en el Washington. El desquite, en Rio de Janeiro Fort Lauderdale, Florida, donde los de Norteamérica se quedaron con el título.

Conclusión (?)

El desinterés de los campeones de la Libertadores, el bajo nivel de los equipos de Centroamérica, la desorganización, falta de infraestructura, ausencia de patrocinadores y, como consecuencia, los bajos premios otorgados, sepultaron a esta simpática (?) competencia.

El ingreso de los equipos mexicanos a los torneos de la CONMEBOL, y la posterior creación del Mundial de Clubes donde participa el ganador de la Concachampions, terminaron de enterrar las esperanzas de quienes esperaban ver jugar a su equipo contra un rival del otro hemisferio.

Sin embargo, la intención de recuperar este torneo está latente. Al momento de la publicación de estas líneas, se mantiene firme la posibilidad de que la Interamericana se vuelva a jugar en 2024, esta vez entre cuatro equipos. La disputarían los campeones de la Libertadores (Fluminense), Sudamericana (Liga de Quito), Concachampions (León) y Leagues Cup (Inter Miami). Por ahora, no hay nada confirmado, pero más de uno se muere de ganas de sumar otra estrella.

Independiente 1 – Tenerife 0 (1993)

En plena competencia, un equipo de una importante liga europea viaja a Argentina a jugar un par de amistosos ante un puñado de espectadores. Aunque hoy sea difícil de imaginar, esto pasó. Claro, era la época de un peso = un dólar. Y todo era posible.

Faltando poco para terminar el campeonato español, y aprovechando que el mismo ponía una pausa ya que se jugaban las eliminatorias para el Mundial 1994, el Tenerife llegó a nuestro país para enfrentarse a Independiente y a San Lorenzo. El primero de estos encuentros se disputó el 21 de abril de 1993, en Avellaneda.

El Rojo, entrenado por Pedro Marchetta, jugó con Islas; Craviotto, Rotchen (Gordillo), Moas, Meijide; Desio, Hugo Pérez, G. López (Fernández), Garnero; Amato y Mohamed (Villalonga). En el banco quedaron Maltagliatti, Ríos y Gareca.

El visitante, que era comandado por Jorge Valdano, lo hizo con Augustín (Ochotorena); Antonio Mata, César Gómez, Toño (Torrecilla), Paqui (Berges); Del Solar, Ezequiel Castillo, Felipe (Alexis Trujillo), Latorre (Pier); Quique Estebaranz (Chano) y Dertycia (Pizzi).

El único gol del partido fue convertido por el Turco Mohamed, tras un pase del Gaby Amato. De esta manera, Independiente demostraba porqué llevaba una racha de 8 partidos sin derrotas en el torneo local (aunque 7 habían sido empates).

Por su lado, el Tenerife no pudo demostrar el buen juego que desplegaba en la liga española: ese año terminaría en el 5º lugar, la mejor colocación en su historia.