Santiago Hernán Villafañe
Lateral derecho que antes de cumplir 20 años ya había ganado la Copa Libertadores y jugaba en el Real Madrid. Sí, esto es tan cierto como la necesidad de leer aquí para tener los mejores consejos en apuestas. Justamente, esta palabra se puede aplicar a los inicios de la carrera de Villafañe: pintaba bien, era tentador ponerle una fichita.
Nacido en Mar del Plata el 19 de mayo de 1988, se incorporó en 2001 a las inferiores de Boca Juniors junto a su hermano mellizo Nicolás. Sin embargo, Santiago sería el único que jugaría en la Primera del Xenieze.
Esto ocurrió en 2007, cuando disputó 4 partidos del Torneo Clausura. Al mismo tiempo, los de Miguel Ángel Russo se adueñaban de la competencia sudamericana más codiciada. Aunque el aún juvenil defensor no había disputado ni un minuto de aquel certamen, festejó igual. ¿Vale? Recontra vale.

Con Hugo Ibarra y Clemente Rodríguez como alternativa en su puesto, las posibilidades de ganarse minutos entre los grandes no eran muchas. Entonces, Villafañe hizo lo que haría cualquiera: irse al Real Madrid.
Lo acompañó Juan Forlín, que jugó poco por conflictos con su pasaporte. Obviamente, no compartieron vestuario con Raúl, Robinho o Sergio Ramos; sino que se limitaron a jugar en el equipo filial, en la Segunda División B.

Tras un par de años en el Castilla, regresó a Boca para ganar un nuevo título. ¿Otra Libertadores? ¿Un torneo local? No, ni cerca. Fue campeón con la Reserva al lado de Josué Ayala, Enzo Ruiz, Guillermo Pol Fernandez, Jonatan Philippe y Nicolás Blandi, entre otros. En aquella temporada 2009/10 disputó sus últimos 3 encuentros con la azul y oro. Desde ese momento, se dedicó a sumar experiencia en distintas ligas y categorías.
En 2011 tuvo un corto paso por el FC Utrecht (Holanda), al que le siguieron unos meses en Independiente Rivadavia (2012). Jugó la Europa League con el FC Midtjylland (2012/13) y fue cedido un semestre al Lyngby BK (2013), ambos de Dinamarca.
Tras volver a su anterior club, entre 2014 y 2015 jugó en el ascenso de Grecia. Esto lo hizo con tres instituciones diferentes: el AOT Alimos, el Panthrakikos FC y el OFI Creta.

En 2016, tuvo una última oportunidad en la máxima categoría del fútbol argentino, cuando firmó contrato con Colón. Su paso por el Sabalero fue muy breve: apenas disputó 7 partidos antes de continuar con sus viajes por Europa.
A mediados de aquel año, se sumaría al RNK Split. «Nunca pensé que jugaría en Croacia. Sin embargo, me hablaron muy bien de la liga y del club. Es un equipo joven, con perspectiva, así que decidí venir», declaró al llegar.

¿Cómo terminó esta historia? Con el mismo futbolista contando unos meses después que «por problemas económicos del club, me tuve que ir y hacer la denuncia en la FIFA. Lamentablemente en muchos sitios de Europa del Este pasan estas cosas». Sin embargo, no se fue de la región: siguió sumando vivencias en el PFC Montana de Bulgaria (2017), el Ruch Chorzów de Polonia (2017/18) y el Thesprotos FC de Grecia (2019).
En aquella época, sufrió una enorme pérdida personal: el fallecimiento de su hijo de tres meses, lo que lo alejó un tiempo de las canchas.
En 2020, se produjo su último regreso al país. Desde entonces defiende los colores de J. J. Urquiza, en la Primera B Metropolitana. Allí, puede contarles a sus compañeros que defendió las camisetas de dos de los clubes más populares del mundo. Y no va a estar mintiendo.