No estaba en los planes de nadie. Antes de arrancar la temporada 2002/03 del fútbol argentino, Huracán venía de salir 4º en el torneo y estaba en la mitad de tabla de los equipos comprometidos con el descenso. Con los 99 puntos de las dos temporadas anteriores y un promedio de 1.303, miraba desde arriba a Central, Independiente y Lanús, entre muchos otros. Pero algo falló.
Se fueron figuras como el Rolfi Montenegro, Lucho González y Karin Adippe (?), se retiró el Pelado Moner; y llegaron refuerzos como Pablo Lavallén, Adrián Ávalos, Martín Mazzucco, Gabriel Meta y Cristian Zermattén, que jugaron poco y se fueron enseguida. En el Apertura, el Globo hizo una campaña muy floja de apenas 11 puntos. Sin embargo, todavía estaba afuera de la zona roja, zafaba por poco de la Promoción. Tenía que sumar para no caer.
El verano de 2003 arrancó complicado. ¿Los refuerzos? Darío Cabrol y Darío Gigena. Pero a la escasa jerarquía para la difícil situación futbolística, se sumaron dos mazazos anímicos para el plantel: Primero, se suicidó el arquero Sergio Schulmeister. Y a los pocos días, al delantero Juan Ramón Fleita le detectaron un tumor en los ganglios (Mal de Hodgkin, del cual pudo recuperarse recién un año después). En ese trágico febrero, terminarían llegando dos uruguayos: Carlos Camejo y el arquero Ignacio Bordad.
La cosa venía mal barajada y no cambió mucho el resto del semestre. En las 19 fechas del Clausura 2003 (las primeras 4 dirigidas por Carlos Babington y luego por Jorge Célico), Huracán solo pudo cosechar 6 puntos, producto de 1 victoria (a Banfield), 3 empates y 15 derrotas. Apenas 12 goles a favor y 46 en contra.
¿El clásico con San Lorenzo? Lo perdieron 4 a 0. ¿Con River? Cayeron 6 a 0. Ni siquiera pudo salvarlos Globito, un perrito rescatado al que habían usado de amuleto y que luego terminaron acusando de drapie. En fin, una lágrima que terminó en descenso directo.
En la foto: Martín Ríos; Rodolfo Graieb, Juan Zalazar, Gabriel Lobos y Cristian Fernández; Santiago Hirsig, Daniel Garipe, Pablo Monsalvo, Alejandro Alonso y Darío Cabrol; Darío Gigena.
Como suele ocurrir en estos casos, cuando la caída al Nacional B ya era inminente (se fue en la 15º fecha, goleado 4 a 0 por Boca), fueron quemados un montón de pibes de las inferiores que buscaban la chance de debutar en Primera.
Durante ese torneo, también tuvieron minutos Mariano Andújar, Ramón Pedro Ortíz, Raúl Fernández, Paolo Goltz, Marcelo Kobistyj, Marcelo Da Silva Lima, Cristian Cellay, Miguel González, Diego Funes, Mauro Milano, Diego Cochas, Darío Pranich, Edson Uribe, Sebastián Lipo, Luciano Bracco, Emanuel Villa, Francisco López Rojas, Esteban López, Claudio Guerra e Ismael Villalba.
Así, Huracán descendió por tercera vez en el profesionalismo.













